Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

lunes, agosto 27, 2007

Guelaguetza en Torreón


Como parte de los festejos y celebraciones que han reinado en Torreón durante casi un año y ya próxima el cumpleaños número 100 de la ciudad, se presentó ayer domingo la Guelaguetza, a un costado de nuestra alameda, sobre la avenida Allende. El tramo entre las calles González Ortega, Leandro Valle y Donato Guerra, fue cerrado a la circulación de vehículos para que sirviera como teatro popular y pista de danza.

A pesar del sol “torrencial”, de ésos que queman en forma, cientos de personas se posicionaron estratégicamente para presenciar el festejo oaxaqueño. Las sombrillas multicolores llenaban el perímetro de la pista, y las señoras llegaban con sus propias sillas a sentarse, como en un festejo verdaderamente popular.

La presentación del espectáculo contó con el apoyo de las autoridades municipales, y con la gestión del promotor cultural Lic. Hugo García, dueño del conocido café “Leg Mu”. A los artesanos de Oaxaca que llegaron previamente a la celebración, se les ha permitido permanecer con sus puestos de venta de objetos típicos hasta el próximo 16 de septiembre.

25 aniversario de la UIA-Laguna

El pasado sábado 25 de los corrientes, la Universidad Iberoamericana Laguna celebró el vigésimo quinto aniversario de su fundación. Para ello, maestros, alumnos, exalumnos, simpatizantes e invitados se dieron cita en el campus de la universidad.

La misa concelebrada dio principio al programa de festejos. Al término de la eucaristía, se pronunciaron algunos mensajes y discursos. Se hizo entrega del “Reconocimiento Especial Universitario” a quienes se hicieron acreedores a él, o bien, a sus representantes. En esta ocasión, las personas homenajeadas con dicho reconocimiento fueros los señores José Guadalupe Villarreal, señora Consuelo González de Villarreal, Víctor Durana Valerio, sj., Francisco Martín Borque, Luis González Morfín, sj., Armando Martín Borque, José Ruenes Cortina y Francisco Castro Bernal.

En el marco de los festejos se inauguró en la Galería Universitaria la exposición colectiva “Reencuentro” de exalumnos de la UIA-Laguna. Posteriormente hubo un brindis, fuegos de artificio, mariachis y cena.

Los festejos de 25 aniversario cerrarán próximamente, con la presentación del libro que trata de la influencia educativa de los jesuitas de 1594 a la fecha, y con la celebración del “XVI Encuentro de Historia Económica del Norte de México” del cual la UIA-Laguna será sede del 11 al 13 de octubre de este año de 2007.

sábado, agosto 25, 2007

Viejo fantasma

El ya no tan reciente proyecto del diputado torreonense Carlos Bracho González, relacionado con la propuesta de unificación de La laguna de Durango y Coahuila, como era de esperarse, causó reacciones encontradas, incluso entre los miembros de su propio partido político.

Realmente esta clase de proyectos, desde el punto de vista histórico, han sido bastante recurrentes, relativamente cíclicos. Comenzaron casi desde 1785, el año mismo en que Carlos III firmó la separación de La Laguna en dos.

Este monarca nunca tuvo a la vista que La Laguna, por la presencia de los jesuitas y la tutela de las familias aristócratas de los marqueses de Aguayo y los condes de San Pedro del Álamo, era una región con hidrología, identidad, cultura y economía agropecuarias integradas, además de ser potencialmente generadora de una vasta riqueza que ya había demostrado con la explotación y desarrollo de un cultivo comercial como el de la vid.

Y aunque resulta del todo inviable pensar en la realización del proyecto de unificación, no deja de resultar interesante que la identidad regional haya sido tan fuerte como para generar, incluso, movimientos sociales significativos con aquél propósito.

Como Cronista Oficial de Torreón, sin el menor interés político, buscando en cuanto científico social pruebas documentales de la existencia de una identidad regional que retrocede en el tiempo más allá del siglo XX, he localizado dos apuntes periodísticos que, aunque no son los únicos, los comparto, el primero resumido, el segundo, transcrito íntegramente.

El Periódico “La Bandera de Juárez” en su edición del 12 de mayo de 1873, p. 3, menciona que el Sexto Congreso Constitucional iba a cerrar sus sesiones sin haberle dado trámite a las solicitudes de algunos peticionarios. Menciona el caso concreto de los laguneros que buscaban la creación de una entidad federativa “…los pueblos de la Laguna en los Estados de Durango y Coahuila, se alborotan, para exigir con las armas la creación de un Estado…”

Por supuesto, el diario comentaba, con toda la razón del mundo, que esa no era la vía legal ni la más adecuada para hacer que este tipo de solicitudes progresaran: “tratando de imponer desvirtúan todo derecho por el solo hecho de pretender hacerlo valer con las armas en la mano”.

