Si hacer historia -en este caso, historia del entretenimiento audiovisual- es referir el
cambio, mencionaremos que en enero de 1966 aún no existían el videocasete, el
DVD, las PC´s ni el internet. Las películas había que verlas en los diversos cines de la
región. ¿Cómo eran los cines laguneros hace medio siglo? ¿Qué había en
cartelera en la última semana de enero de 1966?
Para entonces, el cine Nazas –el de
mayor categoría en Torreón– exhibía “los dos éxitos más emocionantes de Sean
Connery como James Bond”, “solo para adultos”: “El satánico doctor No” y “El
regreso del agente 007” ("De Rusia con amor"). La permanencia era voluntaria, y la primera pasaba a
las 16 y 19.55 horas; la segunda, a las 18 y a las 21.55 horas. El precio de
entrada era de cinco pesos.
En esa época, este cine incluía ya en su cartelera algunas
películas mexicanas. Anteriormente, se caracterizaba por su preferencia por las
cintas estadounidenses. Al menos, esa es la percepción de este cronista. En
enero de 1966 anunciaba como próximo estreno algo “electrizante”. “Una descarga
de emociones” solo para adultos: la película “Viento negro” con José Elías
Moreno, David Reynoso, Jorge Martínez de Hoyos y otros actores.
Esta película,
del guionista Mario Martini y del director Servando González, había sido
exhibida por vez primera en 1964. Trata sobre las obras de construcción del
ferrocarril en el desierto de Altar, en Sonora, y resalta el drama humano y las
consecuencias históricas que generaron dichas acciones (quizá las nuevas
generaciones no conocen este filme). A esta cinta se le ubica entre las mejores
películas mexicanas de todos los tiempos.
Se anunciaba también una película
francesa, una comedia, cuyo título en español era “Alpiste para los pajaritos”,
del director Marcel Carné y que en francés se intitulaba “Du mouron pour les
petits oiseaux”, que había sido estrenada en Francia en 1963.
Por su parte, el cine Torreón, que pudiera
estar a la par en categoría al cine Nazas, o tal vez apenas un poco menos que
éste, anunciaba, “para niños y adultos”, “una maravillosa fantasía japonesa del
siglo XVI”, “increíblemente fantástica”: “El pirata samurái”, con Toshiro
Mifune. En “Eastmancolor” y “Cinemascope”. Es evidente que la capacidad para
representar la viveza y la intensidad el color y el formato ancho de las
imágenes proyectadas (el cine Torreón contaba con la pantalla adecuada) eran
innovaciones de gran atractivo para el público cinéfilo de la época.
Junto con
“El pirata samurái” se presentaba la película “Combate” que la publicidad
calificaba como “¡excitante!, ¡terrífica!, ¡explosiva!”. Beach Dickerson era el
protagonista, según la misma publicidad. No hemos localizado sino tres
películas de este actor, siempre en papeles secundarios: “El monstruo del mar
encantado” (Creature from the haunted sea) de 1961; “Café Europa” (G.I. Blues)
de 1960, en la cual el protagonista es Elvis Presley; y la tercera data de
1967. No podría estar en cartelera en 1966.
Esta aparente manipulación de la
temática de las películas a través de la publicidad, parece obedecer al gusto
principal del público: películas de acción antes que de comedia romántica. La
manipulación era simple mercadotecnia.
El costo del boleto de entrada al cine
Torreón era de tres pesos y cuarenta y cinco centavos. Otros cines de Torreón en
funciones a finales de enero de 1966 eran el Laguna, Princesa, Modelo, Martínez,
Cinelandia. Y en el área metropolitana, los cines Palacio, Unión y López.
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