Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

viernes, enero 29, 2010

Pobladores Primigenios del Torreón: los García-Ávila


"Muleros" en el mapa de Urrutia de 1769.


En su libro “Reseña histórica del primer centenario de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de Torreón”, páginas 18 y 19, el Lic. Gildardo Contreras proporciona una nómina de los que considera “primeros pobladores de Torreón, y algunos de ellos, posiblemente fundadores”, hacia 1850. Entre los primeros lugares menciona a “Pedro García y su esposa, María Inocente de Ávila”.

Sin embargo, el texto citado no proporciona más información sobre estas personas, solamente sus nombres.

En esta ocasión, y por tratarse de algunos de los primeros colonizadores del Rancho del Torreón hacia 1850, consideramos que es de vital importancia para la historia de nuestra ciudad, saber quiénes eran, dónde nacieron, quienes fueron sus padres, de dónde procedían, etc.

Al matrimonio formado por Pedro García y María Inocente de Ávila, lo encontramos residiendo en el Rancho de Matamoros, en 1848, cuando se levantó el padrón de toda la jurisdicción de la villa de Viesca. Esto sucedía dos años antes de que se llevara a cabo la fundación del Rancho del Torreón. [1] Al responder a los encuestadores, Pedro García y su esposa declararon tener 50 y 46 años de edad, respectivamente. Inocente de Ávila era la segunda esposa de Pedro, ya que primero estuvo casado con Gertrudis Beltrán.

El texto de la partida del segundo matrimonio de Pedro García, dice literalmente:

“Santa Ana. Pedro García y Ynocente Ábila”. “En esta iglesia de la Villa de Viesca, ayuda de la Parroquia de Parras, a los 21 días de marzo de 1832, haviendo precedido las tres moniciones canónicas en tres días festivos inter misarum solemnia, que lo fueron la primera la Domínica 1 quadragésima, la segunda la Domínica 2 de idem y la tercera la fer. 2 de Patriarch. Josef, yo el Pbro. C. Juan Manuel Gardea, cura de este ramo, casé in facie ecclesia por palabras de presentes preguntándoles su mutuo consentimiento a Pedro García, de 35 años, viudo de Gertrudis Beltrán, sepultada en esta misma, hijo legítimo de Sóstenes García y de Ma. Candelaria Guardado, con Ma. Ynocente Ábila, de 17 años, originaria de ésta, hija legítima de Sebastián Ábila y de Bacilia Guerrero, siendo testigos Julián Gardea y Adauto Hadriano, y para que conste, la firmé. Juan Manuel Gardea [Rúbrica]”. [2]

De esta partida podemos obtener los nombres de los progenitores de ambos cónyuges. Los padres de Pedro García Guardado fueron Sóstenes García y María Candelaria Guardado, y los de María Inocente de Ávila Guerrero fueron Sebastián Ávila y Basilia Guerrero. La edad de Pedro según la indicó en la información matrimonial, nos sugiere que el año de su nacimiento fue 1797, y la de María Inocente indica que nació en 1815.

La partida del primer matrimonio de Pedro, celebrado en Viesca el 12 de octubre de 1830 con Gertrudis Beltrán, hija de Pedro Beltrán y de María Dolores Sandoval, indica que Pedro García era originario de “Muleros” (Ahora ciudad Vicente Guerrero, Durango) y que residía en la jurisdicción de Viesca desde 1810. [3]

Esto nos hace pensar que a la edad de trece años, Pedro pudo tener la oportunidad de mirar con sus propios ojos a cierto “rebelde” que los soldados llevaban en cadenas rumbo a Chihuahua, el padre Miguel Hidalgo y Costilla. Desde luego, por entonces no se le consideraba el Padre de la Patria, sino un simple reo de infidencia. Los hermanos de Pedro fueron bautizados en la iglesia de San Pedro Apóstol, en Nombre de Dios, Durango: José Gregorio Patricio, el 17 de marzo de 1816, y José Silvestre, el 3 de enero de 1817. [4]

Muleros era un lugar que se ubicaba en las tierras del conde de Súchil, en la Nueva Vizcaya (ahora Durango) y era sitio de reunión de multitud de arrieros que hacían el comercio a través de los caminos reales de la Nueva España.

Los padres de Pedro García, Sostenes García y Ma. Candelaria Guardado, casaron el 19 de febrero de 1798 en la iglesia de la Purísima Concepción, en Súchil, Durango. [5]

En 1848, cuando Pedro García e Inocente Ávila residían en el Rancho de Matamoros, Coahuila, aparece empadronada con ellos su hija Juana García Ávila, de 15 años de edad. Juana nació en Parras en 1832, y se casó en Viesca un año después, el 7 de mayo de 1849, con Jesús Serrano.

Tras la fundación del Rancho del Torreón hacia 1850, Pedro García y su esposa se convirtieron en colonos de estas tierras, mucho antes de que existieran en ellas vías del ferrocarril, ni estación alguna, ni congregación, villa ni ciudad.

Referencias documentales:

[1] Archivo Histórico UIA-Torreón, AHCSILP, Exp. 433.

[2] Archivo Histórico UIA-Torreón, Libro cuarto de matrimonios de Viesca, 1828-1844 (copia)

[3] Archivo Histórico UIA-Torreón, Libro cuarto de matrimonios de Viesca, 1828-1844 (copia)

[4] Archivo Genealógico SUD.

