Los reyes de Tlaxcala son bautizados
En mi libro “El
País de La Laguna. Impacto hispano-tlaxcalteca en la forja de la Comarca
Lagunera” (Editado en 2011 por Parque España; Club Deportivo Hispano Lagunero,
Consejería del Trabajo de la Embajada de España en México, Grupo Peñoles; Grupo
Soriana; Grupo Modelo; Sanatorio Español) se maneja la tesis de la naturaleza
transgeneracional de la herencia de la cultura en general, y de la lagunera en
particular.
Es decir, que las cadenas de aprendizaje abuelo-padre-hijo-nieto
han permitido la persistencia de una buena parte de la mentalidad y de las
costumbres de origen hispano-tlaxcaltecas en los sectores rurales de Torreón,
así como en sus clases populares urbanas. El tiempo actual es el crisol de las
herencias del pasado y de las influencias del presente.
Un buen
manejo de las disciplinas genealógicas le permite al investigador contar con
una herramienta extraordinaria para determinar, de manera científica, los
orígenes étnicos de la población, para demostrar la existencia de los canales
de transmisión cultural de generación en generación (lenguaje, mentalidad,
costumbres) o bien, para mostrar las rutas y destinos de la migración regional.
Una buen
ejemplo de la existencia de canales humanos que permitieron heredar una
tradición hispano-tlaxcalteca virreinal en el naciente Torreón de 1892, lo
constituye el caso de la familia Ugalde-Adame, como veremos:
La primera
generación.
Es la que se
encuentra registrada en el padrón de Torreón de 1892, y está integrada por
Pedro Ugalde, de 36 años de edad, empleado, casado con Ceferina Adame, de 21
años. De acuerdo al censo, sus hijos serían Julia, Refugio (bautizada en
Matamoros el 7 de septiembre de 1884), María (bautizada en Matamoros el 12 de
abril de 1887), Cirila, Camila (bautizada en Matamoros el 23 de septiembre de
1889) Alberto (bautizado en Lerdo, Durango, el 16 de febrero de 1892), y
Daniel. Los que nacieron posteriormente fueron Altagracia, Félix y José Juan.
De acuerdo al
libro de matrimonios 1870-1885 de la parroquia de Nuestra Señora del Refugio,
de Matamoros, Coahuila, Pedro Ugalde y Ceferina Adame se casaron el 27 de
noviembre de 1882. En el asiento matrimonial, Ceferina usó su segundo apellido,
Ramírez.
Según los
registros genealógicos de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, los
apellidos de Pedro eran Ugalde Guillén, y los de Ceferina, Adame Ramírez.
La segunda
generación ascendente. Los padres de Pedro Ugalde.
Pedro Ugalde
nació en Matamoros, Coahuila, en 1860, y era hijo de José de la Cruz Ugalde
Escobedo y de Camila Guillén Espino. A su vez, José de la Cruz Ugalde nació en
El Álamo de Parras (Viesca) en 1832, y era hijo de Carmen Ugalde y de María
Leandra Escobedo; su esposa, Camila Guillén, nació en 1838 en La Vega (de
Marrufo, ahora Matamoros, Coahuila) y era hija de Vicente Guillén y de María
Josefa Espino, quienes se habrían casado en Viesca el 26 de febrero de 1854.
Tercera
generación ascendente. Los abuelos de Pedro Ugalde.
Según la
partida de matrimonio de la parroquia de Viesca del 12 de julio de 1830, Carmel
Ugalde era originario del mineral de Nieves y residente de Pozo de Calvo en
Cuencamé, y casó con Leandra Escobedo, originaria y vecina de la villa de
Viesca. [1]
Cuarta generación
ascendente. Los bisabuelos de Pedro Ugalde. Línea Escobedo.
