Instalaciones de la U.A.C.
Desde ayer, día en que se reanudaron las clases en instituciones de educación superior, existen varios filtros sanitarios para detectar posibles casos de gripe, y particularmente, de la influenza causada por el virus A/H1N1.
A los jóvenes sospechosos de padecer los síntomas, se les toman sus datos y se les remite con el médico, con el objeto de que sean debidamente atendidos. Desde luego, estas medidas, implantadas por las autoridades gubernamentales, protegen tanto la salud de quienes puedan estar enfermos como la de los sanos. Se trata de medidas preventivas que no están de más.
Hemos notado que los jóvenes son muy reacios a aceptar la realidad de la epidemia. Nunca han vivido una situación como ésta, y les resulta más fácil pensar que todo este asunto se trata de una “puesta en escena”, una “cortina de humo” para distraer la atención de la ciudadanía. Se podría decir que estos jóvenes contrajeron la “influencia” de la “teoría del complot”.
Lo preocupante no es que asuman la hipótesis que más les convenga, sino que descuidan la protección sanitaria que el caso requiere.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario