Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

lunes, enero 24, 2011

Las sabrosas "gorditas" de Torreón




Hace algún tiempo, escribí para una página gastronómica española, la historia documental de las tortillas de harina, ese delicioso alimento del norte de México. Como lo menciono en ese texto, su registro documentado en Coahuila, se remonta hasta el primer tercio del siglo XVIII. Sin embargo, su origen es más remoto, como puede leerse en dicho texto, cuyo enlace es

http://www.historiacocina.com/paises/articulos/mexico/tortillas.htm

Ahora bien, si las tortillas de harina tienen siglos de sabrosa existencia, aún falta por determinar el origen de las “gorditas” de harina. A falta de mayor evidencia, solo podemos suponer que, al igual que pasó con las tortillas de maíz y las de harina, la “gordita” de harina para rellenar tuvo su inspiración en la gordita de maíz, rellena.

En la actualidad, se considera a la gordita de harina rellena, como un platillo muy característico de nuestra ciudad. Por toda La Comarca hay localitos, locales y restaurantes que las expenden. Los guisados con que se rellenan pueden ser muy variados. Los hay de chicharrón, tinga, rajas, queso, frijoles con queso, picadillo con papas, asado rojo, asado verde, carne con chile verde y rojo, papas con chorizo, y muchas otras combinaciones que se me escapan por ahora. Sin embargo, existe el consenso en Torreón, de que las gorditas son para el desayuno, y las típicas hamburguesas, para la cena. De tal manera que no se venden hamburguesas por la mañana, ni gorditas por la noche.

¿Cuándo se popularizó el consumo de gorditas de harina en Torreón? De acuerdo a los registros existentes, las gorditas comenzaban a ser solicitadas a finales de los años cuarentas, aunque en relativamente pocas cantidades, y no para rellenar, sino para acompañar platillos tradicionales como el machacado con huevo. Al parecer, esta innovación llegó de Monclova, al norte de Coahuila, uno de los sitios relacionados con manufactura de tortillas de harina desde hace siglos.

A finales de los años setentas y principio de los ochentas, el gusto por las gorditas de harina rellenas se había extendido y popularizado en Torreón. En esos años había ya una buena cantidad de “gorderías” que se dedicaban exclusivamente a la preparación de estos manjares matutinos. En esos mismos años, las fábricas de tortillas de harina comenzaron a ofrecer también “gorditas de harina abiertas, para rellenar”. Las gorditas de harina tuvieron una fuerte movilidad social ascendente entre las clases medias y altas en esos mismos años. En 1982, el Hotel Presidente de Torreón (Paseo La Rosita) ofrecía los sábados una orden de tres, en su rol semanal de “desayunos mexicanos”.

Finalmente, su consumo tomó carta de naturalización en Torreón, al punto de que actualmente se identifica a la gordita de harina rellena, como uno de los platillos, si no tradicionales, sí característicos de la ciudad de Torreón.

viernes, enero 21, 2011

Capitan Ricardo González Orduña



Hace medio siglo, el 19 de enero de 1961, un poderoso DC-8 de la empresa Aeronaves de México, se desplomó al despegar del aeropuerto de Idlewild, en Nueva York. Era un día muy frío, con una fuente tormenta de nieve y mucho viento. Poco después de estrellarse, el avión se incendió.

En su caída, el avión rompió la cerca del aeropuerto, derribó dos postes eléctricos, embistió a un automóvil que pasaba por el boulevard Rockayay, para detenerse finalmente en un pantano nevado.

El avión llevaba ciento seis pasajeros a bordo, incluidos los tripulantes. De estos, ciento dos lograron escapar gracias a que el combustible que llevaba el avión era kerosene puro, y no el volátil JP-4, tan usual en los jets. Este combustible les dio tiempo a los pasajeros, para que abandonaran el avión. El JP-4 habría estallado instantáneamente.

Cuatro de los pasajeros y tripulantes perdieron la vida en ese terrible accidente. El piloto estuvo entre los fallecidos, y su muerte fue muy sentida en la Comarca Lagunera, ya que se trataba del torreonense CPA Ricardo González Orduña, quien tenía más de quince mil horas de vuelo, y que era originario de Torreón. Su esposa era la señora Carmen Aguilar, hija del conocido músico J. Refugio Aguilar. El capitán era hijo del general Vicente González, ex gobernador de Oaxaca, y nieto materno-paterno del señor Darío Orduña.


jueves, enero 13, 2011

Alzas "insignificantes"


20 centavos, el precio de una pieza de pan en 1965, 1/5 de un milésimo de peso actual

Hace 50 años, en enero de 1961, se le comunicó a la población de la Comarca Lagunera que el precio de la leche subiría quince centavos. En efecto, las pasterizadoras “Laguna” y “Nazas” de Torreón, y la “Higiénica” de Gómez Palacio, dieron a conocer que el frasco de un litro de leche pasaría de costar un peso y sesenta centavos, a un peso con setenta y cinco centavos. Esta noticia se difundió en anuncios desplegados en los diarios locales.

