Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

domingo, diciembre 31, 2006

Saldo económico del 2006

El municipio de Torreón, en el Estado de Coahuila, en México, contaba en el 2005 con 577 mil 477 habitantes, según los cómputos del INEGI. Y de acuerdo a la información ofrecida por un suplemento del diario torreonense La Opinión, el 2006 fue un buen año para la mayoría de los sectores económicos.

Peñoles habría tenido un incremento de ventas durante el 2006. Las cifras manejadas son de 25 mil 345 millones 510 mil pesos al mes de septiembre de 2006. Esta cantidad implica que se superaron las ventas del 2005 para el mismo período por 7 mil 455 millones 803 mil pesos.

Lala incrementó su fuerza laboral con 2 mil 815 empleos durante el año que hoy acaba. Este grupo industrial pasó de 37 a 39 empresas y mantiene su mercado en Latinoamérica y los Estados Unidos, con tendencia a crecer. Su inversión en activos, de acuerdo a esta fuente, es de 1 mil 49 millones de pesos, y cuenta con un total de 26 mil 415 empleados.

El centro comercial Galerías Laguna cuenta con un incremento económico del 15%. Durante 2006 hubo 1 mil 500 empleados, 100 locales comerciales operando, 448 mil 500 visitantes al mes (no lejos del medio millón) y 195 mil vehículos que ingresaron a su estacionamiento cada mes.

El Grupo Simsa está constituido por 17 diferentes empresas. Este grupo fue fundado en 1967 por un grupo de empresarios laguneros con el propósito de producir y distribuir bienes y servicios
incluidosen las siguientes divisiones: Transporte, Gas L.P., Gasolina, Volvo, Inmobiliaria, Gas Natural, Alimentos, Agregados para la Construcción. Este grupo tiene capital e intereses comerciales en varios estados del país. Destaca la inversión realizada en 2006, la adquisición de un gasoducto de más de 95 kilómetros, desde el municipio de Acolman hasta Toluca, en el Estado de México. Sus ventas en 2006 registraron un incremento de entre el 15 al 50%, según la división.

La Organización Soriana también experimentó crecimiento. Sus ingresos netos en el trimestre julio-septiembre de 2006 ascendieron a 14 mil 64 millones de pesos, y fueron superiores a los del mismo período del 2005 en un 20.5% (un 15.8% en términos reales). Durante el tercer trimestre de 2006 se abrieron Sorianas en Playa del Carmen, y Toluca, y Mercados Soriana en Puebla, Guadalajara y Chihuahua. Esta organización cuenta con 148 Sorianas, 48 Mercados Soriana, 19 City Club, totalizando 215 establecimientos.

Al igual que las mencionadas, una buena cantidad de empresas o plantas regionales han experimentado crecimiento durante el 2006. Las nuevas inversiones extranjeras superaron los 75 millones de dólares, y el empleo subió en 4.32 %. El IMSS reportó8 mil 665 más plazas que las que había en 2005. De acuerdo a las fuentes de dicha institución, en La Laguna de Coahuila hubo un incremento del 4.74% en las afiliaciones.

Por otra parte, según el suplemento citado, la inflación acumulada de enero al mes de noviembre de 2006 en Torreón fue de 3.39% contra el 4.25% del 2005.

Todo parece indicar que, en términos generales, 2006 fue un buen año para Torreón. Esperamos que el 2007, que será el de su centésimo aniversario como ciudad, sea todavía mejor.

De climas y tolvaneras

Durante la última semana del año, ha predominado el clima frío en Torreón y en la comarca. Nada menos ayer veíamos el curioso espectáculo que se ofrecía con un cielo muy cristalino y azul como fondo. Un rápido avance de nubes que procedían del norte, muy bajas y cargadas de humedad, mientras que a muchísima mayor altura, grandes nubes, también densamente cargadas de humedad, se dirigían al norte. Es decir, dos grandes masas de aire, una polar y la otra tropical, se dieron cita sobre la Comarca Lagunera. El resultado fue una gélida y fina llovizna, y en algunos sitios, como Ceballos (Durango) nieve.

Como ha sucedido siempre en Torreón, su clima es imposible de predecir. Durante la semana, después del frío navideño, sentimos la llegada de una gran masa de aire tropical . Durante algunas horas nos olvidamos el frío del invierno. Pero volvieron las masas de aire polar, y todo indica que, aunque el 31 de diciembre de 2006 será un día soleado, tendremos una nochevieja fría.

Y ya que comentamos el clima, mencionaré el enorme desconcierto que me produjo la tolvanera o viento negro, como algunos llamaron al fenómeno, del 12 de junio de 1985. Como a las cinco de la tarde celebrábamos la piñata del segundo cumpleaños de mi hijo en algún local de la colonia Torreón Jardín, cuando, al mirar hacia el norte, quedé atónito. Por toda la línea del horizonte avanzaba una especie de enorme, altísima nubosidad negra que tenía un movimiento interno como de oruga de tractor. Parecía venir rodando sobre sí misma en dirección de la ciudad. Se necesita ser lagunero para entender qué clase de tolvanera lo puede dejar a uno atónito, o hacer que la gente se arrodille en las calles, presa del terror.

