Hoy se cumplieron 90 años del asesinato del zar Nicolás II, su esposa la zarina Alix de Hesse, sus hijas y el príncipe heredero, Alexis Nicolaievich. La fecha no ha pasado desapercibida para la población de la Rusia ex soviética. En parte, esto se debe a que todos los miembros de la familia imperial de Nicolás y Alix, hijas e hijo, fue canonizada por la Iglesia Ortodoxa Rusa. Su asesinato a sangre fría por cuestiones políticas, fue considerado un testimonio de heroismo o martirio.
Así que el día de hoy, una gran cantidad de ciudadanos rusos han desfilado en el recinto del templo edificado sobre aquel húmedo sótano de Ekaterimburgo donde los zares y sus vástagos fueron masacrados. Realmente se trataba de un asesinato innecesario. Nicolás II había abdicado hacía tiempo, y en 1918 estaba destruido moralmente y desprestigiada su imagen y la de la monarquía rusa, así oscilara entre la autocracia dura y la monarquía constitucional.
Aunque el mismo Nicolás demostró mucha insensibilidad política hacia la suerte de su pueblo, su asesinato y el de su familia será siempre recordado como un acto brutal de lesa humanidad.
Así que el día de hoy, una gran cantidad de ciudadanos rusos han desfilado en el recinto del templo edificado sobre aquel húmedo sótano de Ekaterimburgo donde los zares y sus vástagos fueron masacrados. Realmente se trataba de un asesinato innecesario. Nicolás II había abdicado hacía tiempo, y en 1918 estaba destruido moralmente y desprestigiada su imagen y la de la monarquía rusa, así oscilara entre la autocracia dura y la monarquía constitucional.
Aunque el mismo Nicolás demostró mucha insensibilidad política hacia la suerte de su pueblo, su asesinato y el de su familia será siempre recordado como un acto brutal de lesa humanidad.
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