“La Idea” de Villa Lerdo, Durango, en su edición del 1º de octubre de 1892, p. 3 dice lo siguiente:

“Rumores trascendentales. Se nos ha asegurado que en las altas regiones del Gobierno se piensa en declarar Territorio Federal a toda la comarca algodonera, segregando del Estado de Durango, todo el Partido de Mapimí y parte de los de Nazas y San Juan de Guadalupe, y de Coahuila parte de los de Viesca y Parras.

Suponemos que tales rumores reconocen por fundamento la necesidad que hay de terminar la cuestión de límites pendiente entre ambos Estados, y la conveniencia para el desarrollo y fomento de la agricultura, comercio e industrias, de dar unidad en la comarca a las leyes y quitar las trabas que a ellos ponen las diferencias entre las disposiciones hacendarias de uno y otro estado, pues mucho perjudica actualmente a los trabajadores y capitalistas tener divididos sus intereses entre los dos estados y tropezar diariamente con grandísimas dificultades para las menores operaciones, cuando la configuración topográfica del terreno y la naturaleza misma de los negocios los hace inseparables.

Por nuestra parte creemos que si tal proyecto se realizara, mejoraría de una manera incalculable la situación de la comarca, y progresaría rápidamente aprovechando los elementos que posee y que ahora pierde”.

miércoles, agosto 22, 2007

Las Órdenes Militares

A la mayoría de los torreonenses debe sonarles a cosa muy extraña la existencia de viejas Ordenes Militares. Por lo general, estamos acostumbrados a relacionar ese tipo de instituciones con la Edad Media, como algo que existió, pero no como algo real, ni mucho menos, como algo actual.

Por nuestra relación histórica con España, sabemos que existieron las Órdenes de Santiago, Calatrava, Montesa y Alcántara. A veces leemos sobre ellas en la extraña jerga de la heráldica y la genealogía. Pero realmente no significan nada para el común de la gente en el México actual, republicano a ultranza.

Entre los mexicanos, solamente aquellos funcionarios que prestan servicio en el cuerpo diplomático, están acostumbrados a ver y escuchar sobre estas Órdenes Militares de carácter honorífico, sin que les asalte una taquicardia escrupulosa. Otros mexicanos que no se inmutan son los funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y desde luego, los Presidentes de la República.

Si en Torreón tuviéramos embajadas, estaríamos bastante acostumbrados a ver el despliegue de insignias de esa naturaleza, que por cierto, son bastante comunes en ciudades verdaderamente cosmopolitas. Pues a final de cuentas, ser miembro de una Orden de Caballería otorgada por el Estado o por una dinastía, implica haber obtenido un mero reconocimiento a una trayectoria de utilidad pública en el campo de la ciencia, las artes, la academia, el bien común o la filantropía. Equivale, en pocas palabras, al reconocimiento de “Ciudadano Distinguido” que otorga cada año el Ayuntamiento de Torreón.

La membresía en una de las Órdenes Militares ha sido el medio como los antiguos reyes europeos o sus descendientes premiaban a sus propios ciudadanos o a los extranjeros que alcanzaban el mérito suficiente. En la actualidad, la obtención de una de estas condecoraciones no implica la recepción de ningún título de nobleza. Es equiparable a la imposición de una simple medalla con diploma, sin transmisión hereditaria.

El verdadero valor que poseen algunas de estas Órdenes de caballería es el prestigio de su origen y antigüedad. Un caso muy concreto es la Real Orden de San Miguel del Ala, que es dinástica (no la otorga un monarca coronado, sino el jefe de una Casa Real no reinante) cuyo Gran Maestre es el duque Dom Duarte Pío de Braganza, de Portugal. La Orden fue fundada por el rey Dom Alfonso Henriques hace 860 años (en 1147). Existen muchas otras Órdenes, como la Legión de Honor, fundada más recientemente por Napoleón Bonaparte, la cual es otorgada por la Nación Francesa. La Orden Mexicana del Águila Azteca tiene una función similar de reconocimiento al mérito.

Presentación de Festejos del Centenario

Hace algunos días recibí una muy atenta invitación de parte del ayuntamiento de la ciudad, para asistir a la presentación de los festejos del centenario de la Ciudad de Torreón.

