Quiero hacer eco de una carta anónima enviada ayer 21 de septiembre a la redacción del diario “El Siglo de Torreón”. En ella se denuncia una condición de maltrato a una mascota, un pequeño perro permanentemente encadenado al tronco de un árbol. La cadena es tan corta, que ni siquiera le permite moverse.
De acuerdo al testimonio del autor de la carta, este perro, a pesar de tener dueños, sobrevive desde hace un año con el agua y alimento que buenamente le quieran dar las personas que se compadecen. El no poderse mover hace a esta mascota objeto de agresión de otros humanos y animales.
Esta mascota se localiza en Madero 1313 sur, en Lerdo, Durango. Estamos seguros de que habrá mucha gente de buenos sentimientos, más que dispuesta a quedarse con él.
Yo sé que hay algunas personas que se molestan porque uno se propone ayudar a los animales en desgracia. Muchas veces les he escuchado proferir “deberían ocuparse de la gente”. Sin embargo, y sin negar que el ser humano siempre será primero, yo siento que una importante contribución a la mejoría de este mundo, consiste en llamar la atención contra el maltrato animal. Esas personas, las que nos reprenden cómodamente desde sus asientos, las que dicen que les preocupa la gente, deberían de ponerse a trabajar en favor de la gente, y dejar de estar vigilando o criticando las iniciativas ajenas.
De esta manera, trabajando todos en favor de todos los seres vivos, lograremos tener un mundo mejor, más habitable. Los niños crueles serán adultos crueles, no cabe la menor duda. Los adultos crueles forman sociedades como la que tenemos actualmente en todo México, plagada de asesinatos, secuestros y torturas que quedan impunes. ¿No es eso lo que aprenden los niños al robar, torturar y matar animales sin que nadie les diga nada?
De acuerdo al testimonio del autor de la carta, este perro, a pesar de tener dueños, sobrevive desde hace un año con el agua y alimento que buenamente le quieran dar las personas que se compadecen. El no poderse mover hace a esta mascota objeto de agresión de otros humanos y animales.
Esta mascota se localiza en Madero 1313 sur, en Lerdo, Durango. Estamos seguros de que habrá mucha gente de buenos sentimientos, más que dispuesta a quedarse con él.
Yo sé que hay algunas personas que se molestan porque uno se propone ayudar a los animales en desgracia. Muchas veces les he escuchado proferir “deberían ocuparse de la gente”. Sin embargo, y sin negar que el ser humano siempre será primero, yo siento que una importante contribución a la mejoría de este mundo, consiste en llamar la atención contra el maltrato animal. Esas personas, las que nos reprenden cómodamente desde sus asientos, las que dicen que les preocupa la gente, deberían de ponerse a trabajar en favor de la gente, y dejar de estar vigilando o criticando las iniciativas ajenas.
De esta manera, trabajando todos en favor de todos los seres vivos, lograremos tener un mundo mejor, más habitable. Los niños crueles serán adultos crueles, no cabe la menor duda. Los adultos crueles forman sociedades como la que tenemos actualmente en todo México, plagada de asesinatos, secuestros y torturas que quedan impunes. ¿No es eso lo que aprenden los niños al robar, torturar y matar animales sin que nadie les diga nada?
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