Nuestra Comarca Lagunera, en
diferentes épocas y circunstancias, ha incidido en la historia nacional y a
veces en la internacional. Un caso concreto es el de la concesión del asilo
político al revolucionario de origen ruso y cultura judía, León Trotsky. Este
personaje nació en Ucrania como Lev Davidovich Bronstein durante el otoño de
1879, y murió asesinado en Coyoacán, en la Ciudad de México, el 21 de agosto de
1940.
León Trotsky fue nada menos que uno de
los organizadores de la Revolución Rusa, conocida como “Revolución de Octubre”
en 1917, que permitió a los bolcheviques tomar las riendas del poder. Trotsky
asumió el cargo de Comisario de Asuntos Militares. Su importancia e influencia
en el mundo comunista soviético e internacional es indudable. Él negoció la
retirada del ejército ruso en la Primera Guerra Mundial.
A la muerte de Lenin
en 1924, el hombre fuerte que de manera sagaz acumuló poder hasta monopolizarlo
como Secretario General del Comité Central del Partido Comunista fue Iósif
Stalin, enemigo acérrimo de Trotsky. Por consecuencia, éste fue desterrado en
1929. Stalin entendía muy bien que no existe enemigo pequeño, y Trotsky no era
pequeño en lo absoluto, ya que contaba con un gran liderazgo dentro y fuera de
la Unión Soviética, además de ser un acerbo crítico de Stalin y su régimen.
En agosto de 1936, Trotsky se
encontraba asilado en Noruega, cerca de la Unión Soviética. El gobierno noruego
recibía denuncias de los nazis de que aquél incurría en actividades políticas
prohibidas para cualquier asilado, causando revoluciones en España, Francia y
Grecia. Estas denuncias provocaron que el asilo noruego fuera limitado hasta el
18 de diciembre de ese 1936.
Con la persecución nazi y soviética,
Trotsky se encontraría en una situación muy comprometida si se quedaba en
Europa. Fue entonces que el presidente de México, Lázaro Cárdenas, le otorgó asilo
político en nuestro país. Concretamente, lo otorgó por intercesión del pintor
Diego Rivera y del señor Octavio Fernández, quienes vinieron a nuestra comarca a
solicitarlo, con el apoyo de la Liga Comunista Internacionalista (LCI, grupo
trostkista mexicano).
Lázaro Cárdenas y el general Reyes Iduñate
Un texto de David García Colín, en La Izquierda Socialista, “Vocero marxista de los trabajadores y la
juventud”, cita a Olivia Gall de la siguiente manera:
“La LCI estableció el contacto con
Cárdenas por medio de la gestión del general Francisco Múgica, secretario de
Comunicaciones y Obras, quien entrega a la delegación de la LCI una carta, el
21 de noviembre de 1936, en donde solicita al presidente que Rivera y Fernández
sean recibidos por él ‘con la esperanza [decía la carta] de que encontrará en su
generosidad un recibimiento sincero’. Rivera y Fernández hacen el viaje de dos
días a Torreón para entrevistarse con el Presidente —quien se encontraba
repartiendo tierras a los campesinos pobres en la Comarca Lagunera— y, después
de que Cárdenas recibiera a Rivera a solas, sin ningún preámbulo acepta el
visado para Trotsky —en presencia de los dos delegados—, con la única condición
de que Trotsky se abstuviera de intervenir en la política interna”.
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