Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

domingo, diciembre 30, 2007

Para memoria del 2007



A menos de 48 horas de la “nochevieja”, ya es posible hacer algunos apuntes para la historia de Torreón en este año 2007 que finaliza.

Este fue un año de festejos. El Centenario de Torreón como ciudad prevaleció en el ambiente de la Comarca Lagunera, particularmente durante los primeros nueve meses del año. Esta alegría no se vio opacada ni siquiera por los destellos de una esporádica violencia previamente desconocida en Torreón en tiempos de paz. Hubo 420 eventos programados por el Municipio y por Centenario, A.C. para estas magnas celebraciones. Hubo también muchos otros festejos que la ciudadanía organizó por otros canales institucionales, o bien, de manera espontánea. El tono cultural de la ciudad subió sensiblemente en lo cuantitativo y cualitativo, y por decirlo así, este año la historia “se puso de moda”.

Durante el 2007 fue notorio el incremento de los infectados de “Dengue” en nuestra ciudad, e incluso se presentó algún caso del tipo “hemorrágico”. Algunas personas expertas en problemas de salud atribuyen esta situación al cambio climático de Torreón, que de algunos años acá presenta veranos más húmedos y períodos de frío más cortos y menos riguroso durante el otoño-invierno. Estas circunstancias han convertido a nuestra Comarca Lagunera en un hábitat más amigable para el Aedes Egyipti, el mosco portador de la infección.

Por lo que se pudo ver y escuchar en la ciudad durante el 2007, el poder adquisitivo de los ciudadanos que viven de su trabajo está muy lejos de haber obtenido una recuperación. El movimiento comercial de temporada navideña no ha sido el mismo de otros años, si nos guiamos por la cantidad de consumidores que solían deambular por calles y comercios. Muchos torreonenses jóvenes se asumen como afectados por problemas de desempleo o de falta de oportunidades laborales, y yo he notado un sensible incremento en la capacidad de interlocución e inquietud intelectual de los taxistas, debido a que una buena cantidad de ellos poseen estudios universitarios. La gente mayor cuida sus empleos “como oro en paño” debido al proceso de permanente deterioro económico, cuyos orígenes se remontan al régimen del presidente Luis Echeverría.

Mientras que los salarios apenas si se mantienen estables y por lo tanto, en constante deterioro de su capacidad adquisitiva, los bienes y servicios van sufriendo alzas inmisericordes. Así ha sucedido con el gas doméstico, la electricidad, los impuestos prediales, la educación, los servicios médicos, los servicios bancarios y muchos otros.

Desde luego, esta percepción se puede matizar según el tipo de empleo y nivel de ingresos que se posea. La realidad se percibe de manera difrente si se es propietario de bienes de producción. Sin duda alguna, la presencia empresarial de la Comarca Lagunera y su ingerencia en el ámbito nacional ha sido mayor y más relevante en el 2007. Grupos como Soriana y Lala han crecido. Este año, Organización Soriana compró las 199 tiendas de autoservicio que “Gigante” poseía en México y otras 7 ubicadas en la ciudad de Los Ángeles, California. Los Grupos Soriana y Lala, a través de Banamex Citybank, adquirieron una significativa participación en la controladora de Aeroméxico y Aerolitoral.

Ambas empresas, que son laguneras de abolengo, han demostrado ser competitivas. Sin duda alguna, su expansión puede significar un gran beneficio para la población comarcana a través de la generación de empleos de diversos niveles, o por medio de contratos de provisión de bienes o servicios.
En este año, los municipios de Lerdo, Gómez y Torreón fueron declarados "Zona Metropolitana". Con dicho estatus, la zona comprendida puede recibir apoyos federales específicos.

Una de las muertes más sentidas durante este año fue la de don Fernando Romo Gutiérrez, Primer Obispo de Torreón. Asunto a la mitra episcopal en 1957, cuando la ciudad celebraba sus 50 años de existencia como tal, murió medio siglo después, cuando la ciudad festejaba el centenario de su título de ciudad. De él habremos de recordar que fue un buen pastor, y que nunca fue obispo de otro lugar. Aquí vivió y aquí murió.

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