El evento tuvo lugar ayer martes por la noche en el segundo piso del Hotel Crowne Plaza, salones Coahuila. En el recinto se encontraba instalado un presidium, y dos cañones de proyección en los extremos. Había asimismo una buena cantidad de mesas con cubiertos para la cena.

Los invitados, que fueron unos 120, eran recibidos y guiados desde la puerta del hotel y escaleras eléctricas por silenciosos y traviesos mimos. Entre la concurrencia había diputados, senadores, empresarios, funcionarios municipales, artistas, representantes de algunas colonias, gente de los medios y desde luego, este Cronista.

A las veinte horas con treinta minutos, el presidium fue ocupado por la gente designada para ello, principalmente por el alcalde de Torreón, José Ángel Pérez Hernández, el empresario Ramón Iriarte Maizterrena, presidente de Centenario de Torreón, A.C., el representante del Prof. Humberto Moreira Valdés, gobernador del Estado de Coahuila, y algunas otras personas designadas para ello.

La maestra de ceremonias fue Marcela Pámanes. En el momento indicado se apagaron las luces, y se presentó la agenda de celebraciones del centenario para lo que resta del mes de agosto y lo que será el mes de septiembre. Se destacó el dato de que se han celebrado 240 eventos con motivo del centenario, más los que faltan por realizarse.

La agenda de celebraciones que fue presentada incluye una gran cantidad de conciertos populares de entrada libre. Da gusto saber que estos conciertos podrán ser disfrutados por todos los torreonenses.

Una vez que la agenda fue presentada a la concurrencia, hubo una serie de alocuciones por parte de los principales miembros del presidium, alocuciones que tuvieron la mejor recepción.

Algunos tubos de aire comprimido dispararon confeti multicolor, como señal de inicio de la cena. El resto de la velada estuvo amenizada en diversos momentos, por un grupo de teatro representando indios laguneros de la era de la colonización de La Laguna, y por música en vivo.

lunes, agosto 20, 2007

Quema de "bruja" lagunera en 1892

A continuación transcribo una nota de “La Idea” revista quincenal de literatura, artes, ciencias, agricultura, industria y comercio. Villa Lerdo, Durango. Corresponde al 15 de junio de 1892, y es de interés para los torreonenses porque “La Congregación del Torreón” entonces se ubicaba en el municipio de Matamoros de La Laguna. No fue sino hasta meses después, el 24 de febrero de 1893, que fue creada la municipalidad de la Villa del Torreón.

Se trata del intento de dar muerte a una anciana bajo la sospecha de ser bruja y de tener hechizada a una señora. El texto de la noticia tiene un marcado sabor decimonónico, y es casi de un solo párrafo. Es decir, a diferencia de los modernos textos mediáticos, carece de frases cortas.
He aquí el texto:
“¡Bárbaros! A mediados de mayo último dos salvajes de la Congregación de Hidalgo (Matamoros de La Laguna) llamados Librado y Francisco ambos Rodríguez, con pretexto de que una pobre vieja de nombre Petra Rodríguez tenía embrujada a la madre del primero, la secuestraron y después de tenerla varios días encerrada, la llevaron al monte donde la golpearon atrozmente y por último la pusieron atada sobre un montón de leña a la que le prendieron fuego, y solo consintieron en quitarla de él cuando prometió desembrujar a la estúpida que se decía embrujada, pero no sin haber sufrido fuertes quemaduras, las que unidas a los fuertes golpes que antes le dieron, la dejaron en tan lamentable estado que según la opinión facultativa, le originarán la muerte. Los salvajes huyeron y hasta la fecha aún no han sido aprehendidos por la autoridad que tomó conocimiento del delito y que los persigue activamente”.

sábado, agosto 18, 2007

La vid en La Laguna

La vitivinicultura ha sido una actividad agrícola, industrial y comercial de siglos en la Comarca Lagunera. Esto resulta evidente a través de la lectura de mi libro “La vitivinicultura en el pueblo de Santa María de las Parras. Vinos, vinagres y aguardientes bajo el paradigma andaluz (siglos XVII y XVIII).

En el siglo XIX, la vitivinicultura lagunera seguía bien establecida en la región de Parras. El censo de 1825 nos da una idea de la cantidad de personas que continuaban relacionadas con estos menesteres.

Hacia 1850, la Hacienda de San Lorenzo era la principal productora de vinos, y sobre todo, de aguardientes, que distribuía a lo largo y ancho del país. La uva procesada era el origen de la fortuna de los Ibarra, dueños de las bodegas de San Lorenzo.

