El alcalde Eduardo Olmos Castro en el discurso de inauguración
Hoy por la mañana, 15 de septiembre de 2012, amaneció como
una típica mañana torreonense del mes patrio. Tras días de lluvia, el cielo
estaba muy nublado, el ambiente muy limpio, y el suelo mojado. Se respiraba un
aire delicioso, carente por completo del molesto y cotidiano polvo.
Torreón estaba de fiesta desde temprano, no solamente por
conmemorarse hoy el 202 aniversario del “Grito de Dolores”, y también el 105
aniversario de la elevación al rango de ciudad de nuestra población, sino
porque a las 8 horas se inauguraría la recién construida Plaza Mayor de la
ciudad.
Este Cronista recibió en días previos, la invitación para
estar presente en esa ceremonia de solemne inauguración. Y en efecto, a las
ocho de la mañana de este día nublado y ligeramente lluvioso, se encontraba ya
presente en la Plaza Mayor una multitud de ciudadanos interesados en presenciar
el evento.
Se encontraban instalados una serie de pabellones para
protección de la lluvia, en caso de que arreciara, y no solamente para la
sección de invitados especiales, entre los que me encontraba en mi calidad y
funciones de Cronista Oficial y Notario Histórico, sino también para el público
que acompañaba la ceremonia. Estaban presentes distinguidas personalidades del
mundo empresarial, político, militar, académico y cultural.
A las ocho de la mañana y diez minutos comenzó el maestro de
ceremonias su alocución, dando la bienvenida al publico asistente, así como noticias
del significado del evento.
Posteriormente, tocó su turno al alcalde de la ciudad de
Torreón, el Lic. Eduardo Olmos Castro, hablar sobre el significado que la Plaza
Mayor tiene para su gestión como alcalde, para la necesidad de mejoras
urbanísticas y espacios públicos de grandes dimensiones, y para la vida social
de Torreón.
En seguida, el Gobernador del Estado de Coahuila, Rubén
Moreira Valdés, felicitó al alcalde Olmos Castro y comunicó su satisfacción por
el hecho de que Torreón cuente con esta nueva gran plaza, haciendo votos por un
mejor futuro para los mexicanos, los torreonenses y los laguneros.
Acto seguido, una fila de 22 soldados llevaron en hombros la
enorme bandera nacional que había de ser izada, por vez primera, en la Plaza
Mayor. Se trata de una bandera de aproximadamente treinta metros de largo, para
la enorme asta de más de 60 metros de altura, que se encuentra situada en el
medio de la nueva plaza, casi sobre la avenida Matamoros. El Alcalde Olmos y el
Gobernador Moreira activaron el mecanismo que elevó y puso a ondear este enorme
lábaro patrio.
Finalmente, la plaza fue recorrida por cuerpos militares en
desfile, el primero de este tipo, los cuales contaron con la ovación unánime de
la concurrencia.