Una interesante nota de prensa publicada por el New York Times el 1 de octubre de 1915, describe claramente cuál era la situación de Torreón durante ese otoño. Al autor de la nota no se le ocurre darle otro calificativo a Torreón que el de “afligido”. A continuación, por ser de interés regional, transcribo la traducción que hice de de dicho artículo:
“Afligido Torreón
La ocupación de Torreón por los soldados de Carranza bajo el mando de Obregón es el primer logro significativo de los Constitucionalistas mexicanos desde la última declaración de la Conferencia Panamericana, la cual parece haber prefigurado el reconocimiento de Carranza como el gobernante de facto de México.
La ocupación se llevó a cabo sin derramamiento de sangre. Villa ya había abandonado Torreón, y se cree igualmente tiene la intención de abandonar Chihuahua, y de confinar sus operaciones del futuro inmediato, en Sonora. Debe admitirse que los hechos recientes de Villa justifican, en gran medida, la aseveración de los carrancistas de que, en el presente, éste no es un antagonista formidable.
Ciertamente, en el tiempo presente ha abandonado el campo de sus anteriores operaciones, pero no ha sido capturado, tiene seguidores, armas y municiones, a la vez que el partido villista se rehúsa a reconocer la derrota. Hay agentes de Villa en este país (EEUU) quienes esperan hacer decididas participaciones en la Conferencia Panamericana en su reunión de la próxima semana.
Difícilmente pueden éstos esperar convencer a los mediadores, de que Villa ha establecido un gobierno digno de ser reconocido, pero pueden estar decididos a posponer el reconocimiento de sus oponentes, hasta que las facciones puedan estar en armonía.
Mientras tanto, el general Obregón tiene una buena oportunidad en Torreón, para corregir la impresión que dio durante su breve ocupación de la ciudad de México, de desinterés por el sufrimiento humano y falta de habilidad constructiva. La gente de Torreón está sufriendo, la ciudad necesita limpieza, los negocios se encuentran paralizados. El general Obregón puede hacer mucho para restaurar la comodidad y la prosperidad a sus habitantes. La cosecha de algodón no se ha efectuado, y los otros cultivos del rico Distrito de La Laguna, tristemente han sido descuidados.
Si Obregón escoge esforzarse mientras esté en Torreón, puede incrementar grandemente la reputación de los constitucionalistas de México. Torreón ha sido una ciudad que ha padecido muchas penalidades desde el estallido de la revolución maderista contra Díaz. Orozco comenzó ahí su desafortunada campaña contra Madero. En la guerra de los constitucionalistas contra Huerta, fue el escenario de la batalla más sangrienta, durante la cual el valor y las habilidades de Villa fueron ampliamente demostrados.
“Afligido Torreón
La ocupación de Torreón por los soldados de Carranza bajo el mando de Obregón es el primer logro significativo de los Constitucionalistas mexicanos desde la última declaración de la Conferencia Panamericana, la cual parece haber prefigurado el reconocimiento de Carranza como el gobernante de facto de México.
La ocupación se llevó a cabo sin derramamiento de sangre. Villa ya había abandonado Torreón, y se cree igualmente tiene la intención de abandonar Chihuahua, y de confinar sus operaciones del futuro inmediato, en Sonora. Debe admitirse que los hechos recientes de Villa justifican, en gran medida, la aseveración de los carrancistas de que, en el presente, éste no es un antagonista formidable.
Ciertamente, en el tiempo presente ha abandonado el campo de sus anteriores operaciones, pero no ha sido capturado, tiene seguidores, armas y municiones, a la vez que el partido villista se rehúsa a reconocer la derrota. Hay agentes de Villa en este país (EEUU) quienes esperan hacer decididas participaciones en la Conferencia Panamericana en su reunión de la próxima semana.
Difícilmente pueden éstos esperar convencer a los mediadores, de que Villa ha establecido un gobierno digno de ser reconocido, pero pueden estar decididos a posponer el reconocimiento de sus oponentes, hasta que las facciones puedan estar en armonía.
Mientras tanto, el general Obregón tiene una buena oportunidad en Torreón, para corregir la impresión que dio durante su breve ocupación de la ciudad de México, de desinterés por el sufrimiento humano y falta de habilidad constructiva. La gente de Torreón está sufriendo, la ciudad necesita limpieza, los negocios se encuentran paralizados. El general Obregón puede hacer mucho para restaurar la comodidad y la prosperidad a sus habitantes. La cosecha de algodón no se ha efectuado, y los otros cultivos del rico Distrito de La Laguna, tristemente han sido descuidados.
Si Obregón escoge esforzarse mientras esté en Torreón, puede incrementar grandemente la reputación de los constitucionalistas de México. Torreón ha sido una ciudad que ha padecido muchas penalidades desde el estallido de la revolución maderista contra Díaz. Orozco comenzó ahí su desafortunada campaña contra Madero. En la guerra de los constitucionalistas contra Huerta, fue el escenario de la batalla más sangrienta, durante la cual el valor y las habilidades de Villa fueron ampliamente demostrados.
Desde entonces y hasta tiempos recientes, Torreón ha sido uno de los sitios militares de importancia capital para Villa, y ha perdido prestigio como centro manufacturero y comercial; probablemente sus habitantes se encuentren esperando el amanecer de una nueva era.”
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