Escudo de Torreón

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martes, julio 15, 2008

La Hilandera "La Fe"




Para 1910, ya eran muchas las negociaciones, industrias y casas comerciales establecidas en Torreón. Pero algunas sobresalieron por su rápido progreso y su gran florecimiento, como fue el caso de la importante fábrica de hilados y tejidos de algodón “La Fe”, famosa en toda la República por la magnífica calidad de sus productos.

El edificio de esta valiosa fábrica, era de ladrillo. Se levantaba esta construcción a pocos metros de la estación de los ferrocarriles, con los que estaba unida por un ramal, propiedad de la fábrica, que empalmaba con los rieles del Internacional Mexicano.

Esta negociación fue fundada con un capital de $600,000 pesos y su progreso era incesante, hasta colocarse en uno de los primeros lugares entre todos los establecimientos de su género.

Dotada de magnífica maquinaria moderna traída expresamente de Alemania e Inglaterra, sus artículos alcanzaban una alta perfección. Poseía 250 telares atendidos todos por obreros hábiles e inteligentes, para lo cual no se ahorraba en manera alguna el dinero, pues la Compañía de La Fe pagaba muy buenos salarios a sus operarios y empleados. Tanto la fuerza motriz que ponía en actividad los diversos departamentos de la fábrica, como la extensa instalación de luz eléctrica, eran propiedad de la empresa.

Las telas que se fabricaban en esa casa eran muy variadas; mantas, driles, cotonadas, telas de Vichy, Kaki, y otras muchas que sería prolijo enumerar; pero puede decirse, para dar una idea de la gran producción de la fábrica, que salían de sus telares anualmente 175,000 piezas de telas diversas.

La materia prima se consumía en enorme cantidad, calculándose aproximadamente de 12,000 quintales de algodón, el cual provenía de las Haciendas del Pilar, La Concha y otras de la región. Además de los amplios departamentos donde se encontraban los telares, había otros anexos igualmente extensos y bien atendidos, siendo los principales de ellos los de maestranza, tintorería y carpintería.

Los obreros que trabajaban en La Fe gozaban de considerables ventajas. Adjunto al edificio se extendía un amplio terreno que medía cuatro hectáreas, y en él se construyeron numerosas casitas bien arregladas y acondicionadas que sirvieran de habitación aquéllos.

Para atender a las urgentes necesidades de los trabajadores, los directores de la negociación implantaron reglamentos muy razonables y equitativos para la época. De hecho, La Fe tenía un edificio hospital donde iban los obreros enfermos o accidentados a ser atendidos, alimentados y curados, dándoseles la medicina pertinente, por cara que fuera, todo sin que les costara un solo centavo.

El Consejo de Administración de La Fe estaba formado por personas de reconocida honorabilidad, el Presidente era el señor Lic. Praxedis de la Peña, Secretario el señor José Zurita, vocales propietarios los señores Mauro de la Peña, E. de la Peña y Antonio González, y vocales suplentes los señores Ing. J. Farjas, José Garzón y Manuel Guzmán. Comisario, el señor Carlos Herrera, y como suplente el señor Canuto Gamboa.

El personal de la Dirección estaba igualmente bien elegido, y las personas que lo formaban desempeñaban sus puestos con toda satisfacción. El gerente era Mauro de la Peña, que sin descanso se preocupaba por los intereses que le habían sido confiados. Fuente de información: “Álbum de la Paz y el Trabajo”, ejemplar del Centro de Investigaciones Históricas de la UIA-Laguna.

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