Yo traía mi cámara fotográfica —una Minolta de mis días de estudiante de comunicación— y hubiera sido de lo más simple obtener algunas fotografías muy ilustrativas del fenómeno que describo. Pero en ese momento solamente pensé en la seguridad de los pequeños que celebraban a cielo descubierto. Jamás había visto algo semejante, y por el movimiento rotatorio del fenómeno, pensé que se podía tratar de un tornado o inicio de tornado. Por lo tanto, me olvidé de las tomas fotográficas y me dediqué a buscar refugio para los niños y sus papás.

Mientras hacía esto, pasó a gran altura sobre Torreón una especie de rapidísima corriente de aire, a la vez que a caía un polvo muy fino y se dejaba sentir un fuerte olor a cieno.

Solamente alcanzaron a resguardarse algunos niños bajo las mesas cuando llegó un fortísimo golpe de viento y tierra que venía a ras del suelo. En cuestión de segundos bajó la temperatura ambiente. El viento y el súbito descenso de la temperatura mataron todas las plantas de los invernaderos del centro de investigación en el cual yo laboraba por entonces.

A partir de ese momento, el extraño fenómeno se convirtió en lo que pudo ser la peor tolvanera del siglo XX en la Comarca Lagunera. Afortunadamente, no pasó de eso.

lunes, diciembre 25, 2006

Los "nacimientos" decembrinos



El "nacimiento" como representación artística tradicional del nacimiento de Jesús en Belén, es muy antiguo. Para algunos, fue San Francisco de Asís el que inició esta costumbre navideña. De Italia, se habría extendido al resto del mundo católico en diversas épocas y circunstancias. La era del barroco, que coincidió con la colonización y evangelización del norte de la Nueva España, le dio aún mayor importancia al valor ideológico y litúrgico de las figuras antropomorfas católicas.

Podemos decir que a La Laguna, la práctica de instalar nacimientos llegó con los misioneros jesuitas. Fueron ellos quienes fundaron el pueblo de Santa María de las Parras como centro de su obra evangelizadora, y como capital administrativa, religiosa y cultural de La Laguna de Coahuila y Durango. Por ellos se creó la alcaldía mayor de Parras, La laguna y Río de las Nazas, territorio que abarcaba nuestra Comarca Lagunera de Coahuila y Durango. En alguna exposición de arte jesuita de Parras (Museo Regional de La laguna, INAH) pudimos admirar un San José y una Virgen María de un nacimiento del siglo XVII.

En nuestra comarca, los laicos tenían por costumbre poner en sus casas figuras de la tríada que llamaban el "misterio", a saber, el niño Jesús, María y José. En algunos casos, las figuras sagradas de mayor precio habían sido fabricadas en el lejano oriente, y los rasgos de sus fisonomías marfilinas eran asiáticas. Con su vasto comercio de vinos y aguardientes, la de Parras era una comarca próspera y abierta al comercio. Mapimí lo fue también con sus minerales, aunque no de manera continua, debido al constante ataque de los indios enemigos.

En cuanto a las prácticas religiosas de los laicos, tenemos el ejemplo del indio tlaxcalteca-lagunero de Parras, Lázaro Miguel, que vivió durante la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII. Él celebraba, al igual que sus contemporáneos, las "levantadas" y "acostadas" del "niño Dios" en la navidad y la candelaria. Su testamento, firmado el 3 de noviembre de 1715, declara, entre otras cosas, la propiedad de "un nacim[ien]to con su tavernáculo pequeño". El tabernáculo servía para guardar, transportar o exhibir. Esto indica que equivalía a nuestro actual pesebre.

Otro indígena lagunero también de Parras, Felipe Cano Moctezuma, bautizado el 13 de febrero de 1659, tenía en su casa un "niño Jesús" al que le brindaba la misma veneración que Lázaro Miguel. Estas costumbres centenarias fueron extendiéndose a todas las poblaciones de la Comarca Lagunera a medida que desde Parras y San José y Santiago del Álamo (Viesca) se iba colonizando el territorio. Los primeros agricultores que fueron poblando el Rancho del Torreón desde 1850, eran personas que provenían de los asentamientos de la hacienda de San Lorenzo de La laguna, y también de Matamoros, o bien de los ranchos y villas de Durango como Mapimí, Cuencamé o San Fernando. Todos ellos traían esta vieja herencia cultural lagunera que se expresaba en la colocación de los nacimientos, y sobre todo, en las "levantadas y acostadas" del niño, con los obligatorios rosarios y letanías.

Al lado de la liturgia oficial o formal de los templos (celebración del Adviento, misa, rosarios) los habitantes de La Laguna contaban con prácticas religiosas seculares. La instalación del nacimiento les permitía celebrar de manera no formal o institucional, aunque sí muy piadosa y sentida, los misterios de su fe. Era una manera de reforzar su identidad católica occidental y de pedir la protección divina frente a la amenaza que representaba la multitud de indios salvajes que merodeaban estas tierras.

Durante el porfiriato surgieron nuevas modas, como la del árbol de navidad, costumbre de origen alemán que pasó a Inglaterra (con la dinastía de Hannover) y de ahí al mundo entero. En la Comarca Lagunera, los habitantes de las áreas rurales o urbanas populares usaban el mezquite para complementar el pesebre navideño. Las familias de origen alemán o estadounidense usaban el pino adornado de candeleros con pequeñas velas.

