Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

lunes, junio 29, 2015

Los Abularach y Talamás

Belén


Al revisar algunas fuentes de información sobre inmigrantes en Torreón, nos encontramos con registros de familias enteras. Entre las muchas de origen palestino, tenemos el caso de los Abularach y Talamás. El mayor de ellos, conforme a los registros levantados entre 1932 y 1944, era Pacífico Abularach y Talamás, nacido el 6 de diciembre de 1896 en Belén (Palestina). 

Llegó a México por Piedras Negras, Coahuila, el 21 de febrero de 1913, apenas a tres días de terminada la “Decena Trágica” que depuso a Madero y encumbró a Victoriano Huerta. Estaba casado con la señora Elena Talamás de Talamás, nacida el 27 de julio de 1906 en Saltillo, aunque de nacionalidad palestina. 

La pareja vivió en Torreón y posteriormente se mudó a Saltillo. Para la fecha en que fue levantado el registro, contaban con tres hijos: Carlos, Isabel y María Rosa. A Pacífico le seguía en edad María Abularach y Talamás, nacida el 25 de julio de 1907 en Belén, en Palestina. Entró a México, al igual que su hermano, por Piedras Negras, Coahuila, el 21 de febrero de 1913. Soltera, sus domicilios se ubicaron primero en la Privada Rayón No. 109, y posteriormente en Abasolo 37 poniente.

La menor de las hermanas era Margarita Abularach y Talamás, quien nació el 4 de noviembre de 1910 en Haití. Esta fecha implica que los hermanos Abularach pasaron algún tiempo viajando entre Palestina y México, con escalas en algunos lugares. En 1932 contaba con 21 años de edad, permanecía soltera junto con su hermana mayor María, también soltera en 1932.

Con los tres hermanos Abularach, llegó también la señora Emilia Abularach y Abusade, nacida el 11 de mayo de 1878 en Belén, en Palestina. Estaba casada con el señor Matías Talamás, y su fecha de ingreso a México es la misma que la de los anteriores mencionados: 21 de febrero de 1913, por Piedras Negras, Coahuila. 

Al igual que los anteriormente mencionados, Emilia residió primero en la Privada Rayón No. 109, y posteriormente en Abasolo No. 37 poniente. La partida de bautismo de María Rosa Talamás Abularach se encuentra depositada en la parroquia de Guadalupe, en Torreón, acta No. 56 del 19 de febrero de 1919. 

En ella consta que María Rosa nació el 15 de enero de 1915, hija legítima de Matías Talamás y de Emilia Abularach. Sus abuelos paternos lo fueron José Talamás e Isabel de Talamás, y los maternos, Jorge Abularach y Carmen de Abularach. Los padrinos de bautismo fueron Miguel Murra y Carmen Talamás de Murra.

Y para hablar de otra cosa: realmente es una pena que, por la voracidad de algunos coyotes y comerciantes, se desperdicie la cosecha regional de melón. Hacen bien los meloneros al vender directamente al púbico su mercancía, sin intermediarios que les despojen del valor de su trabajo e inversión sólo por el mezquino deseo de ganar más.


El melón y la sandía son frutas que tienen un alto contenido de azúcar y que se cultivan extensamente en nuestra región. Por la riqueza de azúcar de estas frutas, y su exquisito sabor, sería una opción fermentarlas y fabricar con ellas licores y destilados de melón y de sandía. Es decir, dejarlas de vender como materia prima, e industrializarlas. 

Como es bien sabido, por la fermentación etílica, el azúcar de las frutas se transforma en alcohol. Puede obtenerse una bebida fermentada de melón o de sandía para embotellarse, o bien, podría destilarse el jugo fermentado para obtener un sofisticado destilado de melón o de sandía. Pero claro, se requiere de la inversión inicial. Y sin embargo, es una alternativa.  

