Emblema Imperial Chino
Como consecuencia de la terrible
matanza de chinos del 15 de mayo de 1911 en Torreón, fue designada una comisión
especial del Imperio Celeste. Esta fue constituida desde Beijing con el objeto
de estudiar los perjuicios sufridos por los chinos en México durante los
primeros meses de la Revolución de 1910. Esta comisión salió hacia México desde
El Paso, Texas, el 22 de agosto de 1911.
Entre sus miembros estaba el
reconocido diplomático Owyang King, ministro Chino en Vancouver y en Panamá.
Esta comisión determinó que en Sinaloa, Sonora y Territorio de Tepic hubo 16
muertos, y daños por $120,000 pesos. Se descubrió que 216 empresas de chinos
pagaban indebidamente contribuciones forzosas. Las pérdidas de los chinos en
Torreón se calcularon en millón y medio de pesos.
Sobre la matanza del 15 de mayo en
Torreón, la comisión especial constituida por el mencionado señor Owyang King,
Arturo Bassett y el Lic. Antonio Ramos Pedrueza como representante del
Presidente de México, redactó un informe acompañado por la declaración de
quince testigos presenciales.
Las declaraciones contenidas en este
informe son muy interesantes, y establecen con toda claridad que las causas
reales de la matanza y el saqueo fueron el puro “odio de razas y el deseo de
saquear y matar”. La plebe torreonense tuvo que ser dispersada a carga de sable
para que la matanza cesara.
Dice el texto del informe:
“Los señores Owyang King y Lic. Arturo
Bassett han presentado al Ministro de China en México, el informe referente a
la matanza de chinos en Torreón en los días 13, 14 y 15 de mayo último. Como ya
hemos dicho, los señores de referencia fueron acompañados por el Lic. Don
Antonio Ramos Pedrueza, quien representó al Sr. Presidente de la República. El
resumen del informe de esos comisionados, después de las averiguaciones que
hicieron, es el siguiente:
Primero.— Que con anterioridad a la
matanza, la Colonia China en Torreón era pacífica, aprovechada, y se atenía a
la ley.
Segundo.— Que los chinos no habían comprado armas en ninguna casa en
Torreón, con anterioridad al 15 de mayo, que el General Lojero no les facilitó
armas y municiones cuando evacuó a la ciudad, y que, por lo tanto, no estaban
armados cuando el ejército revolucionario entró a la ciudad.
Tercero.— Que
trescientos tres de los chinos fueron asesinados por el ejército
revolucionario, de la manera más brutal y horrorosa que se puede imaginar.
Cuarto.—
Que los chinos fueron muertos, no porque ofrecieron resistencia, sino porque se
sabía que no ofrecían resistencia.
Quinto.— Que la verdadera causa de la
matanza fue odio de razas y el deseo de saquear y matar.
Sexto.— Que el
argumento de que los chinos ofrecieron resistencia, es una pura maquinación
inventada por los oficiales del ejército revolucionario, con el propósito de
evadir el castigo que la comisión de tan nefando crimen naturalmente haría
recaer sobre ellos.
Los comisionados agregan las declaraciones firmadas por
quince testigos, y se asegura que la matanza cesó gracias a la llegada de don
Emilio Madero, el que inmediatamente mandó a la fuerza que lo acompañó, cargase
a sable contra la plebe. El informe será enviado al Presidente de la República”
En septiembre de 1911, el Ministro de
China, el señor Chan Ying Tan, tuvo una entrevista con el Presidente de la
República en el Castillo de Chapultepec, acerca de las reclamaciones por los
crímenes y saqueos de Torreón.
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