El "País de La Laguna" en un mapa de 1771
Las designaciones de nuestra Comarca
Lagunera han variado de acuerdo a los tiempos y circunstancias concretas de
percepción y lenguaje. Pero sin duda alguna, desde la época del rey Felipe II
se le percibe como una región con unidad hidrológica, territorial y social.
Cuando por Real Cédula fechada en Madrid el 6 de abril de 1594 dicho rey dio permiso
a los jesuitas para entrar a misionar en la región, la llamó “Provincia de La
Laguna” para distinguirla de las de Topia y Sinaloa (Archivo General de Indias,
México, 27 N. 62).
En 1598 se conformó la “Alcaldía Mayor de Parras, Laguna y
Río de las Nazas”. Pero la designación más común de la comarca en el siglo
XVIII, la de “País de La Laguna”, equivalente a dicha alcaldía mayor, la hace
constar el padre Dionisio Gutiérrez del Río, cura párroco de Parras y sus
jurisdicciones en su “Carta Informe del cura de Santa María de las Parras, José
Dionisio Gutiérrez, al obispo de Durango, Esteban Lorenzo de Tristán, con
descripción y noticias de los pueblos y parajes de la jurisdicción de Parras”,
carta firmada de su puño y letra el 31 de diciembre de 1786, conocida también
como “la pequeña historia (historeta) de La laguna”.
El manuscrito original lo
catalogó Ignacio del Río en su “Guía del Archivo Franciscano de la Biblioteca
Nacional de México, 1ª edición, UNAM, México, 1975” con signatura Vol. 1. 1112
. Ms. 29.5 x 20.5 cm. (17/343.1. F. 1-6-vta). Esta carta tenía por objeto dar
respuesta a una serie de preguntas que en relación a las misiones, número de
misioneros, distancias y lugares solicitaba Carlos III por su Real Orden de 16
de mayo de 1786.
En el texto de esta
carta menciona el padre Gutiérrez que “La vulgaridad y relación que aquí me
hicieron los Jesuitas en el tiempo que los alcanzé, daba por asentado que el
motivo de haberse despoblado el País de
la Laguna, o Bolsón, de los innumerables Yndios que lo habitaban, alzándose
y remontándose para lo interior de dicho Bolsón hacia el Norte, había sido la
inmatura entrega de sus Misiones y establecimiento de Doctrineros Seculares”.
Aquí debemos notar dos cosas: el padre Dionisio usa el término “país” en el sentido
que tenía en su tiempo, es decir, como equivalente de “región” o “comarca” y no
como “nación soberana”. Por otra parte, equipara los términos “País de La
Laguna” con el de “bolsón”, vocablo que en el siglo XVIII, significaba “cuenca
hidrológica”. Así que ambos términos se refieren en realidad a la región
conformada por la laguna o lagunas y la cuenca de los ríos que las alimentaban,
el Nazas y el Buenaval (Aguanaval). En otras palabras, nuestra actual Comarca
Lagunera.
Por último, mencionamos el testimonio
recogido por Eduardo Guerra en su Historia de La Laguna (tercera edición,
febrero de 1996, p. 374) en el informe de D.B. Robinson, superintendente
general del Ferrocarril Central Mexicano, de fecha del 6 de enero de 1883.
En
él, cita las notas del ingeniero Morley (autor del trazo de la vía) que al
hablar de Villa Lerdo y su riqueza agrícola, dice a la letra: “encontrándose
colocada en lo que se conoce con el nombre del País de Las Lagunas, con motivo de encontrarse agua en abundancia”.
El ingeniero Morley da testimonio de que era público y notorio que a la región
se le conociera y llamara de esa manera todavía en 1883.
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