Las razones que las pasterizadoras dieron a la Dirección General de Precios de la Secretaría de Industria y Comercio para justificar el aumento de la leche, fueron las siguientes: el aumento de precio en los forrajes, como la harinolina, cascarilla y salvado, los cuales se incrementaron en un 40%, 125% y 20%, respectivamente; incremento en el precio del combustible, 100%; aumento en los salarios, 23%.

Esta noticia fue recibida con gran descontento en todas las centrales obreras, y como es natural, entre las familias humildes. Algunos líderes sindicales protestaron ante el gobernador de Coahuila, por el alza. El mandatario estatal se encontraba en Torreón por esas fechas. Otros trataron de mostrar su inconformidad ante el delegado de Industria y Comercio, quien, al parecer, se ausentó de la ciudad para evitar la confrontación. La Federación Revolucionaria de Trabajadores del Estado de Coahuila se inconformó ante el Presidente de la República.

Quince centavos de aquella época representaban aproximadamente un sexto de la milésima parte de un peso actual. Y por esta “insignificante” suma, la población se sentía agraviada y se manifestaba. La ilusión creada por los “nuevos pesos” mexicanos desde enero de 1993, ha tratado de ocultar y de arrojar al olvido la enorme diferencia que existe entre la capacidad adquisitiva de la población de aquellos años, y la actual.

La pauperización ha sido un proceso continuo para los mexicanos. Nos hemos acostumbrado a la pobreza, a la crisis y a los constantes aumentos en los precios de todo. La supresión de los tres ceros de nuestra moneda en 1993, equivale a la extirpación de la memoria colectiva, a la desaparición de recuerdos políticamente “incómodos”, puntos de referencia para calibrar la verdadera magnitud del desastre económico que se ha venido gestando en México desde los años setenta, y cuyas raíces se encuentran en la administración pública y en la corrupción generalizada.

martes, enero 11, 2011

Primeras novedades del 2011



Los primeros nueve días del 2011 trajeron consigo un clima inusualmente benigno para la Comarca Lagunera. A pesar de tratarse de los días iniciales del mes de enero, las temperaturas estuvieron bastante agradables. Nuestros abuelos agricultores —que creían en “las cabañuelas”— dirían, en vista de lo anterior, que 2011 será un año inusualmente caluroso.

Por lo que se refiere al ámbito político, hay algunas novedades en Coahuila. El gobernador de nuestra entidad, el Prof. Humberto Moreira Valdés, con miras a convertirse en el nuevo presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pidió licencia para separarse del cargo, y ésta le fue concedida, del 4 de enero al 30 de noviembre de 2011. El Congreso del Estado designó al señor Jorge Torres López como gobernador interino.

El ex diputado federal Rubén Moreira Valdés, solicitó y obtuvo su registro como precandidato a la gubernatura del Estado de Coahuila por el PRI. Su contraparte por el Partido Acción Nacional (PAN), el senador con licencia Guillermo Anaya Llamas, ex alcalde de Torreón, también obtuvo su registro. Por lo que respecta al Partido de la Revolución Democrática (PRD), el precandidato no será designado sino hasta fines de enero.

El sábado 8 de enero, en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en la ciudad de México, el ex gobernador Humberto Moreira Valdés fue designado Presidente de dicho partido político. Tomará formal posesión el 4 de marzo próximo.

lunes, enero 10, 2011

Producción agropecuaria lagunera en 1786




A finales de 2010, la Universidad de Santiago de Chile publicó el número 14 de la revista de divulgación científica “Estudios Avanzados”. Este número fue presentado durante los trabajos del “XIII Seminario Iberoamericano de Viticultura y Ciencias Sociales”. Como es bien sabido, el seminario anterior se celebró en la Universidad Iberoamericana de nuestra ciudad, los días 15, 16 y 17 de julio de 2009.

Entre los artículos —todos ellos rigurosamente dictaminados— hay uno de la autoría de este Cronista, el cual lleva por nombre “Vinos y diezmos en México. Prácticas recaudatorias en Santa María de las Parras” Es de interés para los estudiosos de la economía colonial de la Comarca Lagunera de Coahuila, ya que, a partir de los diezmos, se reconstruye la producción agropecuaria de Parras y su jurisdicción durante el año de 1786.

En ese año, la producción conjunta de vinos y aguardientes de la jurisdicción de Parras tuvo un valor de 74 mil 795 pesos, y representaba el 43 % del valor de la producción económica parrense, estimada en 177 mil 783 pesos novohispanos, equivalentes a 4 mil 544 kilos con 133 gramos de plata pura, y era, por mucho, la actividad más importante. Le seguían en valor la poducción de maíz (22 %), la producción de ovinos (17.4 %), la producción de trigo (11 %), la producción de lana (2.12 %), y una buena cantidad de productos menos significativos a la economía, en términos de valor.

