Entre ayer martes y hoy miércoles llegaron al centro de la Zona Metropolitana Lagunera las aguas del Río Nazas. Las recientes e intensas lluvias han llenado la presa Francisco Zarco ("Las Tórtolas") y las autoridades correspondientes decidieron desfogarla soltando agua por el lecho seco del río y por la red de canales.
Como en otros años lluviosos, 1991, 2008, 2010, y ahora 2016, las aguas del Nazas vuelven por sus fueros y recorren el casi perpetuamente lecho seco de su cauce.
Mucha gente se dio cita en las riveras del río para saludar el paso de las aguas, un espectáculo que siempre ha sido significativo para los laguneros, y que antiguamente los agricultores celebraban con un protocolo simbólico y social muy específico.
Cuando las aguas del Nazas estaban próximas a brincar los vertedores e iniciar así la distribución del agua de riego en La Laguna de Coahuila, los terratenientes se juntaban en un cierto lugar para celebrar el inicio del ciclo algodonero. Ahí se colocaban mesas para banquete, y sobre las mesas había poncheras. En estas poncheras se vertía hielo frappé, champaña, vino blanco, cuadritos de manzana y un toque de kirsch. Tanto al recipiente como a la bebida preparada se le conocía como “la tinaja lagunera”. Con esta bebida se festejaba la llegada de las aguas.
Las poncheras, que en ocasiones eran de plata, servían tanto para contener la bebida que se preparaba tradicionalmente para los banquetes de bienvenida de las aguas del río, como para para arrojar su contenido a las aguas del Nazas, haciéndolo así partícipe de la alegría general.
Las fotografías que ilustran este artículo son cortesía del profesional de la cámara, Louis Rodríguez.
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