La "Armada Invencible"
Uno de los linajes fundadores del norte novohispano, y muy concretamente, de Saltillo, de donde se dispersó por los estados de Coahuila y Nuevo León, fue el de Florez-de-Valdés.
Habrá a quien le parezca extraño escribir “Florez” con “z” y no con “s”. Originalmente, el apellido no se escribía como el plural de “flor” (como pensaríamos en la actualidad) sino que se escribía con “z” porque era un patronímico, como Rodríguez, Fernández, López, o Pérez. Se trataba del nombre propio de “Froyla”, nombre visigótico asturiano cuyo patronímico era “Froylez”, el cual fue transformado por el pueblo en “Florez” por eufonía.
En Coahuila y Nuevo León, el primer Flores-de-Valdés fue el capitán Rodrigo Flores de Valdés, nacido en Cangas de Tineo, en Asturias, hijo de don Álvaro Flores de Valdés y de doña Aldonza Carvallo. Rodrigo casó en Nueva España con María de Salazar Treviño (Treviño de Nuevo León). Este matrimonio tendría varios hijos e hijas, que se convirtieron en padres de muchas familias fundadoras de Coahuila, Nuevo León y Texas, como los Martínez Guajardo, Flores de Abrego, de la Fuente, Santos Coy y muchas otras.
De acuerdo al tratadista español, el apellido Flores de Valdés se generó a principios del siglo XVI en Asturias, cuando Juan Flores de Quiñones, nacido en las Morteras (Somiedo) hacia 1500, casó con doña Urraca de Valdés y Dóriga, quien era hija de Fernán García de Dóriga, señor de la casa del mismo nombre, y de su mujer María de Valdés, hermana del arzobispo de Sevilla, don Fernando de Valdés (1483-1568) Gobernador (regente) e Inquisidor General de España.
Juan Flores de Quiñones era el hijo primogénito de Alvaro Flores “El Travieso” apodado así por haber sido “brioso”. Nació en la Torre de Robledo hacia 1468, y fue señor de ella y de la Torre y Casa de Florez en las Babias. Fue casado con Brazaida de Quiñones, hija de Gonzalo de Quiñones, señor de la Casa de Quiñones en Mayorga. Con la autorización de Carlos V, fundó en 1523 un mayorazgo con sus bienes de las Babias y Somiedo. Como capitán, sirvió en la guerra de Granada.
El mayorazgo lo heredó su hijo arriba mencionado, Juan Flores de Quiñones. Éste fue señor de las casas y torres de Robledo y de Florez, y de los lugares llamados Aguino, Perlunes, Puerto del Páramo y Braña de Horticeda. Fue Castellano Perpetuo del castillo de Alba de Quirós. Con doña Urraca de Valdés, su esposa, procreó los siguientes hijos:
Fernando Flores de Valdés (el Viejo); Diego Flores de Valdés, fundador de la casa de las Morteras; Leonor Flores de Valdés, mujer de Bartolomé de León; Mencia Flores de Valdés, fundadora de los Flores de la casa de Carvallo. De estos cuatro hijos e hijas descienden los Flores de Valdés.
Habrá a quien le parezca extraño escribir “Florez” con “z” y no con “s”. Originalmente, el apellido no se escribía como el plural de “flor” (como pensaríamos en la actualidad) sino que se escribía con “z” porque era un patronímico, como Rodríguez, Fernández, López, o Pérez. Se trataba del nombre propio de “Froyla”, nombre visigótico asturiano cuyo patronímico era “Froylez”, el cual fue transformado por el pueblo en “Florez” por eufonía.
En Coahuila y Nuevo León, el primer Flores-de-Valdés fue el capitán Rodrigo Flores de Valdés, nacido en Cangas de Tineo, en Asturias, hijo de don Álvaro Flores de Valdés y de doña Aldonza Carvallo. Rodrigo casó en Nueva España con María de Salazar Treviño (Treviño de Nuevo León). Este matrimonio tendría varios hijos e hijas, que se convirtieron en padres de muchas familias fundadoras de Coahuila, Nuevo León y Texas, como los Martínez Guajardo, Flores de Abrego, de la Fuente, Santos Coy y muchas otras.
De acuerdo al tratadista español, el apellido Flores de Valdés se generó a principios del siglo XVI en Asturias, cuando Juan Flores de Quiñones, nacido en las Morteras (Somiedo) hacia 1500, casó con doña Urraca de Valdés y Dóriga, quien era hija de Fernán García de Dóriga, señor de la casa del mismo nombre, y de su mujer María de Valdés, hermana del arzobispo de Sevilla, don Fernando de Valdés (1483-1568) Gobernador (regente) e Inquisidor General de España.
Juan Flores de Quiñones era el hijo primogénito de Alvaro Flores “El Travieso” apodado así por haber sido “brioso”. Nació en la Torre de Robledo hacia 1468, y fue señor de ella y de la Torre y Casa de Florez en las Babias. Fue casado con Brazaida de Quiñones, hija de Gonzalo de Quiñones, señor de la Casa de Quiñones en Mayorga. Con la autorización de Carlos V, fundó en 1523 un mayorazgo con sus bienes de las Babias y Somiedo. Como capitán, sirvió en la guerra de Granada.
El mayorazgo lo heredó su hijo arriba mencionado, Juan Flores de Quiñones. Éste fue señor de las casas y torres de Robledo y de Florez, y de los lugares llamados Aguino, Perlunes, Puerto del Páramo y Braña de Horticeda. Fue Castellano Perpetuo del castillo de Alba de Quirós. Con doña Urraca de Valdés, su esposa, procreó los siguientes hijos:
Fernando Flores de Valdés (el Viejo); Diego Flores de Valdés, fundador de la casa de las Morteras; Leonor Flores de Valdés, mujer de Bartolomé de León; Mencia Flores de Valdés, fundadora de los Flores de la casa de Carvallo. De estos cuatro hijos e hijas descienden los Flores de Valdés.
Miembro destacado de este linaje fue el capitán Diego Flores de Valdés, el segundo hijo de Juan Flores de Quiñones y doña Urraca de Valdés. En 1550 entró a la Marina Real, y fungió como Almirante de la Armada a la Florida. Capitán de la artillería y barcos en Fort Carolina contra los franceses. Por sus hechos en América, el rey lo nombró caballero de Santiago. Se casó con la hija del Adelantado de La Florida. Fue capitán general de la armada de 23 barcos a Chile y Tierra del Fuego. Fue Primer Consejero de la Armada Invencible, en la cual sirvió además como capitán de la Escuadra Castellana.
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