No deja de ser interesante que el dinero producto de la vitivinicultura parrense sirvió para comprar la Hacienda de San Lorenzo de La Laguna, que más tarde se convertiría en emporio algodonero.

No obstante, la vitivinicultura continuó siendo una de las actividades agroindustriales laguneras “de abolengo” (que venía de los abuelos) y las bodegas de San Lorenzo pasaron a pertenecer a los Madero, quienes mantuvieron viva la tradición de elaboración de bebidas etílicas, al igual que muchas pequeñas bodegas de carácter artesanal.

La vieja tradición vitivinícola tomó nuevo auge a finales del siglo XIX y principios del XX, como una de las actividades productivas de los sucesores de Santiago Lavín. En 1910, una de las industrias existentes en el llamado “Perímetro Lavín” era la fabricación en grande de vinos y aguardientes. Para 1910 producían fruto más de setecientas mil parras, y se esperaba que en cuatro años llegara a los tres millones. Es decir, la Hacienda Noé igualaría el número de vides que tenía Parras en sus mejores momentos del siglo XVIII.

La fábrica de vinos era muy moderna, y sus procedimientos, de los mejores que se usaban en Europa. Al frente de la fabricación de las bebidas se encontraba el Profesor Químico doctor Luis Paparelli, quien formó con la Casa Lavín una sociedad bajo la razón social “Lavín y Paparelli, Compañía Vinícola de Noé”.

Un anuncio comercial publicado en el “Eco de la Comarca” domingo 30 de enero de 1910, p. 4, rezaba literalmente:

“Compañía Vinícola de Noé. Lavín y Paparelli”. La casa más importante en el norte de la República y la que elabora los mejores vinos y aguardientes legítimos de uva. Nuestros productos han sido analizados científica y satisfactoriamente, con mucho honor para nosotros, por los Institutos Nacionales de México, D.F. y Guadalajara, Jal.

Especialidad en nuestro Evaporado para consagrar que es el preferido y recomendado por el venerable clero de la República.

Viñedos, Bodegas y Destilería en Noé F.C. C.M. Dirección postal: apartado 43 Gómez Palacio, Dgo. Dr. Luis Paparelli Director Gerente. Agencias Durango, Dgo., Chihuahua, Chih., Guadalajara, Jal., Zacatecas, Zac., y Gómez Palacio, Dgo.

Heredera de esta tradición de siglos fue la desaparecida “Compañía Vinícola del Vergel” fundada en 1943.

viernes, agosto 10, 2007

Encuentro de Historia Económica


El “XVI Encuentro de Historia Económica del Norte de México” se llevará a cabo en Torreón, Coahuila, los días 11, 12 y 13 del próximo mes de octubre de 2007.

El encuentro —evento académico del más alto nivel— es organizado por la Universidad Iberoamericana Laguna a través de su Centro de Estudios Históricos, la Asociación de Historia Económica del Norte de México (AHENME), con el apoyo del Ayuntamiento de Torreón y del Archivo Municipal. Este evento se inscribe en el cierre de los festejos de los 25 años de la UIA-Laguna y la celebración del primer centenario de Torreón como ciudad.

Entre las instituciones que mantienen líneas de investigación en historia económica sobre el norte de México y que han participado en los encuentros de la AHENME, se cuentan las siguientes:

El Colegio de la Frontera Norte, Departamento de Estudios Sociales, Mexicali; El Colegio de Jalisco; Universidad Autónoma de Zacatecas; El Colegio de San Luis; Universidad Autónoma de Baja California Sur; Instituto Nacional de Antropología e Historia, Zacatecas; Universidad Autónoma de Sinaloa; El Colegio de la Frontera Norte, Laredo; Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Economía; El Colegio de la Frontera Norte; Universidad Iberoamericana Santa Fe; El Colegio de San Luis, Maestría en Historia; Universidad de Monterrey; Universidad Autónoma de Sonora; Colegio de San Luis; Universidad Autónoma de Aguascalientes; Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Filosofía; Instituto Nacional de Antropología e Historia Sonora; Universidad Autónoma de Coahuila, Facultad de Economía; Universidad Autónoma de Tamaulipas; Universidad Autónoma de Ciudad Juárez; Universidad Autónoma de Sinaloa, Facultad de Historia; Archivo General del Estado de Nuevo León; Universidad Autónoma de Nuevo León, Instituto de Investigaciones Sociales; Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Filosofía y Letras; Universidad Autónoma de Baja California; El Colegio de México; El Colegio de la Frontera Norte, oficina regional en Matamoros; Dirección para la preservación del patrimonio cultural, histórico y artístico de Nuevo León, CONARTE; Universidad Juárez del Estado de Durango; Centro de Estudios Históricos y Sociales, A.C.; Instituto Nacional de Antropología e Historia, Delegación Saltillo; Universidad Autónoma de Sonora; Universidad Nacional Autónoma de México; CIESAS Monterrey; Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y el Centro de Investigaciones Históricas de la UIA-Laguna de Torreón.

