En 1821, año en que se consumó la independencia
mexicana, Coahuila formaba parte de las Provincias Internas de Oriente, junto
con el Nuevo Reino de León (Nuevo León), Nuevo Santander (Tamaulipas) y Texas.
Una vez desaparecido el Primer Imperio Mexicano, con la promulgación del “Acta
Constitutiva de la Federación” el 31 de enero de 1824, y de acuerdo con su
artículo 7, surgió a la vida legal el Estado Interno de Oriente, compuesto por
las Provincias de Coahuila, Nuevo León y Texas.
Bandera de Coahuila y Texas
Cuando Texas obtuvo su efectiva independencia de
Coahuila y de México, conservó en su pabellón de la “estrella solitaria”, una
de las dos estrellas de lo que había sido la bandera Coahuiltexana. La
definitiva bandera texana conservó en dos fajas los colores blanco y rojo de la
bandera de México y de Castilla y León, mientras que en una partición vertical
de color azul, conservó la estrella de cinco puntas (blanca).
Otro plan separatista cargado de elementos
anti-centralistas buscaba la creación de la llamada “República del Río Grande”.
En una convención llevada a cabo el 17 de enero de 1840 en Laredo (ahora
jurisdicción de Texas, entonces todavía parte de México), ciertos delegados de
los tres estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas se pronunciaron y
declararon la independencia de las tres entidades para formar una nueva
república. Desde luego, esta era la manera como un grupo político minoritario
intentaba presionar al gobierno centralista para que se restituyera la
constitución federalista de 1824. Jesús de Cárdenas fue designado presidente;
Antonio Canales Rocillo, comandante general del ejército; Juan Nepomuceno
Molano, delegado y miembro de la convención por Tamaulipas; Francisco Vidaurri
y Villaseñor, delegado y convencionista por Coahuila; Manuel María de Llano lo
era por Nuevo León, y José María Jesús Carvajal era el secretario de la
convención.
Bandera de la República del Río Grande
Esta bandera era semejante en diseño a la de Texas,
con dos fajas, la superior en blanco, la inferior en negro, más una partición
vertical roja, y sobre esta, puestas en línea descendente, tres estrellas
blancas de cinco puntas, cada estrella representando un estado separatista.
Esta efímera “República del Río Grande” o “República Nortemexicana” duró 293
días, ya que la expedición punitiva del general mexicano Mariano Arista fue
imparable, y Canales tuvo que capitular en Camargo, Tamaulipas, el 6 de
noviembre de 1840.
Por lo general, las fuentes que hablan de esta
declaratoria de independencia son estadounidenses, ya que México, en medio de
un clima tan volátil como era el de esa época, prefirió guardar silencio.
Varias entidades federativas buscaban los mismos fines separatistas, y hablar
del asunto solamente hubiera alentado la secesión. Incluso hay quien piensa que
los hechos fueron más propagandísticos que históricos, mera publicidad política
que beneficiaba a los texanos. Sin embargo, hay publicaciones periódicas
mexicanas de la época que dan certezas de la historicidad de los
acontecimientos, como “La Hesperia” del 5 de abril de 1840, página 2, en su
artículo “Crónica de México” columna 3; y el mismo semanario, en su edición del
12 de abril de 1840, “Crónica de México”, pp. 2 y 3.
Por otra parte, uno debiera preguntarse si la anexión
de Coahuila por Santiago Vidaurri, gobernador de Nuevo León, el 19 de febrero
de 1856 (de hecho, anexó también partes de Tamaulipas) obedecía al proyecto de
la formación de la “República de la Sierra Madre” que aparentemente consistía
en un nuevo intento por federar e independizar a los estados de Nuevo León,
Coahuila y Tamaulipas. Si los hechos fueron así, el fondo y contexto de este nuevo
intento de secesión correspondía al proyecto fallido de 1840. Y los resultados
fueron los mismos.
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