Es extraordinario que en un país como México, cuya Constitución Política prohibe los monopolios, hayan florecido tantos. Ahí tienen ustedes a Petróleos Mexicanos, a la Comisión Federal de Electricidad que recientemente acabó con Luz y Fuerza del Centro. Y durante bastantes años, Teléfonos de México fue el único sistema de comunicación telefónica en el país.
El monopolio de más reciente creación, es el del diagnóstico médico. Resulta que solamente las instituciones oficiales de salud pueden determinar la existencia de pandemias como la de la Influenza A/H1N1 o el Dengue. Y si estas instituciones deciden que estas pandemias son inexistentes, pues entonces no existen.
Pero resulta que la burocracia de la salud no tiene mucha credibilidad, porque es juez y parte, ya que sus médicos y empleados reciben sueldos del Estado Mexicano, y de manera voluntaria o bajo amenaza, se pueden prestar a campañas de ocultamiento de la verdad o de desinformación.
Las clínicas, sanatorios y laboratorios privados poseen todos los medios para detectar los patógenos que causan enfermedades como las arriba descritas, y en ellos laboran excelentes médicos. En cuanto a las pruebas más sofisticadas, la medicina oficial de Coahuila ha destacado por su resistencia a mandar analizar sus muestras a la ciudad de México, y las mandan en cantidades mínimas y solo bajo presión.
¿Qué pretensión es ésa, de que solamente las instituciones oficiales de Coahuila poseen la capacidad técnica o profesional para hacer estos diagnósticos? ¿Cómo tapar el sol con un dedo y afirmar que en nuestra Comarca no hay Dengue ni Influenza A/H1N1, simplemente porque las pruebas no se hicieron en laboratorios oficiales? ¿Qué es lo que quieren ocultar? Y sobre todo ¿Por qué razón?
El monopolio de más reciente creación, es el del diagnóstico médico. Resulta que solamente las instituciones oficiales de salud pueden determinar la existencia de pandemias como la de la Influenza A/H1N1 o el Dengue. Y si estas instituciones deciden que estas pandemias son inexistentes, pues entonces no existen.
Pero resulta que la burocracia de la salud no tiene mucha credibilidad, porque es juez y parte, ya que sus médicos y empleados reciben sueldos del Estado Mexicano, y de manera voluntaria o bajo amenaza, se pueden prestar a campañas de ocultamiento de la verdad o de desinformación.
Las clínicas, sanatorios y laboratorios privados poseen todos los medios para detectar los patógenos que causan enfermedades como las arriba descritas, y en ellos laboran excelentes médicos. En cuanto a las pruebas más sofisticadas, la medicina oficial de Coahuila ha destacado por su resistencia a mandar analizar sus muestras a la ciudad de México, y las mandan en cantidades mínimas y solo bajo presión.
¿Qué pretensión es ésa, de que solamente las instituciones oficiales de Coahuila poseen la capacidad técnica o profesional para hacer estos diagnósticos? ¿Cómo tapar el sol con un dedo y afirmar que en nuestra Comarca no hay Dengue ni Influenza A/H1N1, simplemente porque las pruebas no se hicieron en laboratorios oficiales? ¿Qué es lo que quieren ocultar? Y sobre todo ¿Por qué razón?
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