[5] Archivo Genealógico SUD.

jueves, enero 28, 2010

Enero llegó pisando fuerte




Enero de 2010 ha sido un mes, de muchas maneras, sorprendente. En el ámbito regional, hubo varios días bastante fríos. Todos sabemos que en Torreón, durante los meses de invierno y en circunstancias normales, las mañanas y las noches pueden ser frías, pero nuestro sol radiante suele elevar la temperatura, generando días templados y hasta cálidos.

Pero en días pasados, el viento del norte y los nublados mantuvieron a nuestra región a temperaturas constantes de 6 y 7 grados Celsius. Los hogares laguneros que no cuentan con sistemas de calefacción, se enfriaron en gran medida. Afortunadamente, los postreros días de enero parecieran ser de febrero, por la temperatura agradable, el viento inquieto y los remolinos de hojas otoñales.

El cambio de la administración municipal de Torreón se ha dejado ver de manera constante durante este mes, por medio de la renovación de los pavimentos asfálticos de las principales calles y avenidas de Torreón, así como por el intenso cuidado de parques y jardines que hasta diciembre último, parecían completamente abandonados. Puntos buenos para Eduardo Olmos.

En enero ocurrió el terrible sismo de Haití, que por su magnitud y fuerza destructiva, resultó muchísimo peor que el tsunami indonesio de 2004. El terremoto haitiano ha dejado más de 150 mil muertes, infinidad de heridos y damnificados y al país en una situación de verdadera pesadilla. Se trata de un país tradicionalmente pobre, que ahora ha quedado reducido a su mínima expresión, y por si fuera poco, ocupado por fuerzas militares estadounidenses.

Enero ha sido también un mes de conflicto entre los integrantes de la sociedad civil y los miembros del clero, particularmente del católico. En diciembre pasado, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal le dio figura legal al matrimonio entre miembros del mismo género, y les permitió, además, la adopción de terceros. Estos hechos han polarizado a la sociedad mexicana, y han dado pie a un espectacular debate antropológico, teológico y moral entre aquellos académicos y sociedades pro derechos humanos que defienden y legitiman el ejercicio de la homosexualidad a partir de la ciencia y de la igualdad de los derechos ciudadanos, y por la otra parte, el clero y aquellos sectores conservadores de la sociedad mexicana, cuyos criterios surgen de la interpretación de los textos bíblicos y de la tradición eclesiástica y social vigentes, y que constituyen, sin duda alguna, la mayoría ciudadana.

lunes, enero 25, 2010

"Crónica de Torreón", blog decano en historia de México.


http://cliotropos.wordpress.com/2009/08/11/blogs-sobre-historia-regional-de-mexico/


El doctor en Antropología Felipe Castro Gutiérrez, muy conocido fuera de la capital mexicana por aquéllos que somos usuarios de H-México, presta sus servicios en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, pertenece al Sistema Nacional de Investigadores nivel III, es Profesor de la asignatura “Edad Media en Europa” en el Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y es tutor del posgrado en Historia de la misma universidad.

El Dr. Castro Gutiérrez ha recibido diversos reconocimientos, ha publicado artículos dictaminados sobre diversos temas en varios países, y participa en proyectos de investigación. Durante años, ha sido moderador del grupo virtual H-México. Asimismo, es autor de un blog denominado “Clíotropos. Crónicas del amor (y el desamor) de los historiadores por el mundo virtual”.

En el artículo del 11 de agosto de 2009 de “Clíotropos”, el Dr. Castro Gutiérrez hizo una revisión sobre los blogs de historia regional de México. De ese artículo, cito de manera textual:

“Existen varios blogs que se ocupan de los diversos aspectos de la historia de una región, una población o incluso un barrio. En ocasiones los autores están impulsados por el amor al terruño -a la “matria”, como gustaba decir Luis González y González. En otros casos, el motivo es el razonamiento de que la historia nacional es una especie de construcción imaginaria, y que en el fondo toda historia es regional. O, inversamente, que toda historia regional, si se la ve bien, tiene como asuntos los eternos problemas universales del ser humano”.

“Crónica de Torreón, de Sergio Antonio Corona Páez es un, buen candidato al título de blog activo más antiguo sobre historia de México, dado que está en línea desde septiembre de 2006. El autor es un estudioso de la historia local, con varias publicaciones sobre el tema, y en este blog ha escrito asiduamente sobre lugares, acontecimientos y tradiciones del pasado. No olvida, tampoco, que un historiador se interesa por el pretérito, pero no es un anticuario, de modo que comenta y opina sobre los sucesos contemporáneos de su ciudad, particularmente en lo que se refiere a su patrimonio histórico”.

jueves, enero 21, 2010

Familias Centenarias de Torreón: los Altamirano Juárez


Mapa de Torreón. Colección Orozco y Berra

Otra familia muy relacionada con los Altamirano Vallejo, es la de los Altamirano Juárez. En el Rancho de la Concepción y en una casa contigua a la de Santos Altamirano, fue empadronada en 1848 la familia formada por Pablo Altamirano y Rosa Juárez. Sus hijos, de acuerdo a ese padrón, eran María Dolores, Bernardino y Anastacia. Esta información, como en el caso de Santos Altamirano, procede del “Padrón general de los habitantes del pueblo del Álamo de Parras y su comprensión” levantado en 1848 y citado en el artículo anterior.