VII Congreso de Seguridad Pública

Ayer 9 y hoy 10 de este mes de agosto, ha tenido lugar en Torreón el VII Congreso Nacional de Seguridad Pública. Este evento se realiza en coordinación con la Asociación de Municipios de México, A.C. la cual ha distinguido a Torreón para que se efectuara este congreso, en atención a los festejos del primer centenario de Torreón como ciudad.

El congreso consiste básicamente en un enriquecedor intercambio de experiencias y de conocimientos que incidan en la preservación de la seguridad pública a nivel nacional, estatal y municipal, dada la situación que vive nuestro país en la actualidad.

El congreso se organizó de tal manera que se contara con conferencias magistrales, mesas de trabajo y visitas técnicas. Entre los participantes hubo numerosos alcaldes de las ciudades más importantes del país.

jueves, agosto 09, 2007

Coloquios de historia oral

Ante un Teatro Martínez repleto, hoy fue presentada la nueva versión de los “Coloquios para la historia oral de Torreón”. Como todos sabemos, entre agosto de 1990 y julio de 1992 se llevaron a cabo dichos coloquios en nuestra ciudad.

Hace 15 años, los testigos oculares de la historia de Torreón, en un gran número de vertientes y temáticas, participaron y grabaron en audio casete sus propias memorias y experiencias. Hoy, el Director del Archivo Municipal, Lic. Jorge Rodríguez Pardo presentó la nueva edición de estos coloquios, con soporte en CD. Esta nueva edición constituye una labor de rescate que el Archivo Municipal ofrece con ocasión del centenario de Torreón como ciudad.

Para la presentación estuvieron en el presidium el Lic. Rodolfo Walss Aurioles, actual Secretario del Ayuntamiento y representante del Alcalde José Ángel Pérez Hernández; la señora Pilar Madero de González, la señora Sonia Salum, el doctor en Historia José Muriá y el propio director del Archivo Municipal.

Todos ellos dirigieron la palabra a la concurrencia, aquilatando los recuerdos y el valor de la historia oral. Finalmente, la velada cerró con el tradicional brindis.

miércoles, agosto 08, 2007

1921, hazaña de Harry Potter lagunero


Entre los procesos de adopción de innumerables tecnologías que se podrían estudiar en la historia de Torreón, se encuentra la automotriz. La llegada del automóvil constituyó una verdadera sensación para los laguneros, y los entusiastas del coche conformaron un factor importante de impulso dentro de ciertos procesos de urbanización y de las comunicaciones. El “Club del Automóvil de La Laguna” tuvo mucho que ver en la construcción de caminos y puentes. De nuevo, se trata de uno de esos casos en los que la iniciativa privada de Torreón llevaba la delantera a los sectores públicos de la administración local o estatal.

Una interesante hazaña de automóvil se encuentra consignada en “El Informador” (Guadalajara, Jalisco) del lunes 25 de julio de 1921. La transcribo literalmente:

“En 22 días de New York a Torreón. México, julio 24. Acaba de efectuarse un viaje en automóvil desde el puerto norteamericano de Nueva York hasta la ciudad mexicana de Torreón, Coahuila, en 22 días.

Llevó a cabo el viaje el señor Enrique Potter, conocidísimo hombre de negocios de la frontera norte de nuestro país, Gerente de la negociación Industrial Lagunera de Tlahualilo, quien tiene su residencia en la susodicha ciudad de Torreón.

El señor Potter efectuó el recorrido acompañado de la señora su esposa y de un mecánico competente.

La noticia de la hazaña deportiva llevada a efecto por el citado negociante lagunero, ha sido recibida con bastante interés en esta metrópoli, particularmente en los numerosos centros de los aficionados al cultivo de los deportes.

Tiénese como seguro, según se desprende de los comentarios que se hacen a propósito del viaje referido, que este suscitará para días próximo-venideros, inusitado entusiasmo por llevar a cabo recorridos análogos entre ciudades mexicanas y estadounidenses, y viceversa, en los cuales recorridos habrán de competir los diversos centros automovilistas y los choferes más afamados por su pericia y por su audacia.