La suma total de canastos de uva cosechadas en Parras en ese año sumaría 57 mil 234 canastos. De esta cantidad, solamente el 19 % correspondió a la hacienda del Rosario de los marqueses de Aguayo, el 7 % a la hacienda de San Lorenzo, y el 74 %, a los indios (naturales) y vecinos del Pueblo. La diferencia es significativa, pues demuestra que la producción del pueblo (naturales y vecindario) resultaba mayor que la de las haciendas en conjunto. Se infiere con toda claridad que la vitivinicultura de huerto urbano y suburbano, producía un volumen cuatro veces mayor que la vitivinicultura de hacienda.

sábado, enero 01, 2011

1 de enero de 2011


Puerta de Torreón

Ayer, 31 de diciembre de 2010, la ciudad mostró más vida y movimiento. Se notaba el ambiente festivo en el aire. Sin la presencia de masas de aire polar, las temperaturas estuvieron agradables. También por la noche hubo bastante movimiento, seguramente personas que se trasladaban para celebrar en grupo la nochevieja.

Un momento que me pareció sobrecogedor fue la tradicional “balacera” de las 12 de la noche, al momento de cambiar del año. Desde que yo recuerdo, siempre las ha habido. Pero anoche resultó ser un atronador concierto de disparos al aire, mezclados con los estallidos de los cohetes. Por momentos recordé las escenas televisivas de la CNN de los bombardeos a Bagdad durante la llamada “Guerra del Golfo”.

En fin. A todos los lectores de este Blog de Crónica, les deseamos seguridad, paz, bienestar y toda clase de éxito para este año nuevo de 2011, y para siempre.

Retomando la temática de mi último artículo sobre la situación en México hace medio siglo (al 31 de diciembre de 1960), quiero retomar la pregunta que planteaba al final del mismo “¿ha sido el incontenible crecimiento de la población uno de los factores clave para entender las recurrentes crisis económicas de nuestro país?”

En 1960, México contaba con 34 millones 923 mil 129 habitantes. De acuerdo a las cifras preliminares del INEGI en torno al censo de población mexicana en 2010, ésta ha crecido a 112 millones 322 mil 757 habitantes. Es decir, en los últimos 50 años, el número de mexicanos se ha triplicado. Lamentablemente, ni la producción alimentaria ni la oferta de trabajo ha sido multiplicada en la misma proporción.

Efectivamente, en 1960 se había alcanzado la autosuficiencia en la producción de maíz y trigo. Existía una clase media con calidad de vida aceptable y con la posibilidad de acumular excedentes a través del ahorro. Cualquier secretaria podía comprarse un coche volkswagen con una parte de su sueldo, pues el crédito era accesible, muy bajo en intereses y con largos plazos de pago.

¿Cómo fue que creció de tal manera la población mexicana? Pensamos que no es muy difícil responder a esta pregunta. En las áreas rurales del país, los brazos adicionales siempre han sido fuente de riqueza. Mientras más hijos nacieran de una pareja, mejores condiciones de vida obtendría la familia en su conjunto. Los hijos eran una buena inversión en el mediano y largo plazo. Y México contaba con un fuerte apoyo al campo en 1960. De una o de otra manera, la agricultura ejidal era negocio.

En las áreas urbanas, el clero alentaba a las parejas católicas, a “tener todos los hijos que Dios les mandara” a la vez que se condenaba el control natal. La comodidad de vida de entonces alentaba a los católicos a crear familias numerosas.

La introducción masiva de antibióticos en México al terminar la Segunda Guerra Mundial, y casi simultáneamente, la aparición de vacunas contra las enfermedades de la niñez, fueron innovaciones en la vida sanitaria del país que impactaron de manera dramática, al disminuir las tasas de mortalidad infantil.

Sin embargo, las crisis económicas como las de los sexenios de los presidentes Echeverría, López Portillo y Zedillo, o medidas equivocadas en torno a la política agraria, como la del presidente Salinas, han agravado la problemática de la población mexicana. Pareciera que en nuestro país, la llamada “Ley de Murphy” ha cobrado plena vigencia. Se trata de un enunciado que no tiene otra intención que el de hacer reír, pero pareciera que en México, las peores cosas suceden en los momentos más inoportunos, como un disparado crecimiento de población cuando apenas habíamos alcanzado la autosuficiencia alimentaria, o acabar con el productor ejidatario por razón de un “tratado de libre comercio” cuando era bien sabido que la suficiencia alimentaria constituye un problema de seguridad nacional, y que la tasa mexicana de natalidad era tan alta.