De Pablo Altamirano Froto sabemos que nació en el Álamo de Parras (Viesca) en 1799 o 1800, y que muy probablemente por su padre, era medio hermano de Santos Altamirano, su vecino en la Hacienda de la Concepción.

Pablo Altamirano Froto casó en primer matrimonio el 5 de octubre de 1820 en San José y Santiago del Álamo (Viesca). El resumen de la partida de matrimonio es el siguiente:

Pablo Altamirano, indio, originario de ese pueblo del Álamo de Parras, de 20 o 21 años de edad, soltero, hijo legítimo de Isidro Altamirano y de María Inés Froto, ya difunta, casa con María Francisca Guerra, mestiza soltera, de 34 años de edad, originaria de ahí mismo, hija natural de Petra Guerra. Padrinos: Gregorio Alvarado y María de la Ascensión Hernández. Firmó la partida sacramental Mariano de Riaño, cura teniente. Libro 3º de matrimonios, 1788-1827, tomo II, foja 242.

El 1 de marzo de 1829, Pablo Altamirano, viudo en primeras nupcias de María Francisca Guerra, se casó por segunda ocasión, en la parroquia de Santiago Apóstol de Viesca, con María Rosalía Juárez, de edad de 16 años, hija legítima de Luis Juárez y de Juliana Deras. Firmó la partida matrimonial Juan José Díaz, teniente de cura. Libro 4º de matrimonios, 1828-1844, foja 9.

Por los archivos genealógicos SUD, sabemos que María de los Dolores Altamirano Juárez nació en la Vega de Marrufo en 1836, y que se casó con Manuel Ramírez el 27 de septiembre de 1852, en la parroquia de Santiago Apóstol de Viesca. Bernardino Altamirano Juárez nació en 1834 en San José de Matamoros, y se casó con Remigia Sifuentes el 20 de agosto de 1864 en la parroquia de Santiago Apóstol, en Viesca. María Anastacia Altamirano Juárez habría nacido en la Vega de Marrufo en 1840, y se habría casado con Francisco Rodríguez el 9 de mayo de 1856 en la parroquia de Santiago Apóstol, en Viesca.

Hijos de Bernardino Altamirano Juárez y Remigia Sifuentes fueron: María de la Luz, nacida el 12 de mayo de 1872 en Matamoros, Coahuila y bautizada ahí mismo 3 días después; Juan, quien nació en 1875 en Matamoros, Coahuila y casó ahí mismo con Bartola Alonzo en 1895. Juan y Bartola tuvieron a su vez a Remigia Altamirano Alonzo, nacida el 15 de febrero de 1896 en Matamoros, Coahuila.

Hijos de María Anastacia Altamirano Juárez y de Francisco Rodríguez fueron los siguientes: Donaciana, nacida el 24 de mayo de 1873 en Matamoros, Coahuila, y bautizada ahí mismo el 17 de noviembre de ese año; Mariano, nacido el 17 de abril de 1875 en Matamoros, Coahuila, y bautizado ahí mismo el 2 de mayo del mismo año; Asunción, nacido cerca de 1875 en Matamoros, Coahuila, y casado ahí mismo con Lázara Lobo Fernández en 1894.

martes, enero 19, 2010

Familias Centenarias de Torreón: los Altamirano Vallejo





Cuando se creó el municipio de Torreón, el 24 de febrero de 1893, algunos ranchos y haciendas quedaron situados dentro de su jurisdicción. Estos lugares habían pertenecido al municipio de Viesca, Coahuila, luego al de Matamoros, Coahuila, y finalmente, vinieron a formar parte de la zona rural de nuestro municipio.

De esta manera, hubo una cierta cantidad de torreonenses que no radicaban en la mancha urbana de nuestra villa y posterior ciudad, y que tampoco fueron propiamente inmigrantes. Simplemente fueron incluidos en la zona rural de la jurisdicción del municipio de Torreón.

Uno de estos lugares fue el Rancho de La Concepción, ubicado en la margen derecha del Río Nazas, al noreste de nuestra ciudad. En 1848, antes de que existiera Torreón, el lugar era parte de la enorme Hacienda de San Lorenzo de la Laguna. Cuando el presbítero Anacleto Lozano, cura de Viesca, levantó ese año de 1848 su “Padrón general de los habitantes del pueblo del Álamo de Parras y su comprensión”, uno de los lugares censados fue precisamente el Rancho de la Concepción. Una copia de este padrón se encuentra depositada en el Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Iberoamericana Torreón.

Entre las diversas familias que lo poblaban, llamó mi atención, aquélla formada por el matrimonio de Santos Altamirano y su esposa Jacoba Vallejo. Según el padrón, este matrimonio contaba con las siguientes hijas: a Dionisia, de 18 años, a María de la Paz, de 16; a Gregoria, de 14; a Valeria, de 12, y a Marcelina, de 4.