lunes, junio 22, 2015

Medios y control social en la historia







Para iniciar, menciono la existencia de una gran falta de educación vial y de respeto al peatón en la Comarca Lagunera. Pareciera que automovilistas y camioneros creyeran que calles y avenidas son exclusivamente para el uso de los vehículos automotrices. Quizá creen que los peatones tenemos alas para transitar por espacios etéreos, sin tocar “sus” preciadas calles y avenidas. Todos hemos visto casos de ancianas que a duras penas y con verdadero terror, cruzan la cinta asfáltica, presionadas por los conductores se les echan encima, sin querer disminuir su velocidad. Pareciera que incluso aceleran para cortarle el paso a la anciana. Realmente es una pésima actitud faltarles al respeto a los peatones. Da la impresión de que se trata de un fenómeno social de clasismo o discriminación sobre ruedas. Considero que el ayuntamiento de Torreón debe crear la multa por falta de respeto al peatón. A ver si así nos vamos educando. 

Y para entrar en materia: durante la primera década del siglo XX, el Magonismo era el soporte ideológico de lo que se esperaba fuera una revolución armada que saneara al país, adelantándose incluso al movimiento de Madero. En verdad contaba con un fuerte trasfondo liberal, con lo que tenía de anticlerical y anti-imperialista, y con el tiempo adquirió los elementos anarquistas que le caracterizaron. Quizá el Magonismo fue, a su manera, la reacción dialéctica contra la creación del Estado Fuerte que propugnaban los liberales mexicanos del primer tercio del siglo XIX. El Positivismo socioeconómico y el Darwinismo Social, instalados cómodamente a la sombra del Porfiriato, orientaron la beligerancia del Magonismo contra la entonces llamada “trinidad maldita”: el capital, la autoridad y el clero.

Es innegable que el Magonismo y los hechos violentos que originaron constituyeron verdaderos fenómenos sociales, es decir, de naturaleza colectiva y compartida.

No se les podía negar su naturaleza de estallidos sociales que buscaban el remedio de situaciones angustiosas de agravio e insatisfacción popular.

Desde finales del siglo XVII, el filósofo inglés John Locke había establecido que la misión del Estado era la de proteger los derechos y las libertades de los ciudadanos en su conjunto y totalidad. Que si el Estado no cumplía con esta misión, el pueblo podía demandárselo.

Sin embargo, la experiencia histórica muestra que el poder no se suicidaba y que tendía a perpetuarse. Los periódicos mexicanos de junio-julio de 1908 lanzaron de inmediato el epíteto de “ladrones” sobre los revolucionarios magonistas que por la fuerza de las armas tomaron los poblados de Las Vacas (Acuña) y Viesca, para proclamar a los cuatro vientos que no se trataba de revolucionarios. Y esto, aunque algunos de estos revolucionarios, ya presos, declararon serlo. Y en cuanto al periódico “El Diario” que dijo que efectivamente se trataba de revolucionarios, reconociendo con ello de manera implícita que en México existían agravios sociales por saldar, los otros diarios lo tildaron de “traidor”.

Vemos en estos hechos históricos una confirmación del postulado de la escuela de Frankfurt, la cual propuso que el poder político y económico tiende a forjar alianzas con los medios de comunicación masiva para mantener la apariencia de bienestar social y conservar en funciones el aparato productivo. Es decir, los medios deliberadamente crean una realidad mediática “aceptable” para que la sociedad la asuma como “la verdadera y reconfortante realidad”.

miércoles, junio 17, 2015

Para la historia hidrológica regional




El Río Nazas y sus puentes


Según las crónicas jesuitas, los años de 1612 y 1613, fueron memorables en la historia hidrológica de la Comarca Lagunera, llamada por entonces Provincia o País de La laguna. Muchas personas piensan que no existen registros de las conductas del Nazas y del Aguanaval sino hasta tiempos muy recientes, pero esto no es verdad. Existen registros que abarcan parte de los siglos XVI, XVII y XVIII. Basta dar un vistazo a los manuscritos de crónica de los misioneros, o en la “Pequeña Historia de La Laguna” del padre Dionisio Gutiérrez.

