Como mencionábamos en días pasados, las obras de mejoras del centro histórico de la ciudad van lentas. Esta situación genera muchos problemas de tráfico, como embotellamientos, largas filas y dificultad de acceso entre la parte norte y sur de la ciudad, en dicho sector.
Por otra parte, las instalaciones de estructuras metálicas en la calle Valdés Carrillo, entre otras, han convertido los paseos peatonales en una selva de estructuras que bloquean la vista de las fachadas históricas. En la esquina de dicha calle y avenida Juárez, ha desaparecido el monumento inaugurado el 14 de junio de 2007. En dicha ocasión, se erigió una estela conmemorativa a los 300 laguneros de origen chino que fueron muertos el 15 de mayo de 1911.
El haber quitado dicho monumento constituye una nueva falta de respeto, tanto a la comunidad China, como al Cronista Oficial en su calidad de asesor y protector de las obras arquitectónicas de carácter histórico de Torreón. Se trataba de una estela erigida “in situ”, es decir, en el lugar mismo de los hechos. Es inamovible, por derecho propio. Según entiendo, el monumento fue reubicado en el antiguo drenaje del centro, el canal de La Perla (y todavía huele mal). Con ese mismo criterio, quizá algún día retiren el monumento de don Miguel Hidalgo para instalar modernos puestos de fritangas. Todo se vale, ¿o no?
Por otra parte, las instalaciones de estructuras metálicas en la calle Valdés Carrillo, entre otras, han convertido los paseos peatonales en una selva de estructuras que bloquean la vista de las fachadas históricas. En la esquina de dicha calle y avenida Juárez, ha desaparecido el monumento inaugurado el 14 de junio de 2007. En dicha ocasión, se erigió una estela conmemorativa a los 300 laguneros de origen chino que fueron muertos el 15 de mayo de 1911.
El haber quitado dicho monumento constituye una nueva falta de respeto, tanto a la comunidad China, como al Cronista Oficial en su calidad de asesor y protector de las obras arquitectónicas de carácter histórico de Torreón. Se trataba de una estela erigida “in situ”, es decir, en el lugar mismo de los hechos. Es inamovible, por derecho propio. Según entiendo, el monumento fue reubicado en el antiguo drenaje del centro, el canal de La Perla (y todavía huele mal). Con ese mismo criterio, quizá algún día retiren el monumento de don Miguel Hidalgo para instalar modernos puestos de fritangas. Todo se vale, ¿o no?
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