El estudio de esta familia a partir de los archivos genealógicos SUD nos permiten obtener nuevos conocimientos acerca de los movimientos migratorios de los habitantes del Rancho de La Concepción, y también sobre sus lugares de origen, antecedentes étnicos y sus troncos familiares, netamente laguneros.

Santos Altamirano Lomas, quien nació en Mapimí en 1805, era hijo de Juan José Altamirano y de Juliana Lomas, y se casó con María Jacoba Vallejo el 29 de enero de 1830, en la parroquia de Santiago Apóstol, de Mapimí.

De acuerdo a los archivos genealógicos, este matrimonio tuvo por hijos a Anselmo Altamirano Vallejo, nacido en 1827 en Mapimí, y quien se casó el 19 de septiembre de 1847 con María Paula de la Cerda en Mapimí. La “Marcelina” del padrón aparece como nacida el 29 de junio de 1843, y bautizada el 6 de julio de ese año en Mapimí como “María Marciala del Refugio Altamirano Vallejo”. María Silvestra Altamirano Vallejo nació el 31 de diciembre de 1839, y fue bautizada ahí mismo el 9 de enero de 1840. Gregoria Altamirano Vallejo nació el 11 de marzo de 1835 y fue bautizada el día 15 del mismo mes y año en Mapimí. José Susano Altamirano Vallejo nació en el Rancho de la Concepción en 1849, y fue bautizado el 6 de junio de ese año en San José y Santiago de Viesca.

Los Padres de Santos Altamirano Lomas, como hemos mencionado ya, lo fueron Juan José Altamirano Alviso (mestizo originario de Parras) y de María Juliana Lomas Vázquez (mestiza originaria de San José y Santiago del Álamo) casados en el pueblo de San José y Santiago del Álamo (Viesca, Coahuila) el 6 de mayo de 1791. El presbítero que ofició su matrimonio fue Manuel Sáenz de Juangorena, Capellán de la Compañía Volante de San Carlos de Parras.

A continuación, se transcribe la partida de matrimonio (Copia de los libros parroquiales de Viesca en el Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Iberoamericana Torreón):

“En el año del Señor de mil setecientos noventa y un años = En seis días del mes de mayo de dicho año, habiéndose hecho las tres moniciones los días siguientes: la primera el día tres de abril, Domínica Cuadragésima; la segunda el día diez de dicha Domínica Pasionis Prim.; la tercera el día diez y siete Domínica Palmarum Prim. = En tanto se decía esta Misa Mayor en esta santa iglesia parroquial del pueblo de Señor San José y Santiago del Álamo, y no habiendo descubierto impedimento alguno, yo, don Manuel Sáenz de Juangorena, capellán de la Compañía Volante de San Carlos de Parras y actual teniente de cura de este pueblo, desposé solemnemente en dicha parroquial por palabras de presente a Juan José Altamirano, mestizo originario del pueblo de Parras, hijo legítimo de Isidro Altamirano y de María Josefa Alviso = y a María Juliana Lomas, mestiza, originaria de este pueblo, hija legítima de José Lomas y de María Ignacia Vázquez, habiendo preguntado y tenido de ambos su mutuo consentimiento, siendo padrino Rafael Estrada, originario de Parras, casado con Juana Alviso […] Manuel Sáenz de Juangorena”.

Resulta muy claro, pues, cómo los viejos pobladores de Parras, de Viesca y de Mapimí se establecían en los ranchos de la Hacienda de San Lorenzo de la Laguna, cómo iban ellos a recibir los sacramentos a las parroquias de Viesca o de Mapimí, y cómo, en 1893, sus lugares de residencia quedaron incorporados al nuevo municipio de Torreón.

domingo, enero 17, 2010

Familias Centenarias de Torreón: los Banda


Mapimí, lugar de origen de los Banda

Es nuestro interés proporcionar sustento histórico (documental) a algunas de los datos que nuestro antecesor en el cargo, el Cronista Eduardo Guerra, menciona en la sección de “Nombres ligados a la historia de Torreón”, de su “Historia de Torreón”. La mayor crítica que se le ha hecho como historiador, es que nunca hizo una adecuada referencia a sus fuentes documentales, sino que simplemente las transcribió. No poder consultar los documentos en los que se basó, por omisión de una adecuada referencia, constituye un grave inconveniente en la escritura de la historia.

El caso que hoy mencionaremos, se basa en la historia oral que Eduardo Guerra recogió y transcribió. Lo que haremos en este artículo será un simple ejercicio de verificación y sustentación documental de la información recopilada.

Se trata de la familia “Banda”. Eduardo Guerra entrevistó a dos miembros de esta familia, a Ignacio y a Manuel, quienes declaraban ser hijos de Librado Banda, y sobrinos de José Banda, estos dos últimos relacionados con la administración del rancho del Torreón. José lo administraba en 1877, y años más tarde, Librado sería administrador del rancho y encargado de la presa.

El testimonio de Ignacio Banda recogido por Eduardo Guerra indica que aquél nació en Mapimí el 5 de febrero de 1867. Al realizar la búsqueda en el archivo de los Santos de los Últimos Días, hemos encontrado que Ignacio en realidad fue bautizado en Mapimí el 13 de enero de 1867. Seguramente nació, no el 5 de febrero, sino el 5 de enero de ese año. Sus padres fueron Librado Banda y María Isabel Gómez. De estos mismos padres nació Manuel Banda, hermano de Ignacio.