En muchos hogares de Torreón, los nacimientos han sido desterrados, quedando en su lugar el pino navideño. En cambio, entre las clases populares, el nacimiento no puede faltar, ni la liturgia familiar que se ha desarrollado en torno a la acostada y levantada. Hay madrinas del "niño" e incluso se acuesta a varios "niños" a la vez en un mismo pesebre. La colocación de estos nacimientos populares ha seguido un criterio maximalista es decir, mientras más, mejor. Se les dedica habitaciones enteras, cientos de figuras en una especie de "open house" o casa abierta, donde todos los vecinos que lo deseen pueden transitar y admirar estos grandes nacimientos.

viernes, diciembre 22, 2006

Fernando Peralta o el valor de la memoria



Antiguamente, la experiencia personal, la memoria individual era garantía de veracidad. Los testimonios eran veraces porque un individuo había tenido la experiencia personal de las cosas que atestiguaba. Con este argumento de verdad, el apóstol Juan inicia su primera carta, hablando de lo que ha visto, tocado y oído.

Con el surgimiento de las ciencias modernas, el énfasis recayó en la evidencia más que en el testimonio personal o colectivo. De acuerdo al método científico cartesiano, solo la evidencia tiene valor probatorio.

Este principio es particularmente valioso cuando se trata del discurso histórico. Un viejo modelo de historiar, tan viejo como Herodoto, da enorme cabida al testimonio. Pero desde el siglo XVII, los historiadores prefieren la evidencia del hecho, evento o conducta antes que el testimonio oral.

Y es que la memoria del ser humano, por buena que sea, es susceptible al error, al autoengaño, a la reinterpretación o al olvido.

Un buen ejemplo de lo anterior nos lo proporciona Fernando Peralta, el "simpático anciano" que en 1932 era considerado por Eduardo Guerra "archivo viviente en la historia del rancho primitivo" del cual surgió nuestra ciudad. De acuerdo al mismo Guerra, se trataba del último superviviente de los primeros habitantes del Rancho del Torreón, quien conservaba "una lúcida y clara memoria".

Fernando Peralta representa en realidad la fuerza y el valor que se le atribuía en 1932 a la historia oral, a la experiencia personal. Su memoria y veracidad eran percibidas como incuestionables por esta razón.

De acuerdo al texto de la Historia de Torreón de Guerra, Fernando Peralta relataba que había nacido en Cuencamé. Según esta narración, su padre había sido Guadalupe Peralta, quien lo tomó consigo recién nacido, y lo trajo con él al Rancho del Torreón en 1860. Guadalupe su padre habría venido a reunirse con sus primos Guadalupe, Serafín, Melquíades y Natividad.

¿Puede dudarse del conocimiento (histórico) como lo quería Descartes, hasta no contar con la evidencia que le de valor probatorio a la mera afirmación individual?

El hecho es que Fernando Peralta no estaba del todo correcto cuando hablaba de sus propios orígenes. De acuerdo al libro de bautismos del período 1848-1864 de la parroquia de Santiago Apóstol de Mapimí, Fernando fue bautizado ahí el 30 de mayo de 1862. Sus padres, según el mismo documento, fueron Guadalupe Peralta y Marcelina Adame. Su hermano José Pedro de Jesús, fue bautizado ahí mismo el 18 de septiembre de 1864.

Sobre la existencia y lugar de nacimiento de los primos de Guadalupe Peralta de los cuales Fernando hace referencia, ya hemos dedicado un artículo. En éste, queda claro que Guadalupe, Melquíades y Natividad Peralta, primos de Guadalupe Peralta, padre de Fernando, eran también oriundos de Mapimí e hijos de Eulogio Peralta y de María Manuela Martínez (ver "Los Peralta: una familia torreonense de abolengo").

Por lo tanto, y a pesar de los recuerdos personales de Fernando Peralta, debemos replantear su historia familiar. A manera de hipótesis, podemos aventurar que Fernando quedó huérfano de madre siendo muy pequeño (no existen otras actas de bautismo de hermanos o hermanas), y que por esa razón su padre y él dejaron Mapimí (en 1864 o poco después) y vinieron a establecerse a Torreón, donde estaban sus primos y conocidos.

Notemos que la parte cuestionable de los recuerdos de Fernando es aquélla que se refiere a sus orígenes. Su relato no menciona a su madre, lo cual nos hace pensar que casi no la conoció. Y es difícil esperar que una persona recuerde el nombre del lugar donde nació cuando ni siquiera se acuerda del de su madre. O quizá ni siquiera lo quiere recordar precisamente por causa de la muerte de un ser tan querido. El ser humano es un ser psicológico, y por lo tanto, dinámico. Se ajusta a su mundo y circunstancias. ¿Qué más daba que fuera Cuencamé o Mapimí su lugar de origen, perdido todo vínculo familiar en el tiempo y la distancia?

Fuera de especulaciones, es tiempo de que los científicos sociales, particularmente los historiadores, apoyen sus afirmaciones en sólida evidencia documental. El caso de Fernando Peralta demuestra que no podemos confiar ni en la veracidad de nuestra propia memoria, si no va acompañada de evidencia.

jueves, diciembre 21, 2006

Prosiguen los festejos del Centenario



Desde septiembre pasado, Torreón se encuentra irreconocible por la cantidad y la calidad de los eventos culturales que han tenido lugar.

