Una de las compañías industriales más prósperas en la historia de nuestra ciudad lo fue, sin duda, la Compañía Metalúrgica de Torreón, la cual se fundó cuando nuestra población era apenas una estación del ferrocarril, una pequeña congregación, tres años antes de que fuera elevada al rango de villa.
Esta compañía se fundó en 1890, según el “Álbum de la Paz y el Trabajo”, con un capital inicial de $ 1,250.000.00, que de acuerdo a la escritura pública de 20 de junio de 1900 se aumentó a $ 2,500,000.00 y más tarde a $ 3,500,000.00 en vista del crecimiento de sus operaciones, las cuales demandaban mayor inversión para obtener todo el éxito que finalmente tuvieron. Este éxito fue causa de cuantiosas derramas económicas para los capitales invertidos, al grado de que en diferentes ocasiones se decretaron dividendos hasta de un 25% sobre el monto del capital.
El consejo de administración, en 1910, estaba constituido por un presidente, el señor Ernesto Madero, un vicepresidente, el señor Carlos González, un secretario, el Lic. Praxedis de la Peña, un tesorero, el señor Pedro Torres Saldaña, y seis vocales, los señores Ernesto Madero, Tomás Mendirichaga, Joaquín Serrano, Francisco Frumencio Fuentes, Rómulo Larralde y Marcelino Garza.
La planta de fundición en Torreón tenía (en 1910) ocho hornos con capacidad para fundir en conjunto, cien toneladas diarias de minerales. Producía por entonces mil quinientas toneladas mensuales de plomo de obra que exportaba a Inglaterra para su afinación. Compraba minerales de todas clases pagando los mejores precios. La fundición comenzó a funcionar con cuatro hornos en 1902, y en 1904 ya había duplicado su capacidad.
“El Diario”, en su edición del jueves 25 de octubre de 1906, página siete, primera columna, publicó un artículo que intitulaba “La Compañía Metalúrgica de Torreón”. En este artículo, mencionaba lo siguiente:
“El Consejo de Administración de esta Compañía industrial ha convocado una asamblea general extraordinaria para el día 22 de Noviembre próximo con el fin de discutir y aprobar, si así lo cree conveniente, el aumento de capital a $ 5,000,000.00 por medio de una emisión de 15,000 acciones con valor a la par de $100.00 cada una, de las cuales, 12,500 acciones se ofrecerán a los accionistas de esa Compañía, en proporción a sus representaciones y 2,500 acciones serán cambiadas por igual número de bonos fundadores.
Esta Compañía cuenta actualmente con un capital efectivo completamente pagado de $ 3,500,000.00 representados por 35,000 acciones de a $ 100.00 cada una. Las acciones de esta compañía industrial se cotizan en plaza a $127.00, el año pasado se cotizaron como máximum a $ 175.00 y como mínimum a $ 140.00”.
Esta compañía se fundó en 1890, según el “Álbum de la Paz y el Trabajo”, con un capital inicial de $ 1,250.000.00, que de acuerdo a la escritura pública de 20 de junio de 1900 se aumentó a $ 2,500,000.00 y más tarde a $ 3,500,000.00 en vista del crecimiento de sus operaciones, las cuales demandaban mayor inversión para obtener todo el éxito que finalmente tuvieron. Este éxito fue causa de cuantiosas derramas económicas para los capitales invertidos, al grado de que en diferentes ocasiones se decretaron dividendos hasta de un 25% sobre el monto del capital.
El consejo de administración, en 1910, estaba constituido por un presidente, el señor Ernesto Madero, un vicepresidente, el señor Carlos González, un secretario, el Lic. Praxedis de la Peña, un tesorero, el señor Pedro Torres Saldaña, y seis vocales, los señores Ernesto Madero, Tomás Mendirichaga, Joaquín Serrano, Francisco Frumencio Fuentes, Rómulo Larralde y Marcelino Garza.
La planta de fundición en Torreón tenía (en 1910) ocho hornos con capacidad para fundir en conjunto, cien toneladas diarias de minerales. Producía por entonces mil quinientas toneladas mensuales de plomo de obra que exportaba a Inglaterra para su afinación. Compraba minerales de todas clases pagando los mejores precios. La fundición comenzó a funcionar con cuatro hornos en 1902, y en 1904 ya había duplicado su capacidad.
“El Diario”, en su edición del jueves 25 de octubre de 1906, página siete, primera columna, publicó un artículo que intitulaba “La Compañía Metalúrgica de Torreón”. En este artículo, mencionaba lo siguiente:
“El Consejo de Administración de esta Compañía industrial ha convocado una asamblea general extraordinaria para el día 22 de Noviembre próximo con el fin de discutir y aprobar, si así lo cree conveniente, el aumento de capital a $ 5,000,000.00 por medio de una emisión de 15,000 acciones con valor a la par de $100.00 cada una, de las cuales, 12,500 acciones se ofrecerán a los accionistas de esa Compañía, en proporción a sus representaciones y 2,500 acciones serán cambiadas por igual número de bonos fundadores.
Esta Compañía cuenta actualmente con un capital efectivo completamente pagado de $ 3,500,000.00 representados por 35,000 acciones de a $ 100.00 cada una. Las acciones de esta compañía industrial se cotizan en plaza a $127.00, el año pasado se cotizaron como máximum a $ 175.00 y como mínimum a $ 140.00”.
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