Librado Banda era a su vez hijo de Simón Banda y de Paula González, y se casó con María Isabel Gómez el 31 de diciembre de 1864 en la “capilla de Avilés” (Hacienda de Avilés, en la margen derecha del Río Nazas) frente a lo que ahora es Lerdo, Durango, apenas a un tiro de piedra de la presa del rancho del Torreón.

José Banda, el mencionado tío de Ignacio y Manuel, era hijo de Simón Banda y Paula González, y por lo tanto, hermano de Librado, y se casó en Mapimí el 15 de octubre de 1874, con Micaela Porras. En el padrón de la Congregación del Torreón, levantado en 1892, aparece un José Banda casado con Epigmenia Mascorro. Casi seguramente se trata de un segundo matrimonio de José, el cual declaró en 1892 tener 37 años de edad (habría nacido en 1855), ser comerciante y saber leer y escribir. Su mujer tenía 26 años de edad, y sus hijos, en esa fecha, eran Antonia, de 6 años, Paula, de 3, y Carmen, de 1.

El bisabuelo paterno de Ignacio y Manuel Banda habría sido Juan José Eligio Banda, casado con María Rafaela de los Ríos, nacidos y radicados en el Partido de Mapimí del siglo XVIII.

Eduardo Guerra menciona que la familia Banda “estuvo vinculada fuertemente a la historia de Torreón, en su origen”. José y Librado Banda fueron administradores del Rancho del Torreón, y Manuel, hijo de Librado, fue testigo ocular del paso del ferrocarril en 1885. Fue tal el susto del niño (tenía 7 años de edad) que salió corriendo a esconderse entre los mezquitales que existían en lo que después se llamó “La Alianza”.

Eduardo Guerra atribuye un papel importante a Ignacio Banda, en la recolección de documentos que sirvieron para la escritura de la “Historia de Torreón”. Lo que nos queda claro, es que los laguneros de vieja cepa colonial tuvieron un rol fundamental en la fundación y en los primeros años de nuestra ciudad. Los primeros inmigrantes que llegaron a este lugar fueron laguneros, y aportaron su trabajo, ya como simples labradores o como administradores del Rancho y Hacienda del Torreón. Fue a través de estos inmigrantes regionales que la cultura colonial lagunera llegó para quedarse en nuestra ciudad.

sábado, enero 16, 2010

Antecedentes familiares del padre Pudenciano



En la sección de “Nombres ligados a la historia de Torreón”, de su “Historia de Torreón”, nuestro antecesor en el cargo, el Cronista Eduardo Guerra, menciona algunos datos biográficos del padre Pudenciano Villalobos Rivera. A este sacerdote le tocó en suerte convertirse en el primer párroco de Torreón. Efectivamente, una vez que nuestra población fue promovida al rango de Villa, (24 de febrero de 1893) el obispo de Saltillo, Santiago Garza Zambrano decretó la creación de la parroquia de Torreón, y designó para su primer titular al mencionado padre Pudenciano, quien llegó a Torreón en noviembre de 1894, de 26 años de edad.

Eduardo Guerra tuvo la oportunidad de conocer y tratar a don Pudenciano Villalobos en su ancianidad. El padre le comentó que había nacido en Aguascalientes, capital del estado homónimo, el 19 de mayo de 1868.

Al revisar los magníficos archivos genealógicos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, hemos encontrado que efectivamente, Pudenciano Villalobos Rivera nació el 19 de mayo de 1868 en Aguascalientes, y que fue bautizado al día siguiente en la parroquia del Sagrario de la misma ciudad. Fueron sus padres Benito Villalobos y Julia Rivera.

Sus hermanos y hermanas, fueron los siguientes: José Sotero, bautizado el 1 de mayo de 1854, María Natividad, bautizada el 6 de enero de 1856, Rafaela, bautizada el 1 de noviembre de 1857, Vidal, bautizado el 6 de mayo de 1860, José Tirso, bautizado el 1 de febrero de 1863. Todos ellos eran originarios de la ciudad de Aguascalientes.

viernes, enero 15, 2010

"El Matutino" de Radio Torreón


La primera emisión, 11 de octubre de 2008


La última emisión, 8 de enero de 2010.


El pasado viernes 8 de enero, la audiencia lagunera y virtual escuchó la última edición de “El Matutino”, programa radiofónico cotidiano conducido por la Lic. Marcela Armendariz, en Radio Torreón, en el 96.3 del cuadrante radiofónico de frecuencia modulada.

Esta serie de programas inició el 11 de octubre de 2008, y permaneció constante durante un año y casi tres meses, hasta su última edición, el 8 de enero de 2010. Los radioescuchas de esta emisora, han deplorado la desaparición de este programa, aparentemente suspendido a causa del cambio de administración.

Presentación de nuevo libro




En punto de las veinte horas de anoche, inició el acto de presentación del libro “Entre el esplendor y el ocaso lagunero. Ensayo sobre el desarrollo urbano de Torreón” del Lic. Javier Ramos Salas. El evento se desarrolló en el auditorio del Museo Arocena de esta ciudad. Los comentarios corrieron a cargo del profesor Arturo Berrueto González, Director del Consejo Editorial del Estado de Coahuila, el Lic. Carlos Castañón Cuadros, el Lic. Javier Ramos Salas, y este Cronista.