Prácticamente no hay día en que no haya un concierto, recital, presentación de libro, exposición o algún otro evento por el estilo. Es de llamar la atención cómo estas manifestaciones estéticas e intelectuales en su conjunto han estimulado el interés de la población por el arte y por la historia regional.

Aunque Torreón no es una capital estatal, y por lo tanto no cuenta con los subsidios usuales de éstas para los eventos de la cultura y la ciencia, Torreón se ha convertido en un escaparate artístico de primer nivel, por la calidad de los espectáculos que presenta, muchos de ellos internacionales.

Como se hace en las capitales de algunos estados, sería muy conveniente, y también muy deseable, que estos artistas de la música y del teatro ofrecieran una función gratuita en algún estadio o plaza de la ciudad, ya que, por desgracia, no todos los torreonenses tienen las posibilidades económicas para comprar un boleto de taquilla.

UNESCO ha definido el derecho a la educación como uno de los derechos fundamentales del ser humano. Educar es cultivar. No se puede despreciar a las clases populares por incultas cuando no se promueve activamente su educación, incluida la artística. Pero estamos seguros de que las personas encargadas de gestionar estos eventos, lograrán algo al respecto. Así, los festejos serán verdaderamente de todos.

Internet en espacios públicos



Uno de los proyectos del Ayuntamiento de Torreón para el año próximo es el de dotar algunos espacios públicos plaza de armas, alameda con acceso inalámbrico a la red mundial (Internet). La idea es que los estudiantes que acuden a estos espacios con computadoras portátiles puedan consultar los sitios virtuales que consideren de interés.

En lo personal, y como residente de muchos años de un hogar que se encuentra a menos de 100 metros de la alameda, debo decir que los estudiantes que he visto acudir a este parque difícilmente pertenecen a la clase socioeconómica de los que suelen poseer y usar un artefacto de esta naturaleza. Los que visitan la plaza de armas no son muy diferentes a los descritos.

Pero la medida sería un acierto si se piensa en otro tipo de usuarios que se encuentran apenas a metros de la plaza de armas: los inquilinos de los hoteles, los parroquianos de los cafés, y quizá los visitantes de los museos, si se les permite introducir una computadora personal portátil y si la señal es suficientemente fuerte. Éstos últimos serían los espacios idóneos para que los estudiantes tomen notas virtuales.

sábado, diciembre 16, 2006

Festival navideño de la tercera regiduría

Hoy en punto de las cinco de la tarde dio inicio el Primer Festival Navideño organizado por la tercera Regiduría de Torreón, cuyo titular es el Lic. Gerardo Iván García Colmenero. Lo pudimos ver entusiasta, moviendo cajas, preparando todos los detalles en compañía de los jóvenes que conforman su equipo. El evento se llevó a cabo en el auditorio de la Escuela de Medicina de Torreón.

El programa incluyó un concierto navideño a cargo de la Orquesta Sinfónica Silvestre Revueltas y la Camerana Mozart. Ambos ensambles están constituidos por niños músicos. Luego siguió una charla sobre el significado de la navidad, las pastorelas y las posadas, la cual estuvo a cargo de este cronista. Finalmente, Gerardo Moscoso presentó una pastorela norteña con el grupo de teatro del ICOCULT.

Es de destacar la intención del Lic. García Colmenero, de que en estos festivales se busque profundizar el sentido de la navidad, y cultivar el espíritu antes que gratificar el estómago. Podemos decir que este objetivo se cumplió plenamente, y que los niños y sus padres salieron muy complacidos, con mayores conocimientos sobre el arte musical y teatral, y por supuesto, edificados por el ejemplo de otros niños que a su tierna edad ya se presentan en conciertos. No faltaron los tradicionales bolos con dulces.

Familias centenarias de Torreón: los Eppen.

Este es uno de aquellos linajes reconocidos socialmente como de los más antiguos de Torreón. Su fundador fue Andrés Guillermo Eppen Aschenborn, quien nació el 13 de julio de 1840 en la ciudad de México, hijo legítimo de Federico Eppen y Carlota Guillermina Aschenborn, ambos de origen prusiano. Fueron sus abuelos paternos Andrés Eppen y Margareta de la Motte, y los maternos, Enrique Aschenborn y Carlota Lehmann. Andrés Guillermo Eppen fue bautizado el 16 de agosto del mismo año, en la parroquia de San Miguel Arcángel de la ciudad de México.

Con solo 22 años de edad, Andrés Guillermo vino a Mapimí (Durango, México), donde conoció a una lagunera que lo cautivó y con la cual contrajo matrimonio ahí mismo el 3 de marzo de 1862. Se trataba de la señorita Antonia Zúñiga. Ella tenía por entonces 20 años de edad, ya que había nacido en Mapimí el 13 de junio de 1842. La joven pareja residiría posteriormente en Sapioriz (Durango). Y finalmente, según Eduardo Guerra, Andrés Guillermo Eppen y su familia llegaron al rancho del Torreón y sus alrededores en 1879, a solicitud de la Casa Gutheil.