Las avenidas del Río Nazas, desde principios de julio hasta finales de septiembre de 1612, fueron extraordinarias, al punto de que los laguneros de entonces no recordaban algo parecido en 30 años (desde 1582). En el pueblo de San Ignacio, las primeras avenidas dejaron su iglesia sin los estribos que la apuntalaban, y la tercera avenida, la derribó por completo. Es un dato de tomar en cuenta, que los primeros bordos de defensa edificados para proteger a una población de las avenidas del Nazas, se construyeron ese año en ese pueblo, 356 años antes que los de Torreón de 1968. Y aunque el pueblo salió ileso, no sucedió así con la iglesia.

En el pueblo de San Pedro, el río excavó una gran boca o hendidura por la cual se coló el agua a parte del pueblo, pero con la fuerza que traía el agua, el río abrió un enorme canal, y la amenaza resultó ser tan grande, que los habitantes de San Pedro huyeron despavoridos. Hay que recordar que La Comarca Lagunera era tierra de misiones, y que los pueblos estaban poblados por indios. En la era colonial, los pueblos solían ser de indios. En el caso de los ya citados, se trataba de indios laguneros. Quienes huyeron despavoridos en San Pedro eran indios laguneros, y recordaban que en una ocasión semejante, se había ahogado un gran número de sus ancestros.

Durante el año de 1613 pasó exactamente a la inversa. Fue tal la sequía, que los indígenas temían que el río se secase por completo. Ellos sabían y daban testimonio de que, en el pasado prehispánico, esto había sucedido muchas veces, y que el fenómeno siempre llevaba consigo una lucha a muerte entre las “naciones” por la posesión de los esteros de la laguna grande. Los esteros en tiempo de secas aparecen dibujados en el mapa glosado de Núñez de Esquivel y de Dionisio Gutiérrez, de 1787. Es revelador que las primeras luchas por el agua no se dieron entre españoles y tlaxcaltecas en Parras, sino en la cuenca de la Laguna de Mayrán desde siglos, quizá milenios atrás.


En tiempos de sequía, quienes lograban la posesión de los esteros contaban con agua y peces para algún tiempo. Pero la situación misma de sequía generaba grandes hambrunas, que muchas veces se “resolvieron” –tal fue el testimonio de los aborígenes en 1613- con la lucha de unas “rancherías”, “naciones” o “grupos” contra otros, sobre todo contra aquellos grupos con los cuales tenían enemistad, con el objeto de matarlos y comérselos. Es decir, en tiempos de hambre extrema, la guerra con fines de antropofagia fue una práctica de los aborígenes laguneros. 

viernes, junio 05, 2015

Anecdotario de la Villa del Torreón en 1906


El Hotel Salvador, en la Villa del Torreón 



¿Qué pasaba en Torreón hace 109 años? En 1906, un año antes de convertirse legalmente en ciudad, la próspera villa de Torreón estaba ávida de entretenimiento. Tratándose de diversión, igual acudían los laguneros al circo, a la ópera o a la corrida de toros.

Ese año se presentó en Torreón el “Circo Treviño”. Este era uno de esos establecimientos circenses que surgieron en México a finales del siglo XIX, como el “Suárez”, el “Metropolitano”, “Hermanos Orrin”, el “Fénix” y el “Atayde”. Los mejores eran el de los Hermanos Orrin, y el Treviño. Este último contaba en su elenco verdaderos artistas; y sobresalía la valerosa señorita Cavalieri en su dificilísimo acto “El doble salto mortal” en un automóvil. Desde luego, para las funciones en Torreón no quedó un solo asiento vacío. Hubo llenos a reventar. Este circo recaudó en nuestra población 100 mil pesetas de la época.

También en 1906, el 15 de octubre, fue inaugurado, con un banquete, el restaurant del Hotel Salvador. Acudieron los miembros más conocidos y acaudalados de la naciente sociedad lagunera. El banquete lo ofrecieron los padrinos del dueño, y el brindis de buena ventura se efectuó con la bebida consentida de la Bella Época: champaña.

Tan solo un día después, a las veinte horas y treinta minutos del día 16, cayó una memorable tormenta que convirtió a Torreón en una laguna. Hubo descargas eléctricas y vientos huracanados. Un rayo inhabilitó las líneas telefónicas de las compañías Sepúlveda y Woessner. Algunos cables eléctricos quedaron caídos y activos, y casi causan una desgracia cuando un tranvía pasaba por los charcos electrificados repleto de pasajeros. El asunto no pasó a mayores gracias a la rapidez del Lic. Mauro Sepúlveda, que desconectó los cables. La tormenta destruyó uno de los generadores de la planta de luz, y parte de la villa quedó sumida en tinieblas por varias noches.