Se esperan con interés los detalles del viaje”.

lunes, agosto 06, 2007

En Saltillo, el correo andaba en burro

El periódico “El Nacional” en su edición del 12 de julio de 1884, en la página 3, nos presenta un diálogo entre los reporteros del “Escudo del Pueblo” y “El Diario”, con motivo del transporte del correo de Lerdo, Durango, a Saltillo, Coahuila. Lo transcribimos a continuación:

El “Escudo del Pueblo” del Saltillo.
Es ridículo y vergonzoso para la nación —dice este colega— lo que pasa con el correo, en el tramo de Villa Lerdo a esta ciudad. Ridículo, porque no lo puede ser más el que el correo se traiga en burros; y vergonzoso, porque, lo es en efecto, que en una nación ya tan civilizada como la nuestra, se permitan estas aberraciones.

“El Diario” contesta:
“Recordemos al colega del Saltillo los antecedentes de este negocio.
El Gobernador del Estado de Coahuila propuso a la Secretaría de Gobernación que la correspondencia de la “Villa de Lerdo” fuese conducida en carruaje: se le contestó que así por lo escaso de la correspondencia entre ambos puntos, como por las escaseces del Erario, no era posible contraer un compromiso que no podría satisfacerse; pero que el servicio del correo se haría a caballo entre la indicada villa y el Saltillo. De esta manera se ajustó el contrato respectivo; si la correspondencia se conduce en burros, es un abuso, cuyo correctivo se recomienda ya a la oficina respectiva”.

Asfaltado en la villa del Torreón

Una de las características de Torreón es que, a diferencia de Saltillo, el poder ha estado más en manos de la iniciativa privada que en manos de las instituciones gubernamentales. Torreón siempre ha sido una ciudad empresarial antes que una ciudad de carácter administrativo.

Prueba de ello, es la cantidad de cosas que la iniciativa privada de Torreón ha emprendido, cosas que en otras ciudades estarían a cargo de la administración pública.

El periódico sinaloense “El Demócrata”, en su edición del jueves 9 de agosto de 1906, p. 2, nos da un ejemplo de cómo comenzaron las prácticas de asfaltado de las calles en la villa del Torreón.

“Un grupo de conocidos comerciantes de Torreón ha tomado a su cargo la tarea de acabar con el molesto y perjudicial polvo de las calles, que a más de ser bastante desagradable, sobre todo en el verano, produce frecuentes enfermedades de las vías respiratorias, según lo tiene comprobado el Consejo de Salubridad de la misma población. Desde hace mucho tiempo que allá se han venido preocupando en este asunto, pero hasta ahora no se había logrado acertar con el procedimiento eficaz para corregir el mal, a pesar de los frecuentes barridos y regados de las calles.

En vista de esto, el grupo de comerciantes de que hemos hablado y que ha tomado la iniciativa de este asunto, va a apelar como un último recurso al método empleado con muy buenos resultados en varias poblaciones de los Estados Unidos, y que consiste en regar las calles con petróleo”.

Santos, con el pie derecho

Muchos lguneros están contentos por el buen papel que hicieron los Guerreros del Santos el día de ayer. Cruz Azul y Santos se enfrentaron en la apertura del torneo 2007 en el Estadio Corona de Torreón, con resultados favorables para el equipo local, dos goles a cero.

Las anotaciones fueron firmadas por Daniel Ludueña (“Hachita”). Después de lo azaroso que resultó la participación del Santos en el torneo anterior, el buen inicio del torneo es recibido por muchos con gran alivio.

domingo, agosto 05, 2007

El General Reyes Iduñate


Uno de los personajes regionales relegados al olvido, ha sido el General de División Manuel H. Reyes Iduñate, sin duda porque la mayor parte de su carrera militar la hizo fuera de la Comarca.

Manuel Hermes Reyes Iduñate nació el 10 de mayo de 1891 en Parras, hijo legítimo de Pedro Reyes y María Lázara Iduñate.

Ingresó al Ejército Mexicano en las fuerzas Maderistas el 7 de marzo de 1911 como teniente, en el regimiento que fue llamado posteriormente 22º Cuerpo Rural, en el 12º Regimiento de Caballería de la 2ª División del Norte.

Estuvo en el Estado Mayor del general Emilio Madero y en otros cuerpos militares del Ejército Constitucionalista. Herido en batalla, estuvo en los Estados Unidos entre 1913 y 1914 para tratarse.