Andrés Guillermo y Antonia procrearon los siguientes vástagos: Jesús Eppen Zúñiga, nacido el 23 de febrero de 1863 en Mapimí. Guadalupe Eppen Zúñiga, nacida en Sapioriz (Durango) el 17 de julio de 1864. María Eppen Zúñiga, nacida en Sapioriz en 1866. Juana Eppen Zúñiga, quien nació el 1 de septiembre de 1871 en Sapioriz. Margarita Eppen Zúñiga, que casaría con Saturnino L. Lozano Guerrero el 10 de agosto de 1878 en San Fernando, entonces jurisdicción de Mapimí, actualmente ciudad Lerdo (Durango).

De estos troncos surgieron multitud de retoños que han venido a constituir familias tan conocidas como respetables. En el caso particular de María Eppen Zúñiga, comentaremos que casó con Julián Lack Brunner, inmigrante suizo de linaje afincado en Solothurn durante siglos.

Entre los vástagos de este matrimonio se contaban Guillermina Lack Eppen y Julián Lack Eppen.

Guillermina casó con Alfredo de la Parra, y de este matrimonio nacieron Alfredo de la Parra Lack y María Estela de la Parra Lack, personas muy conocidas y estimadas en la Comarca Lagunera.

Julián Lack Eppen casó con María Encarnación Esparza, y tuvieron por hijas a Concepción Lack Esparza y a Rosa Lack Esparza, las dos muy conocidas por su gran calidad humana e interés por el conocimiento.

Como un dato para la crónica de Torreón mencionaré que doña Guillermina Lack Eppen sabía muy bien del gran interés que me causaba la investigación sobre las raíces familiares. En varias ocasiones me contósobre el origen de los Eppen, prusianos de Silesia, gente extremadamente distinguida del estamento nobiliario del Antiguo Régimen. La familia de la Motte, me decía, procedía de la aristocracia emigrada de Francia hacia Alemania durante la Revolución Francesa. Los Aschenborn, cuyo apellido significaba nacido de sus cenizas como referencia al mítico Fénix, tenían vínculos de sangre con las principales familias prusianas.


Como mera nota al pie, menciono que los datos cronológicos los hetomado de investigaciones previas conservadas en Iglesia de los Santos de los Últimos Días, Salt Lake City, Utah.

jueves, diciembre 14, 2006

Burocracia sin espíritu de servicio

El día de hoy tuve la oportunidad de visitar como usuario una de las oficinas gubernamentales que prestan servicios al público en general. No quiero decir cuál de ellas fue, pero sí quiero comentar que cuando llegué era el único usuario que esperaba, y que aún así, los empleados tardaron una hora en darme el ingreso para atenderme. Mientras tanto, se acumularon las personas que necesitaban la atención de esta oficina y que no se explicaban qué asunto de tan capital importancia podía estar reteniendo a sus tres empleados, de los cuales una señorita parecía no hacer otra cosa que descansar y platicar animadamente con sus compañeros y con otra señora, su amiga a ojos vistas.

Cuando tuve la dicha de ser por fin atendido, el empleado me platicó en tono de confidencia que le habían caído gordas dos personas que estaban "agitando" a los usuarios que, frustrados, hacían cuentas de cuánto tiempo les iba a tomar ser atendidos. Confieso que salvo por la espera inusualmente larga, fui bien atendido. Pero la espera de aquellos que llegaron después de mí fue, sin duda, desesperante.

Los empleados de las oficinas municipales son el rostro del ayuntamiento de Torreón para todos los usuarios que acuden a ellas. Como director de un Archivo Histórico, es decir, de una oficina que presta servicios a cualquier persona que los solicite, entiendo la importancia de pensar siempre en el usuario, la importancia de la amabilidad, del buen trato, de la cortesía, y sobre todo, del entusiasmo que se le ponga al trabajo encomendado. Entiendo perfectamente que yo soy la cara de la Universidad Iberoamericana Laguna para aquellos que ocurren por algún servicio al Centro de Investigaciones Históricas.

Y al reflexionar sobre la propia experiencia me pregunto: ¿Será demasiado pedir a los servidores públicos de cualquier oficina gubernamental que entiendan que ellos son la cara del alcalde y del ayuntamiento de Torreón ante todos los ciudadanos? ¿Será demasiado pedir que entiendan que están para eso, es decir, para servir, y que su sueldo lo pagan los contribuyentes que acuden a solicitar su ayuda? ¿Es demasiado pedir que comprendan que los usuarios no son sus enemigos?

Después de todo, la eficiencia no consiste solamente en el uso de hardware y software de última generación. Los burócratas serán eficientes cuando piensen en resolver las peticiones y en ahorrar el tiempo de los usuarios que acuden a solicitar algún servicio. Serán eficientes cuando el usuario deje la oficina en cuestión con una sonrisa, complacido por la rapidez y el buen trato. Entonces el ciudadano común realmente creeráque tenemos un excelente gobierno.

Instantes de 100 años

Ayer miércoles fue inaugurada la exposición fotográfica "Torreón, instantes de 100 años" en el Bosque Venustiano Carranza de esta ciudad. Esta colección fue diseñada para exhibirse al aire libre con el objeto de que los transeúntes de dicho parque tengan la oportunidad de contemplarla durante los próximos tres meses.

