Una de las grandes fuerzas propulsoras del desarrollo industrial de Torreón a finales del siglo XIX, fue la política fiscal. Desde inicios de la última década de dicho siglo, la exención de impuestos para aquellas industrias que se instalaran en la congregación y luego villa de Torreón fue un inmenso atractivo para quienes estuvieron dispuestos a invertir sus capitales en la creación de establecimientos fabriles y comerciales.
Esta política funcionó por vez primera en La Laguna con excelentes resultados cuando el virrey arzobispo Juan Antonio Vizarrón liberó del impuesto sobre la renta y de impuestos al comercio (alcabalas) a los productores de vinos y aguardientes de Parras y su jurisdicción, en 1738. Por el occidente, este territorio llegaba hasta el río Nazas. Torreón hubiera quedado comprendido en él si hubiera existido por entonces.
En el caso de la congregación y villa del Torreón, esta política fiscal brindó excelentes resultados. Funcionó como un catalizador para el establecimiento de fábricas, y por ende, para ofrecer nuevos horizontes a los inmigrantes que poblaron el núcleo urbano a una velocidad realmente vertiginosa. Y aunque existía un decreto general, cada nueva industria que se establecía en Torreón solicitaba al gobierno del Estado de Coahuila el decreto que la exentaba de manera particular.
Entre los decretos de exención de impuestos, registramos los siguientes:
El decreto del 18 de febrero de 1898 liberaba del pago de impuestos a la instalación del Alumbrado Eléctrico de Torreón.
El decreto del 7 de noviembre de 1897, por el cual se exceptúa del pago de impuestos a la Fundición de Fierro y Acero.
El decreto del 10 de diciembre de 1900 liberó de contribuciones a la Fábrica de Dulces y Aguas Gaseosas de Torreón.
El decreto del 27 de mayo de 1901 liberó del pago de impuestos a una lavandería torreonense movida por vapor.
El decreto del 4 de julio de 1901 liberó del pago de impuestos a la fábrica “La Internacional” de Torreón, cuya matriz estaba en Chihuahua.
El decreto del 11 de diciembre de 1901 eximió del pago de impuestos a una fábrica beneficiadora de ixtle en Torreón.
El decreto del 27 de diciembre de 1901 liberó del pago de impuestos a una empresa prestadora de servicios de limpieza en Torreón.
El decreto del 27 de junio de 1902 eximió de impuestos a una fábrica torreonense de cerillos.
Y como estos, existieron muchos más decretos que muestran con claridad cuáles fueron los incentivos legales con que contó la villa del Torreón para sufrir una metamorfosis demográfica tan extraordinaria como la que aconteció entre 1893 y 1907.
Esta política funcionó por vez primera en La Laguna con excelentes resultados cuando el virrey arzobispo Juan Antonio Vizarrón liberó del impuesto sobre la renta y de impuestos al comercio (alcabalas) a los productores de vinos y aguardientes de Parras y su jurisdicción, en 1738. Por el occidente, este territorio llegaba hasta el río Nazas. Torreón hubiera quedado comprendido en él si hubiera existido por entonces.
En el caso de la congregación y villa del Torreón, esta política fiscal brindó excelentes resultados. Funcionó como un catalizador para el establecimiento de fábricas, y por ende, para ofrecer nuevos horizontes a los inmigrantes que poblaron el núcleo urbano a una velocidad realmente vertiginosa. Y aunque existía un decreto general, cada nueva industria que se establecía en Torreón solicitaba al gobierno del Estado de Coahuila el decreto que la exentaba de manera particular.
Entre los decretos de exención de impuestos, registramos los siguientes:
El decreto del 18 de febrero de 1898 liberaba del pago de impuestos a la instalación del Alumbrado Eléctrico de Torreón.
El decreto del 7 de noviembre de 1897, por el cual se exceptúa del pago de impuestos a la Fundición de Fierro y Acero.
El decreto del 10 de diciembre de 1900 liberó de contribuciones a la Fábrica de Dulces y Aguas Gaseosas de Torreón.
El decreto del 27 de mayo de 1901 liberó del pago de impuestos a una lavandería torreonense movida por vapor.
El decreto del 4 de julio de 1901 liberó del pago de impuestos a la fábrica “La Internacional” de Torreón, cuya matriz estaba en Chihuahua.
El decreto del 11 de diciembre de 1901 eximió del pago de impuestos a una fábrica beneficiadora de ixtle en Torreón.
El decreto del 27 de diciembre de 1901 liberó del pago de impuestos a una empresa prestadora de servicios de limpieza en Torreón.
El decreto del 27 de junio de 1902 eximió de impuestos a una fábrica torreonense de cerillos.
Y como estos, existieron muchos más decretos que muestran con claridad cuáles fueron los incentivos legales con que contó la villa del Torreón para sufrir una metamorfosis demográfica tan extraordinaria como la que aconteció entre 1893 y 1907.
Para revisar estos y otros decretos, véase "Directorio comercial e industrial de La Laguna por Baca y Aguirre 1905-1907". Torreón, 2006.
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