Reminiscencias de la semana mayor

Es interesante notar cómo hay patrones comunes de expresión de la fe en los distintos estratos sociales que configuran la población de Torreón.

Entre las clases populares urbanas de Torreón, la Semana Mayor es la que se presta a mayores manifestaciones de religiosidad: la bendición de los ramos en domingo inicial, la visita a los siete templos el jueves, el protocolario dolor del viernes, la alegría del domingo. Entre los objetos que mucha gente guarda como recuerdos de este período, se encuentran el ramo, el agua, y el cirio benditos. Muchas personas los conservan en sus casas, pensando que son objetos que custodiarán la paz familiar. En otros hogares, añaden estos recuerdos a los altares caseros, como una especie de complemento u ofrenda.

Entre las clases medias urbanas, es bastante común conservar el ramo y el cirio benditos, en algún lugar de la casa. Sin embargo, los conejos y los huevos de chocolate suelen constituir las expresiones más populares de religiosidad pascual, quizá porque son los más fáciles de conseguir en el comercio. Esta es una costumbre estadounidense que se ha ido filtrando a nuestra sociedad a través de los migrantes y los medios televisivos. Cuando hablamos de migrantes, nos referimos a aquellas personas que van a los Estados Unidos a trabajar de manera temporal, pero también se incluye a los estudiantes pudientes que se impregnan de la cultura estadounidense, y luego la divulgan y ponen de moda.

Entre las clases económicamente solventes, encontramos nuevamente la expresión de una religiosidad pascual, aunque más cosmopolita y refinada. Muchas señoras arreglan las salas y estancias de sus residencias con ramos florales, corderos de materiales finos (porcelana o marfil) espigas de trigo, etc. Si hay imágenes alusivas, serán las traídas en algún viaje a Jerusalén, Roma o Europa Oriental. Los iconos de estilo ruso o bizantino son populares. No obstante lo anterior, encontraremos también los casi omnipresentes nidos de las “conejas” con los huevos de Pascua.

La tradición de los conejos y huevos de pascua no procede de la religiosidad colonial en nuestra Comarca Lagunera. Es una innovación relativamente reciente (1884-1930) como lo son el árbol navideño, el Santa Claus y el altar de muertos.