Se trata de una colección de 50 fotografías antiguas en gran formato, agrupadas por temas: la ciudad y urbanismo; industria; vida cotidiana y revolución.

Esta exposición ha sido organizada por la Dirección de Cultura de Torreón y la empresa Met-Mex Peñoles. Los materiales fotográficos proceden de las colecciones de dicha empresa y del Archivo Municipal Eduardo Guerra de Torreón.

miércoles, diciembre 13, 2006

Familias centenarias de Torreón: los Licerio

Otro caso de inmigrantes de vieja prosapia duranguense es el constituido por el matrimonio formado por Juan Licerio y Juana de Santiago. Ambos se encuentran registrados en el padrón de Torreón de 1892. Él declara tener 60 años de edad (nació hacia 1832), estar casado y ser labrador de oficio. Ella declara tener 45 años de edad, y ser casada, desde luego. Con ellos aparecen censados sus hijos Benito Licerio, de 20 años, casado, labrador; Natividad Licerio, de 22 años, viudo, labrador; y Severiano Licerio, de 10 años. Aparecen también empadronadas Felícitas y Bernardina Licerio.

Benito Licerio de Santiago fue bautizado en Peñón Blanco, Durango, el 26 de marzo de 1871,
hijo de Juan Licerio y Juana de Santiago de acuerdo al libro de bautismos de 1866-1907 de la misma jurisdicción.

Su hermana Felícitas de Jesús Licerio Santiago, hija de los mismos padres, fue bautizada en Peñón Blanco el 27 de mayo de 1875.

Los Licerio estaban en Peñón Blanco y Cinco Señores (Nazas), en Durango y en Villa de Coss, Zacatecas, desde el último tercio del siglo XVIII.

Se puede decir que este es un apellido muy ligado a la historia del algodón, ya que Cinco Señores (Nazas) lo cultivaba desde 1817, por lo menos, y Peñón Blanco tenía una de las textileras de algodón más importantes de Durango desde la primera mitad del siglo XIX. No deja de ser interesante notar que los inmigrantes de aquellas regiones de Durango trajeron a Torreón un saber relacionado con el cultivo y el beneficio de la fibra de algodón.

Familias centenarias de Torreón: los Lechuga

Para continuar con el escrutinio de las raíces de las familias más antiguas de Torreón, mencionaremos el matrimonio conformado por Marcelino Lechuga y Juana Martínez, ambos empadronados en el censo de la Congregación del Torreón en 1892. Él declaró tener 64 años de edad, ser casado y labrador de oficio. Ella declaró tener 60 años de edad.

Junto a ellos aparecen en el padrón sus hijos Hilario, de 33 años de edad, casado, labrador; Eulalio, de 29 años de edad, casado y también labrador; Hesiquio, de 21 años de edad, labrador de oficio.

Y aunque el padrón ya no lo menciona, la investigación documental nos ha permitido remontar las generaciones y ancestros de este matrimonio.

Es por esta razón que sabemos que José Esiquio Mauro Lechuga, uno de los hijos mencionados, nació en Analco, en la ciudad de Durango y fue bautizado ahí mismo el 18 de noviembre de 1871 como hijo de Marcelino Lechuga y Juana Martínez. Su hermano mayor, Marcelino Zenón Lechuga Martínez, fue bautizado en el Sagrario Metropolitano de Durango el 11 de abril de 1857.

De acuerdo al padrón, los varones Lechuga que eran vecinos de Torreón en 1892 y que eran descendientes (hijos y nietos) de Marcelino Lechuga y Juana Martínez eran los siguientes: los ya mencionados Hilario, Eulalio y Hesiquio, así como Antonio, de 7 años de edad, y Máximo, de 3 años de edad. Todos ellos pueden ser troncos de las familias Lechuga de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, ya que, por ser varones, transmitieron el apellido a su descendencia.

La pareja inicial formada por Marcelino Lechuga Luna y María Juana Martínez Castorena contrajo matrimonio el 31 de agosto de 1856 en Analco, en la ciudad de Durango. Él nació hacia 1828 y era hijo legítimo de Vicente Lechuga Estrada, natural de Sombrerete, Zacatecas, y de María Antonia Luna Santiago, natural de Peñón Blanco, Durango, quienes casaron en este último lugar el 23 de mayo de 1823. La novia fue bautizada con el nombre de Juana Francisca Martínez Castorena, en Analco, en la ciudad de Durango, el 19 de junio de 1831, y era hija de Agapito Martínez y de María Espiridiona Castorena. Éstos últimos a su vez habían casado en el Santuario de Guadalupe de la ciudad de Durango, el 11 de agosto de 1810, justo un mes antes del Grito de Dolores.

El padre de Marcelino Lechuga lo fue Vicente Ferrer Lechuga, bautizado en Sombrerete, Zacatecas el 14 de abril de 1772 en el templo de San Juan Bautista. Era hijo de Clemente Lechuga y Manuela de Estrada.

martes, diciembre 12, 2006

Nueva edición de libro de Eduardo Guerra

El Archivo Municipal Eduardo Guerra recién ha puesto en nuestras manos una “edición del centenario” de la Historia de Torreón por Eduardo Guerra.