El 21 de septiembre de 1916, el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, le otorgó el ascenso a Teniente Coronel de Infantería.

El 24 de abril de 1920, fue promovido a Coronel de Infantería, por acuerdo del Presidente de la República .El Senado de la República lo ratificó en la sesión del 23 de septiembre de 1931.

Entre el 1º de marzo de 1931 y el 16 de junio de 1941, con el grado de Coronel y luego de General, Manuel H. Reyes Iduñate fue Jefe del 47º Batallón de Infantería, que es el de los Guardias Presidenciales.

El 1º de marzo de 1938, fue nombrado General Brigadier, y fue ratificado por el Senado en la sesión del 22 de diciembre del mismo año.

El 16 de enero de 1945 fue nombrado General de Brigada, y lo ratificó el Senado el 4 de septiembre de 1947.

El 16 de noviembre de 1952, fue nombrado General de División.

Manuel H. Reyes Iduñate fue Director General de Educación Física en la Secretaría de Educación Pública desde el 16 de julio de 1942. A partir del 1º de enero de 1943, fue Director Nacional de Educación Física y Enseñanza Pre-Militar.

A partir del 1º de noviembre de 1945, Manuel H. Reyes fue Comandante de la Sexta Zona Militar ubicada en Torreón, en 1º de abril de 1951 pasó a ser Comandante de la 26ª Zona Militar, en 1º de junio de 1952 se convirtió en Subinspector General del Ejército, el 16 de enero de 1953 tomó poesión como Comandante de la 32ª Zona Militar. El 16 de marzo de 1954 ocupó su último puesto, que fue el de Comandante de la III Región Militar.

El General Reyes Iduñate obtuvo las siguientes condecoraciones: de Perseverancia de 5ª, 4ª, 3ª, 2ª, y 1ª clases. Mérito Militar, 3ª, 2ª y 1ª clases. Mérito Deportivo 4ª clase. Cruz de Guerra de 1ª clase.

El General Reyes Iduñate casó con Ma. De los Ángeles Conde, y fueron padres de Manuel Ángel Reyes Conde.

El General Reyes Iduñate era sumamente conocido y apreciado en la Comarca Lagunera, y a su muerte, ocurrida el 13 de diciembre de 1954, su cuerpo fue trasladado desde Mérida para recibir sepultura en Torreón. La ceremonia fúnebre fue la más solemne que se haya registrado en Torreón, con desfile de diversos cuerpos y transportes militares y civiles, armón para el féretro, caballo sin jinete guiado por palafranero, descargas de fusilería, etc.

Historia y política: 1808

Interesante la discusión que se ha suscitado sobre la decisión del Gobierno del Distrito Federal para comenzar las celebraciones del bicentenario del inicio del movimiento de independencia en 2008, y no en el 2010.

Desde luego, lo interesante de la propuesta no radica en el aspecto político, pues evidentemente hay un trasfondo político en esta celebración anticipada.

Para mí, como historiador, lo que hace interesante la decisión del Gobierno del D.F. es que ha puesto de relieve que el discurso de la historia es una construcción intelectual, un discurso eminentemente consensuado, y que por estas mismas razones, son posibles la disensión, las lecturas diferentes o la manipulación con fines políticos.

En México, los acontecimientos históricos han sido leídos casi siempre como sustento de la ideología oficial. A diferencia de lo que ha ocurrido en otros países, la historia mexicana ha sido fundamentalmente una historia política. En efecto, siempre hemos relacionado la historia con eventos políticos, o político-militares. Se trata de una relación de “buenos” y “malos”, donde los buenos son siempre los precursores de quienes detentan el poder, y los “malos” son los antecesores de los enemigos políticos del régimen actual, sea cual sea.

En Gobierno del Distrito Federal ha tomado como bandera el movimiento de independencia de 1808 porque ese movimiento estuvo organizado precisamente por el gobierno de la ciudad de México, y de manera particular por los regidores licenciados Francisco Primo de Verdad y Ramos y Juan Francisco Azcárate y Ledesma. Ambos eran mexicanos (decir “criollos” es hacer referencia a la raza antes que a la identidad). Azcárate fue signatario del Acta de Independencia de México en 1821. Aunque el movimiento de 1808 fue muy loable y digno de ser recordado, los liberales jacobinos y sus sucesores (quienes han ido conformando el “canon” de la historia oficial) han rechazado tomarlo en cuenta por su carácter monárquico, de la misma manera que se niegan a reconocer el de Iturbide, por la misma razón.