El texto de los comentarios que expresé anoche en torno al nuevo libro, se transcriben a continuación.

“El 5 de septiembre del año de 2008, en mi calidad de Cronista Oficial de Torreón, y en cumplimiento de mis funciones, extendí una carta-dictamen dirigida a las autoridades editoriales de nuestro Estado, cuyo texto decía, a la letra:

Por medio de la presente, quiero hacer constar en relación al texto de la autoría del señor Javier Ramos Salas, [entonces] intitulado

“Torreón: una nueva estrella en el firmamento nacional. Un ensayo sobre el desarrollo urbano de Torreón en su época de esplendor”

Primero.- Que constituye una excelente obra de investigación original.

Segundo.- Que, por lo minucioso y exacto de la información, está destinado a convertirse en una obra de obligada referencia sobre la historia de la ciudad de Torreón.

Por estas razones, considero que esta obra entra en la categoría de indispensable para el conocimiento de nuestra historia regional, y por lo tanto, merece todas las facilidades y apoyos para su publicación.

Hoy celebramos con el autor, la realización de este propósito suyo, la impecable publicación que el Consejo Editorial del Estado nos ofrece hoy a partir del arduo trabajo de investigación del señor Javier Ramos Salas, y que sin duda alguna, enriquece la colección de títulos de esta editorial, y por supuesto, amplía los testimonios escritos en torno a nuestra historia regional.

La esencia de la escritura de la historia consiste en dar razón del cambio. Todo lo que cambia, es historiable. Se puede escribir una historia de la evolución de las especies, precisamente porque experimentaron cambios y porque contamos con las huellas (fósiles) que nos permiten saberlo.

De la misma manera, se puede abordar el estudio del cambio de una ciudad, como es el caso del texto que hoy comentamos.

Para abordar este problema, Javier Ramos, a quien respeto y estimo, se echó a cuestas la tarea de realizar una observación previa, con el objeto de determinar si existían los suficientes testimonios del pasado citadino como para articular una historia de su evolución. Tuvo que determinar cuáles serían las unidades y períodos narrativos para acotar, y cuáles serían las variables que él estaba en posibilidad de describir, interpretar y explicar.

Este resultaba ser un proyecto muy ambicioso, sobre todo porque el autor, como cualquier investigador serio de fenómenos pretéritos, no podría ver directamente el pasado de nuestra ciudad, a manera de testigo presencial, sino que tendría que recurrir a todas las fuentes de información que le pudieran dar razón del cambio. Como bien dijo Henri Marrou, el pasado solamente lo podemos conocer a través de las huellas que deja.

Así pues, el autor dedicó años a recopilar documentos públicos y privados que le brindaran dichos testimonios: edictos, actas de cabildo, protocolos notariales, asientos del registro público de la propiedad, fotografías, planos, una vasta bibliografía, hemerografía e incluso, la tradición oral.

Como Director del Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Iberoamericana Torreón, tuve, en muchas ocasiones, la oportunidad de atender al autor de este nuevo libro, cuando buscaba todo fondo, legajo o expediente, plano o fotografía de nuestro Archivo Histórico que pudiera servir a su propósito. Muchas horas invirtió Javier en esta tarea de recopilación.

El resultado de tantos afanes lo tenemos hoy a la vista. “Entre el esplendor y el ocaso lagunero”, este magnífico ensayo sobre el desarrollo urbano de Torreón, es un libro de 277 páginas y 400 notas al pie, sólidamente estructurado. En diez capítulos, Javier Ramos Salas aborda diferentes variables del cambio citadino.

Con el ojo atento del antropólogo y con la economía como variable independiente, el autor nos da razón de la serie de fenómenos que dieron origen y forma específica a nuestra población, y los pone en contexto, para nuestra mayor información y comprensión.

En una prolija narración entretejida de nombres y apellidos, tablas y mapas, el autor nos da razón y cuenta de fenómenos y acontecimientos tales como los cambios en la tenencia y las funciones de la tierra, el cultivo del algodón, el advenimiento del ferrocarril. Los orígenes de la mancha urbana y el fraccionamiento de las tierras agrícolas entre 1887 y 1836. La industria, el comercio, la transformación del suelo urbano en espacios habitables, la demanda de estos espacios y el alza de los precios, el crecimiento de la traza citadina, el impacto de la revolución. El surgimiento del municipio y sus poderes, el impacto de la revolución sobre la estructura política municipal, la incapacidad del erario para resolver los problemas de agua, drenaje y pavimento. El financiamiento de los servicios públicos bajo la figura de la concesión. Historia del abasto del agua potable y del alcantarillado citadinos. Historia de la pavimentación de Torreón, la Junta de Mejoras Materiales. La edad de oro de la economía algodonera, 1935-1955, la construcción urbana, el incremento demográfico. Los fraccionamientos residenciales y los barrios populares, las contradicciones urbanas de la época, las formas de propiedad y de posesión de la vivienda. Historia de la planificación urbana y de los planes directores. Con el epílogo, el autor ofrece una reflexión sobre algunos aspectos de la mentalidad lagunera, así como sobre la transformación, diversificación y nuevas estrategias socio-económicas locales en el contexto de una transformación nacional y global en el presente y hacia el futuro.