Se trata de una edición conmemorativa del texto que dicho historiador publicó por vez primera en 1932, con motivo del vigésimo quinto aniversario de la elevación de nuestra población a la categoría de ciudad. Este libro cuenta con una presentación del alcalde de Torreón, Lic. José Ángel Pérez Hernández, un prólogo del puño y letra de este cronista, y una buena cantidad de anotaciones críticas de pie de página de la autoría del Lic. Carlos Castañón Cuadros, investigador del Archivo Municipal.

La iniciativa para dotar a Torreón con esta nueva y útil edición corresponde al Lic. Jorge Rodríguez Pardo, Director del Archivo Municipal.

Este es un libro con formato tamaño carta, de fácil manejo y lectura, por el tamaño grande de la letra. Consta de 242 páginas, muchas de ellas ilustradas con los gráficos que Eduardo Guerra quiso usar originalmente, más otros que se añadieron por su interés y antigüedad y que dan mejor idea del contenido del texto.

Consideramos que ésta es una buena oportunidad para familiarizarnos con la historia de Torreón, que el próximo 15 de septiembre cumplirá su primer centenario de existencia con la categoría de ciudad.

domingo, diciembre 10, 2006

Primer informe de gobierno del alcalde de Torreón


En el auditorio Santiago Garza del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey Campus Torreón, José Ángel Pérez Hernández, alcalde de Torreón, rindió su primer informe de gobierno. El evento contó con la presencia de los 16 regidores, 2 síndicos, el secretario y el mismo alcalde, más unos 1,400 invitados y asistentes.

Mención especial merece la presencia de algunas personas destacadas, como lo fue el diputado federal Jorge Zermeño Infante, ovacionado varias veces. Zermeño Infante es ex alcalde de Torreón por el Partido Acción Nacional y en la actualidad Presidente de la Cámara Baja del Congreso de la Unión. Estuvieron también Jorge Torres López, Secretario de Finanzas del Estado de Coahuila, representante del gobernador Humberto Moreira. Se contó con la presencia de varios alcaldes de ciudades de Coahuila y de Durango, así como de ex alcaldes de Torreón.

Estuvieron asimismo presentes algunos diputados federales y estatales de Partido Acción Nacional, del Partido Revolucionario Institucional, del Verde Ecologista y del Partido del Trabajo. No podían faltar el Comandante de la Región Militar, el obispo de Torreón y el siempre jovial Carlos González Castañón, Cónsul Honorario de España en nuestra ciudad. Destacó asimismo la presencia de Ramón Iriarte, presidente del Patronato del Centenario de Torreón.

El auditorio estuvo lleno a reventar, y el alcalde fue ovacionado en varias ocasiones, y eran de llamar la atención las porras que en su honor coreaban algunas personas. Se puede decir que el informe tuvo una excelente recepción. El prólogo al informe lo comentó José Ángel Pérez de viva voz, y posteriormente se acudió a los medios electrónicos. El auditorio contaba con varias pantallas que le permitieron a la concurrencia seguir el informe videograbado y los acontecimientos del auditorio en vivo. De manera simultánea, el informe fue transmitido por televisión a la ciudadanía de Torreón.

Se puede decir que el evento fue lucido, que no cabía un alma más en el auditorio, y que el contenido del informe tuvo una buena recepción. Fue muy aplaudida la declaración de que el municipio opera con cero deuda pública.

Felicitaciones para el alcalde y para los miembros e integrantes del ayuntamiento.

jueves, diciembre 07, 2006

Nuevo mural para Torreón

Anoche fue develado el más reciente mural del artista Gerardo Beuchot. Lleva por título “Comarca Lagunera. Orígenes y dinámica” y se encuentra ubicado en el Centro de Iniciación Artística Pilar Rioja, CINART.

La ceremonia de inauguración comenzó a las 20.30 horas en dicho centro. Conformaron el presidium Gabriela Nava, Directora de Cultura de Torreón, como representante del alcalde José Ángel Pérez Hernández; Laura Eraña, Directora del ICOCULT Laguna; Armando Guerra, Director del ICOCULT Saltillo y representante del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira; Ramón Iriarte, Presidente del Patronato del Centenario, Gerardo Beuchot, autor del mural, y también este Cronista en su calidad de tal.

Después de los correspondientes discursos y explicaciones en torno al nuevo mural, se procedió a su develación ante la numerosa concurrencia que aplaudió con auténtico entusiasmo, ya que la proximidad del año 2007 y los festejos del centenario de la ciudad han despertado gran interés y sensibilidad histórica entre los torreonenses.
La celebración continuó con vino blanco, refrescos y una gran variedad de canapés.

El mural tiene un gran número de entradas o lecturas. Es significativo que se encuentre ubicado en un plano este-oeste, y que esté diseñado para leerse de izquierda a derecha, ya que esa fue la ruta que siguieron los colonos para crear asentamientos en la Comarca Lagunera de Coahuila: Parras, San José y Santiago del Álamo, Torreón.