Por esos días se presentaba en Torreón la “Compañía Manini” con un programa de ópera italiana a cargo de M. Lombardi. Pero la tormenta mencionada estropeó las sucesivas presentaciones, por lo imposible que resultaba el tráfico a través de los grandes charcos y el lodo. Y por si fuera poco, también el teatro (el “Ricardo de la Vega”) resultó afectado por el apagón. Pero como el espectáculo, como siempre, “debía continuar”, se usaron velas de estearina para iluminar el teatro, y así presentaron “El Trovador” de Verdi, con la participación de Elisa Valenti, Matilde Campofiore, Felipe D´Ottavi y Ángelo Antola.


La nota cultural: En 1787, el virrey Manuel Flores creó las Comandancias Generales de las Provincias Internas del Poniente y Oriente. Las jurisdicciones de Parras y Saltillo, recién cercenadas de la Nueva Vizcaya, las incluyó en las Provincias de Oriente. Un dato poco conocido, es que nuestro río Aguanaval fue designado por el virrey Flores como límite y frontera entre ambas Comandancias, el 3 de diciembre de 1787. Las “Provincias Internas” se llamaban así porque estaban en el “interior” de la Nueva España. Se consideraba que la “Tierra adentro” o “interior” estaba al norte, al adentrarse hacia los territorios de lo que actualmente es Estados Unidos.

La “tierra afuera” estaba hacia el Bajío y sur de Nueva España, donde la tierra se estrechaba (Istmo). Por esta razón, los habitantes de la ciudad de México se quedaron con la costumbre de llamar “interior del país” a las provincias del norte.

lunes, junio 01, 2015

Santos Laguna, cinco veces campeón


Finalmente, el equipo de futbol Santos Laguna obtuvo su quinta copa de torneo. No deja de llamar la atención que los guerreros del Santos han estado en diez finales, de las cuales obtuvieron cinco campeonatos y cinco subcampeonatos. 

La quinta copa. Imagen de don Carlos Gutiérrez Recio


Las circunstancias en que Santos Laguna obtuvo su quinta copa, son bien conocidas por todos los aficionados al fútbol. En el juego de ida en el TSM, los Guerreros del Santos aprovecharon su condición de locales y anotaron nada menos que cinco goles, contra cero de los Gallos Blancos del Querétaro. Tremenda goleada.

El juego de vuelta, celebrado ayer en el estadio Corregidora de Querétaro, fue un tanto más enredado para los Guerreros, que lucieron desconcertados durante los primeros 45 minutos del partido, con la desventaja de haber recibido tres tantos en su contra. 

Durante el segundo tiempo, la escuadra santista se recompuso, adoptó la estrategia correcta, y selló su portería para evitar nuevos goles. Los Gallos Blancos parecieron haber perdido su energía, y lucían algo cansados. Al silbatazo final, el marcador global quedó cinco-tres, a favor de Santos.

En Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, en San Pedro, Matamoros, Viesca, Francisco I. Madero y otros municipios de la Comarca Lagunera de Durango, en los estados de Coahuila y Durango e incluso fuera del país, la fiesta de celebración por el triunfo estuvo en grande. En Torreón la fiesta duró toda la noche del domingo, y hubo muchos que no durmieron. 

Las imágenes del diario "El Siglo de Torreón" que abajo se muestran, indican con toda claridad cómo todos los laguneros, de todas clases sociales y ámbitos, estuvieron atentos al juego y finalmente estallaron en festejos al triunfo de su equipo favorito, el Santos Laguna. 



Nerviosismo durante el desarrollo del partido


 La alegría estalla con el triunfo del Santos Laguna


La Plaza Mayor, el lugar más concurrido para el festejo


Calles y avenidas rebosaban de familias que festejaban


En la Plaza Mayor


En la Plaza Mayor, mirando hacia el Palacio Federal