A través de las páginas de este nuevo libro, percibimos la gran solidez que le confiere el haber bebido de las fuentes primarias, coetáneas al hecho histórico, el uso adecuado del aparato crítico, así como el planteamiento de hipótesis bien sustentadas.

Lo que indiqué hace casi dos años, lo repito ahora con mucho gusto: que este libro constituye una excelente obra de investigación original, que, por lo minucioso y exacto de la información, está destinado a convertirse en una obra de obligada referencia sobre la historia de la ciudad de Torreón.

Solo resta pues, felicitar ampliamente al autor por este señalado logro, al Consejo Editorial del Estado por su atinada decisión al publicar este magnífico libro, y a los torreonenses, que contamos, a partir de ahora, con una nueva lectura de nuestro pasado citadino”.

jueves, enero 14, 2010

Socios Fundadores del siglo XIX



El tranvía eléctrico por la avenida Hidalgo


El 10 de junio de 1898, el señor José Sariñana compareció ante el Registro Público de la Propiedad de Lerdo, Durango, para registrar la escritura de sociedad de la nueva empresa “Tranvías de Lerdo a Torreón, S.A.”. Esta nueva compañía de transporte eléctrico urbano, contaba con un capital inicial de 103 mil pesos.

Sus socios fundadores fueron los siguientes: Alberto Camino Ruiz, Ulpiano Ruiz, Pedro de Heras, María del Refugio Puente de Heras, Donato Gutiérrez, Canuto Gamboa, Efrén Gutiérrez, Gonzalo Siller, José Prat del Monte, Buenaventura Gutiérrez, Micaela Castro, Adolfo Aymes, Julián Lack, Carlos M. Pérez, José Sariñana por sí mismo y por sus hijos María Refugio, Federico, Enrique y Alfonso Sariñana y Barraza, Rufino Lavín por sí mismo y su hija María Lavín Guerra, Praxedis de la Peña, Tranquilina León viuda de Manto, Rafael Bustamante por sí mismo y por sus coherederos Leopoldo, Valentín, Teresa, Diego, María Guadalupe, Antonio y María de la Luz Bustamante y Reyes, Pedro Álvarez por sí mismo y como apoderado general de Juan Francisco Flores y Emilio Stahlkmecht, Jesús E. Luján por Ramón R. Luján, Emlio Zambrano como apoderado de Virginia García viuda de García, Celedonio Castillo como apoderado de Francisco Armendáriz, Juan F. Brittingham en representación de Francisco Belden, Rosa Treviño viuda de Belden y Santiago Belden, Juan Hernández Arriela en representación de María del Refugio Bracho, Federico Reyna por sí mismo y por sus coherederos Jesús, María Dolores, Petra, Genoveva, Rosa, Loreto, Matilde, Librada, Antonio, Adela, Virginia y Alfredo, Pedro Torres Saldaña por “Torres Hermanos”, Joaquín Ortega en representación de Rafael Pescador, Tomás Mendirichaga por “Sucesores de Hernández Hermanos” y Manuel Garzón Lavín por “Garzón Hermanos”.

Menos de dos meses después, el 6 de agosto de 1898, se registraba el acta de otra empresa lagunera, la “Compañía de Fuerza y Luz Eléctricas, S.A.”, la cual proporcionaría la energía para el tranvía eléctrico.

Con este fin compareció ante dicho Registro Público de la Propiedad, el señor Gabino San Miguel en nombre de los socios, que lo fueron Juan F. Brittingham, Juan Salcedo, Miguel Torres, Daniel Ruiz, Celedonio Castillo, Pedro Navarro, Ulpiano Ruiz Lavín, Manuel Garzón, Diódoro Sánchez, Rafael García Ortega, Oscar Francke, Buenaventura López, Manuel Pelaez, Vicente Reynoso, Manuel Ramírez, Rodolfo Sánchez, Federico Schmith, Luis F. Rodríguez, Carlos Michand, Gonzalo Siller, Rafael Bustamante, Prisciliano Rangel, Canuto Gamboa, Jesús Calderón, Ignacio Lodoza, Amado Mesta, Pedro Álvarez, Luciano Morán, Federico Mengdhel, Luis Gamboa, José Prat del Monte, Ramón Castro, Pomposa M. viuda de Bravo, Rosa Marín, Prudencio Cobián, Miguel Alba, Nicanor Salcido y A. González.

Esta Compañía de Fuerza y Luz Eléctricas creció de tal manera que no solamente proveyó de energía al tranvía eléctrico, sino que también la vendió a la ciudad y a particulares. Sus servicios de luz y fuerza para la ciudad estuvieron vigentes durante décadas.

martes, enero 12, 2010

Bacheo y pavimentación




Desde el primero de enero de este año, la ciudadanía torreonense ha atestiguado la intensa actividad de brigadas de bacheo y pavimentación en calles y avenidas que estaban abiertamente olvidadas por la administración anterior.