Los misioneros y presbíteros jesuitas se encuentran representados debido a la enorme importancia que tuvieron para la creación del territorio de lo que ahora conocemos como “Comarca Lagunera”. La Compañía de Jesús recibió el permiso de Felipe II para encargarse de la evangelización de La Laguna el 6 de abril de 1594. Los jesuitas establecieron a Parras en 1598 como capital administrativa, espiritual y cultural de La Laguna.

El nuevo mural de Beuchot es el primero en la Comarca que muestra individuos de la etnia de los tlaxcaltecas, que tanto contribuyeron al éxito de la empresa de evangelización y aculturación de los aborígenes laguneros. Estos numerosos tlaxcaltecas abuelos nuestros han sido olvidados o negados por nuestra historia regional hasta que Beuchot los ha rescatado y les ha conferido el lugar que les corresponde por derecho propio.

El mismo Porfirio Díaz (tan querido por los torreonenses de 1907) aparece como conductor de la locomotora que trae a Torreón “orden y progreso”, como rezaba el lema de los positivistas y/o científicos, y que resume en tres palabras el ideario porfiriano. Por cierto, se trata de una locomotora fabricada en la Hacienda de Hornos (Viesca), ya que efectivamente, en 1910 existía ahí una próspera industria metalmecánica.

En su conjunto, el mural nos expone el surgimiento de la Comarca Lagunera de Coahuila desde 1598 hasta los inicios de Torreón. Se trata del contexto histórico que explica el surgimiento y consolidación de nuestra urbe. La apropiación de la tecnología europea para la fabricación de vinos y aguardientes fue la clave del éxito económico de la Comarca en la era colonial. En otro momento histórico, la industrialización y modernización de esa misma Comarca —una nueva apropiación de tecnología— ocurrió en Torreón. Así nos lo muestra el mural, surgen un nuevo cultivo, el algodón, y nuevas formas de energía propias de la modernidad: el vapor y la electricidad.
No podemos sino agradecer a los patrocinadores del arte de Gerardo Beuchot por este espléndido regalo que hacen a Torreón con motivo de la celebración de su primer centenario como ciudad. Los ideales del renacimiento se han cumplido nuevamente: se han dado la mano el arte y la ciencia. Desde anoche, Torreón cuenta con una representación veraz, respaldada documentalmente y maravillosamente ejecutada por el hábil pincel de este artista lagunero.

lunes, diciembre 04, 2006

Felipe Calderón jura su cargo presidencial

Tanto Vicente Fox como Felipe Calderón han dado muestras de sensibilidad y prudencia políticas al transmitir por televisión, desde Los Pinos y en cadena nacional, la ceremonia de sucesión del cargo presidencial. Efectivamente, en un acto sin precedentes que comenzó a las 11.45 de la noche del 30 de noviembre, Vicente Fox entregó la banda presidencial a un cadete del Colegio Militar, en presencia de Felipe Calderón. A las 12 de la noche, Calderón aceptó el cargo de nuevo presidente de La República.

Fue este un acto protocolario, sencillo, celebrado en la residencia presidencial en presencia de algunos invitados y funcionarios de los gabinetes saliente y entrante.

Esta sensibilidad y prudencia se hicieron mucho más patentes el 1 de diciembre en la sede del Congreso de la Unión. Los diputados perredistas continuaban bloqueando los accesos con la intención de no permitir el ingreso de los presidentes saliente y entrante, con el fin de restarle legitimidad a la transmisión de poderes.
Por momentos hubo verdaderas batallas campales entre los diputados, y esto en las narices de las delegaciones extranjeras invitadas. Este bochornoso espectáculo fue contemplado, entre otros, por SAR el Príncipe de Asturias, y por el ex presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush. Se nota que a muchos mexicanos les sobra amor propio y les falta orgullo nacional.

Poco después de las 9.30 am del 1 de diciembre, aparecieron en la tribuna el ex presidente Fox y el nuevo presidente Calderón. El arribo fue tan sorpresivo como inseperado, y la sorpresa provocó silencio en muchos de los que estaban más que decididos a provocar algarabía tal que imposibilitara la toma de posesión.

Felipe Calderón pronunció las palabras de rigor con fuerza, claridad y rapidez. Jorge Zermeño Infante le entregó a éste la banda presidencial, y Calderón mismo se la colocó.
Y así como llegaron, entre gritos, así se fueron los protagonistas de la ceremonia de transmisión de poderes.

El día siguiente, 2 de diciembre, el ex candidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador vino a Torreón a iniciar su tournée como “presidente legítimo”. La verdad, su estancia en La Laguna constituyó algo así como un balde de agua fría, ya que no reunió ni a mil personas, cuando como candidato lograba juntar hasta 40,000 aquí mismo.

Una inserción pagada en uno de los diarios locales de mayor circulación le indicaba con toda claridad (y honestidad) que no era bienvenido en La Laguna.

Y consideramos que este es un sentir generalizado en La Comarca. Iguales descalabros está sufriendo en otras regiones del norte del país.

AMLO no puede contar con un mensaje más claro. Sus días como aspirante al poder ya pasaron a la historia. El norte no está interesado en la desobediencia civil. El norte desea seguir por la senda del progreso. AMLO debe encontrar un nuevo rol que le permita luchar institucionalmente contra la pobreza y la injusticia, pero no contra la Nación. Y por lo que se puede apreciar, es mejor que lo haga desde el Distrito Federal.