Escudo de Torreón

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jueves, diciembre 17, 2009

Próxima, la transición política



A escasos días para la toma de posesión del gobierno municipal de Torreón por Eduardo Olmos Castro, la identidad de la gran mayoría de los miembros de su gobierno, continua siendo desconocida para la mayor parte de la ciudadanía.

En cambio, en los círculos políticos propios y ajenos al Partido Revolucionario Institucional, esta información se ha ido filtrando a medida que se genera. Ojalá que se haya aquilatado la trayectoria profesional y el espíritu de servicio de cada uno de los que serán funcionarios de la siguiente administración.

Porque, sin duda alguna, esta nueva gestión municipal tendrá una oportunidad de oro para hacerse del voto permanente, y no solamente de castigo, de los torreonenses. Rescatar Torreón de su situación actual va a requerir visión y un gran esfuerzo conjunto del gobierno municipal y de la ciudadanía. El Partido Revolucionario Institucional puede ser fiel a su razón histórica de ser –el espíritu revolucionario, es decir, el espíritu de promoción de la calidad de vida de todos los ciudadanos- y ganarse así, por mérito propio, esta plaza electoral.

Próxima ya la celebración del centenario de la Revolución Mexicana, nuestros gobernantes locales no deben pensar ya en la revolución de Madero, de Villa y de Carranza, sino en otra, la que alivie las condiciones de desempleo, de pauperización y de inseguridad que padece un enorme sector de la población torreonense. Difícilmente una revolución puede ser institucional, pero el espíritu de revolución, que es espíritu de cambio, ése sí puede ser avivado y aplicado conforme a las circunstancias concretas, sin quebrantar la institucionalidad ni el estado de derecho.

Por supuesto que cuando hablamos de una revolución en el estado de cosas, hablamos de un giro, un cambio pacífico y benéfico, generado desde el poder y ciertamente legal. Lo que menos necesita México, es más violencia. Es tal el deseo de la ciudadanía torreonense de que acabe la violencia y la inseguridad, que se puede decir que fue el factor decisivo para el triunfo de Eduardo Olmos Castro.

Ser el Cronista Oficial de Torreón, con carácter vitalicio, implica un espíritu de servicio a la ciudadanía torreonense, no a un partido político. Como Cronista de todos los torreonenses, no he estado, ni estoy ligado, al PAN, ni al PRI, ni al PRD, ni a ningún otro partido. Solamente estoy felizmente obligado a la ciudadanía torreonense.

Así pues, con la libertad que me da mi postura académica y apartidista, le deseo el mayor de los éxitos al alcalde entrante, el Lic. Eduardo Olmos Castro y a los miembros de su gobierno. No es poca cosa la promesa electoral que han hecho, el rescate de Torreón. Como Cronista Oficial de Torreón y como simple ciudadano, interesado en el bienestar de los torreonenses, apoyamos desde ahora la consecución de dicha meta.

A mis lectores torreonenses, les manifiesto mi deseo de que pasen unas felices fiestas invernales, y que el año, ya próximo, de 2010, venga acompañado de salud, bienestar, mucho éxito, y sobre todo, de paz...

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