Los padres de
Leandra Escobedo fueron Matías Escobedo, y María Alvina López, ambos casados en
Viesca el 5 de julio de 1807. Según la partida de matrimonio de esa fecha,
Matías era indio del pueblo de Viesca, tenía 35 años de edad (nació en 1772),
hijo legítimo de José Antonio Escobedo, entonces ya difunto, y de María
Guadalupe Montoya. María Alvina, mestiza, tenía 18 años de edad (nació en 1789,
originaria de Saucillo) y era hija legítima de Santiago López y de Petra
Nolasco Flores. Firma la partida Mariano de Riaño. [2]
Quinta y
sexta generación ascendente. Los tatarabuelos y re-tatarabuelos de Pedro
Ugalde. Línea Escobedo.
“En la vice
parroquia de este Pueblo del Álamo, en quince de enero de mil setecientos
sesenta y siete años, como actual teniente de cura, casé in facie eclesie y dí
las bendiciones nupciales a José Antonio Escobedo, indio Tlaxcalteco de San
Luis de Colotlán, y actual de este Pueblo, hijo legítimo de Diego Felipe de Escobedo
y de Luisa Isabel, Tlaxcaltecos de este Pueblo, con Josefa Guadalupe Montoya,
española, hija legítima de Gregorio Montoya y de María Isabel Dorotea, difunta,
originarios del Real de Nieves, y residentes de esta jurisdicción de diez y
seis años a esta parte, para cuyo efecto precedieron todas las diligencias de
libertad, soltura, impedimentos y demás que manda el Santo Concilio de Trento.
Supieron la doctrina cristiana. Fueron padrinos Alejo Rey y Francisca Ángela,
indios de este pueblo. Testigos: Francisco Muñoz, Francisco Cervantes y Pedro
Alejo, con otros muchos, y yo como actual ministro, lo firmé. Pedro Thomás
Pamplona [Rúbrica]”. [3]
Una hermana
de José Antonio Escobedo, María de la Candelaria, casó el 10 de junio de 1729
con Alejandro Flores. Según el acta de matrimonio, conservada en el archivo de
partidas sacramentales de la iglesia de San Luis de Colotlán, Jalisco, se
trataba de una pareja de indios del barrio de Tlaxcala. María de la Candelaria
era hija de Diego de Escobedo y de Luisa Isabel. Alejandro Flores era indio,
hijo legítimo de Cristóbal Flores y de Ana Margarita. Todos ellos eran “indios
originarios del barrio de Tlaxcala”.
Partida de matrimonio de María de la Candelaria de Escobedo
Por su parte,
Gregorio Montoya casó en segundas nupcias el 26 de diciembre de 1757, en
Viesca. Era vecino de dicha población, viudo en primeras nupcias de Isabel
Dorotea de Aguilera, española vecina de Santa Elena del Río Grande. [4]
Los
Ugalde-Adame constituyeron una de aquellas familias de origen
hispano-tlaxcalteca que nutrieron la inmigración de origen regional hacia
Torreón. Fueron familias de Parras las que poblaron inicialmente a San José y
Santiago del Álamo (después Viesca); sus descendientes poblaron Matamoros y
posteriormente se asentaron en nuestra congregación, villa o ciudad de Torreón.
Estas eran familias que seguían las oportunidades donde éstas surgían. Gente
deseosa de progresar en la vida, ni conformista ni fatalista. Gente de trabajo.
Referencias:
[1] Libro Cuarto
de Matrimonios 1828-1844. Copia en el Centro de Investigaciones Históricas de
la UIA-Torreón.
[2] Libro
Tercero de Matrimonios (1788-1827) Tomo I. Copia en el Centro de
Investigaciones Históricas de la UIA-Torreón.
[3] Libro
Primero de Matrimonios 1733-1778. Copia en el Centro de Investigaciones
Históricas de la UIA-Torreón.
[4] Libro
Primero de Matrimonios 1733-1778. Copia en el Centro de Investigaciones
Históricas de la UIA-Torreón.