Escudo de Torreón

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miércoles, marzo 05, 2014

El general incómodo: Gonzalo Escobar

El Siglo de Torreón del 4 de marzo de 1929

Detalle de la misma publicación


El pasado lunes 3 de marzo se cumplió el 85 aniversario de que el general de división José Gonzalo Escobar lanzó el llamado “Plan de Hermosillo” fechado el 3 de marzo de 1929. Por este plan, desconocía al presidente en funciones, Emilio Portes Gil. 

Pero este proyecto en realidad dirigía su golpe contra Plutarco Elías Calles, quien había asumido un rol supra-presidencial al nombrarse “Jefe Máximo de la Revolución Mexicana” (“Maximato” 1928-1934) y quien ocupaba la cartera de Secretario de Guerra y Marina en 1929.

Torreón era una plaza de gran importancia estratégica a favor o en contra cualquier rebelión militar, por constituir un punto nodal en las vías de comunicación del centro-norte de México. A esta circunstancia se le sumaba que el general Escobar había sido su jefe de operaciones militares durante nueve años, era “Benemérito” declarado por el Estado de Coahuila y tenía buenos amigos en nuestra ciudad. 

Debido a estas circunstancias, Torreón bien pudo ser considerada por Calles como una población potencialmente “escobarista”. Eso explicaría el uso de bombas y metralla como una represalia contra la población civil los días 16 y 17 de marzo de aquel año de 1929, y que abordaré más delante en esta misma crónica.  

Como antecedentes diremos que, como lo expresa la metáfora, “la vida es una rueda de la fortuna. A veces se está abajo, a veces se está arriba”. Esto resultó particularmente cierto para todos aquellos torreonenses y laguneros que, entusiastas, habían aclamado y distinguido al general José Gonzalo Escobar, para encontrarse después con que éste se convertía en un acérrimo crítico del régimen de Emilio Portes Gil y de Plutarco Elías Calles, máximas autoridades políticas y padres del Partido Nacional Revolucionario.

El 4 de enero de 1926, el Ayuntamiento de Torreón celebró una sesión extraordinaria para hacerle entrega al General de División José Gonzalo Escobar, del decreto expedido por la XXVII Legislatura de Coahuila (1925-1927). Por medio de este decreto, y en atención a los “meritísimos servicios” que había prestado a nuestra entidad federativa este general, el Congreso lo nombraba “hijo adoptivo” del estado.

El acto, aunque sencillo, fue sumamente solemne, y contó con la asistencia de los generales J. Contreras y José San Martín y otros jefes militares de alto rango. El general Escobar llegó al salón de sesiones del ayuntamiento acompañado del diputado Octavio M. Trigo, y del regidor Aurelio Anaya. El diputado procedió a hacer la lectura del decreto:

“El H. XXVII Congreso Constitucional del Estado Independiente, Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza, ha tenido a bien expedir el siguiente decreto:

Artículo primero. Se declara ciudadano coahuilense por nacimiento al señor General de División don José Gonzalo Escobar, en vista de los servicios que ha prestado a la Región Lagunera del Estado.

Artículo segundo. Comuníquese al interesado y al Ejecutivo del Estado para los efectos legales correspondientes. Dado en el Salón de Sesiones del H. Congreso del Estado, en la ciudad de Saltillo, a los veintiséis días del mes de diciembre de mil novecientos veinticinco. Diputado Presidente Manuel Antero Fernández. Diputado Secretario Daniel Cerda.

Durante la ceremonia se mencionó el hecho de que en toda su historia, Coahuila solo había nombrado hijos adoptivos a dos generales de división, a saber, al general Carlos Fuero, colaborador del presidente Benito Juárez, y al general de división Gonzalo Escobar.

El general Escobar, al tomar la palabra, consideró que solamente había cumplido con su deber. Pero que se sentía extremadamente orgulloso de la distinción obtenida, y que esperaba corresponder a Coahuila con un servicio digno.


¿Quién le diría a la concurrencia de esa ceremonia, que el general Escobar se convertiría, a la vuelta de cuatro años, en el general más incómodo que existiera en México, precisamente por arremeter contra un caudillo que se autoerigía en gobernante supra-presidencial? Y por ende, que Torreón fuera percibida como la ciudad más “escobarista” de la nación. Por estas razones, nuestra ciudad fue bombardeada y ametrallada desde el aire los días 16 y 17 de marzo de 1929.

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