Sin embargo, en el caso que nos ocupa, por razones políticas, el Gobierno del D.F. ha decidido que le conviene tener una celebración “alterna” a la del resto del país. Porque glorificando al ayuntamiento de la Ciudad de México de 1808, el actual gobierno del D.F. enfoca los reflectores sobre el papel del Ayuntamiento de la Ciudad de México en la lucha por la independencia nacional. Y desde luego, buscaría lograr que el prestigio del de 1808 “se transfiera” al actual, por asociación de ideas.

A manera de conclusión, insistiré en que no resulta nada bueno cuando se quiere usar la historia como elemento legitimador. La escritura de la historia debe estar muy por encima de mezquinos intereses políticos, más allá de la miopía y la mezquindad de quienes desean una historia “a su medida y conveniencia”.

jueves, agosto 02, 2007

Bautistas en la Coahuila Porfiriana

Un artículo del periódico “El Bautista” que se editaba en León, Guanajuato, y que corresponde al jueves 28 de julio de 1910, p. 12, contiene algunos datos de interés para la historia de las minorías en Coahuila.

En la reunión que en 1910 celebró la Asociación Bautista del Estado de Coahuila en Parras, había representantes de las iglesias bautistas de Zaragoza, Allende, San Pedro, C.P. Díaz, Mapimí, C. González Ortega, Matamoros, Torreón, Gómez Palacio, Parras de la Fuente, Saltillo y Múzquiz. Mapimí y Gómez Palacio, aunque están ubicadas en el Estado de Durango, eran contadas en la Asociación Coahuilense por su condición de ciudades laguneras.

La estadística de dicha Asociación mostraba entonces 150 altas en las iglesias por bautismo (de adultos, evidentemente) y más de 750 miembros en Coahuila. Pero hubo iglesias de dicho Estado que ni estuvieron representadas, ni mandaron estadísticas.

De acuerdo a dichas estadísticas, la iglesia bautista más numerosa de Coahuila, con 134 miembros, luego la de Torreón, con 121, y la de San Pedro, con 84. De estas iglesias, la que recibió más miembros en un año fue la de Torreón, con 42; luego la de Saltillo, con 30, y la de San Pedro, con 26. Para 1910, Torreón contaba ya con un Instituto Teológico Bautista. Su director era D.H. LeSueur, y había 21 alumnos inscritos para el ciclo.

Por todo lo anterior, podemos concluir que para 1910 la Iglesia Bautista de Torreón era una denominación con pocos miembros, aunque se nota que eran tan activos como para sostener un seminario. Sin embargo, si lo vemos fríamente, una minoría no religiosa, sino étnica, como la de los chinos torreonenses, era mucho más numerosa. Tan solo los muertos del 15 de mayo de 1911 superaron casi tres veces el número de los bautistas torreonenses registrados.

La historia de nuestra ciudad es mucho más compleja y rica de lo que la hemos percibido o expresado en tiempos pretéritos. Sus fundadores realmente venían de muchos lugares y culturas. Ni todos eran extranjeros, ni todos mexicanos; ni todos católicos, ni todos protestantes, musulmanes o confucianos. La distancia que había entre las mentalidades y las costumbres de dichos grupos podía ser muy grande. Sin embargo, todos eran torreonenses y todos merecen ser recordados. Con el tiempo, la distancia cultural disminuyó, y nos hemos promediado, nos hemos vuelto más conservadores, más selectivos. Pero no debemos perder de vista que la sociedad torreonense del pasado era semejante a un mosaico bizantino, el cual, a pesar de estar constituido por tantas piezas unitarias de diversos colores y matices, brinda al espectador que lo contempla, la percepción de la unidad en la diversidad.

miércoles, agosto 01, 2007

Sana distancia

Haciendo eco a un conocido columnista, concuerdo en que es una verdadera lástima que un evento amable, como debiera ser aquél dedicado a la presentación de un libro, se convierta en pretexto para la celebración de un agresivo mitin político.

Nada tengo en contra de la libertad de expresión. Pero hay lugares para debatir o argumentar sobre encuentros o desencuentros políticos. Y ese lugar para nada se corresponde con el recinto donde se presenta un libro de historia. Mal negocio cuando un acto así se usa como foro para expresar preferencias o consignas partidistas.

En el caso presente, se atentó contra la buena imagen del cronista, aunque sea emérito (es decir, pretérito, uno que fue Cronista Oficial en el pasado). Se rompió la sana distancia que un oficio de esta naturaleza debe guardar hacia los partidos políticos. Lamentable...