Santiago Vidaurri, gobernador de Coahuila y Nuevo León en 1857
En 1857 los periódicos “El Restaurador” y el “Brownsville Flag” daban cuenta detallada de los ataques y muertes realizados por los indios en el norte mexicano, y de manera particular, en Nuevo León y en la Comarca Lagunera.
Varias familias del norte de Nuevo León y Coahuila (que entonces constituían una sola entidad federativa) fueron asesinadas, y un buen número de ranchos fueron despojados de sus haberes y productos.
Cinco hombres y tres mujeres que iban de camino de San Nicolás a Parras con caballos y ganado, fueron atacados y asesinados. Otro grupo de personas que llevaban carretas y que iban a Mapimí, sufrió la misma suerte cuando cruzaban el Río Nazas.
Un regimiento bajo el mando de don Manuel Méndez salió en persecución de la partida de salvajes.
Todos los periódicos de Zacatecas, Chihuahua y Durango contenían sobrecogedora información sobre la destrucción de propiedades y vidas a manos de los indios en dichos estados. Se organizó una fuerza de mil fusileros a caballo; con este contingente, los salvajes serían rechazados.
La legislatura de Zacatecas había destinado 100,000 pesos con el propósito de ayudar a reclutar tropas y de pagar los gastos de una campaña dirigida hacia las partes asediadas del estado.
Fuente: periódico Brownsville Flag en The New York Times del 30 de diciembre de 1857.
Varias familias del norte de Nuevo León y Coahuila (que entonces constituían una sola entidad federativa) fueron asesinadas, y un buen número de ranchos fueron despojados de sus haberes y productos.
Cinco hombres y tres mujeres que iban de camino de San Nicolás a Parras con caballos y ganado, fueron atacados y asesinados. Otro grupo de personas que llevaban carretas y que iban a Mapimí, sufrió la misma suerte cuando cruzaban el Río Nazas.
Un regimiento bajo el mando de don Manuel Méndez salió en persecución de la partida de salvajes.
Todos los periódicos de Zacatecas, Chihuahua y Durango contenían sobrecogedora información sobre la destrucción de propiedades y vidas a manos de los indios en dichos estados. Se organizó una fuerza de mil fusileros a caballo; con este contingente, los salvajes serían rechazados.
La legislatura de Zacatecas había destinado 100,000 pesos con el propósito de ayudar a reclutar tropas y de pagar los gastos de una campaña dirigida hacia las partes asediadas del estado.
Fuente: periódico Brownsville Flag en The New York Times del 30 de diciembre de 1857.
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