Calzadas como la Cuauhtémoc, bulevares como el Independencia, calles como la González Ortega han recibido la rápida atención de estas brigadas. Esta actitud de mejoramiento inmediato de las vialidades de Torreón, habla bien del nuevo gobierno municipal.

viernes, enero 08, 2010

Inviernos históricos




El día de hoy amaneció Torreón nublado y con una temperatura de un grado Celsius sobre cero, y para las doce del mediodía se mantiene en tres grados sobre cero, con nublado. La verdad, este “frío” haría reír a cualquier norteamericano, europeo o ruso. No es que se trate de un frío tan intenso, pero sucede es que la población lagunera lo siente más porque el rango de oscilación de las temperaturas locales abarca 43 grados. Es decir, pasamos de 43 grados Celsius en verano, al cero en los días fríos del invierno. Por otra parte, la totalidad de los hogares laguneros están equipados contra las altas temperaturas, tan comunes aquí, pero no contra las bajas, que suelen ser raras.

En el pasado, ha habido ocasiones en que la Comarca Lagunera ha sufrido temperaturas mucho más bajas. Se trata de inviernos que resultaron verdaderamente históricos. Como lo he mencionado en algún lugar de esta crónica, era tal el frío que los pájaros morían en los árboles y caían al suelo, congelados.

Uno de esos casos que está bien documentado, es el de enero de 1962. En su portada del 13 de enero de ese año, El Siglo de Torreón daba a conocer que en La Comarca, la temperatura más baja de dos días antes, es decir, del 11 de enero, había sido de trece grados Celsius bajo cero a la intemperie, y de 10 grados y medio bajo cero, a la sombra.

Esas temperaturas fueron registradas el día 11 de enero en el Observatorio Meteorológico de Lerdo, y en la Oficina del Servicio Meteorológico de Aeronaves de México, es decir, en el aeropuerto de Torreón. De acuerdo al artículo publicado en la portada de El Siglo de Torreón el 12 de enero de 1962, desde la navidad de 1947 no ocurría algo semejante, pues en aquellas fechas la temperatura descendió a menos doce grados Celsius.

jueves, enero 07, 2010

"Entre el esplendor y el ocaso algodonero"




Bajo los auspicios del Gobierno del Estado de Coahuila, a través de la Secretaría de Gobierno y su Consejo Editorial, será presentado el próximo jueves 14 de enero el libro “Entre el esplendor y el ocaso algodonero. Ensayo sobre el desarrollo urbano de Torreón” de Javier Ramos Salas.

La presentación se llevará a cabo a las 20 horas de la fecha mencionada, en el auditorio del Museo Arocena. Los comentarios correrán a cargo del profesor Arturo Berrueto González, Director del Consejo Editorial del Estado de Coahuila; del maestro Carlos Castañón Cuadros, politólogo e investigador; del licenciado Javier Ramos Salas, autor del nuevo texto, y de este Cronista, en sus calidades de Cronista Oficial de Torreón y doctor en Historia.

miércoles, enero 06, 2010

Militares Laguneros: Pedro Ruiz de Larramendi




En octubre de 1797 el Mariscal de Campo, don Pedro de Nava, pasó revista de inspección militar a la Segunda Compañía Volante de San Carlos de Parras, en el pueblo del Álamo (Viesca), que era donde se encontraba situado su cuartel.

Entre los oficiales y la plana mayor se encontraban los siguientes: don Pedro Carrasco, Capitán; don Antonio Toledo, Teniente; don José Montenegro, Primer Alférez; don Pedro Larramendi, Segundo Alférez; don Manuel Sáenz de Juangorena, Capellán (y cura de Viesca); Vicente Rivera, armero; Cipriano Algarate, tambor.

En esta ocasión daremos a conocer alguna información sobre el Segundo Alférez Pedro Ruiz de Larramendi, quien nació en Pamplona (Navarra) hacia 1764.

La carrera militar de Pedro Ruiz de Larramendi fue bastante interesante. En enero de 1781, a los 17 años de edad, obtuvo el empleo de soldado; en octubre de 1784, fue ascendido a Cabo; y el 1 de noviembre de 1788, fue promovido a Sargento, puestos que desempeñó en los regimientos de “Infantería de América”, “El Príncipe” y en el “Batallón Veterano” de la Isla de Santo Domingo (ahora República Dominicana, en las Antillas).

Con el grado de Sargento, Pedro Ruiz de Larramendi pasó a la Nueva España, y fue destinado a la Segunda Compañía Volante de San Carlos de Parras, donde fue promovido a Segundo Alférez el 26 de septiembre de 1792, y a Alférez Primero el 1 de mayo de 1798. Este puesto lo ostentaba cuando se llevó a cabo la revista militar del 6 de marzo de 1800. Ruiz de Larramendi luchó contra los indios Apaches Lipanes en diversos sitios, entre ellos, la Sierra del Carmen, en Coahuila.

Por lo que se refiere al Bachiller Manuel Sáenz de Juangorena, veamos su propio apunte del libro de Matrimonios de San José y Santiago del Álamo (Viesca) del 18 de agosto de 1788, que es la partida de matrimonio de Tomás Hernández Ramírez y de María Ignacia Morga y de Asco.

“Yo, Dn. Manuel Sáenz de Juangorena, Capellán de la Segunda Compañía Volante de San Carlos de Parras, y actual Teniente de Cura deste Pueblo, desposé solemnemente…”

Fuentes: Archivo General de Simancas; Libro Tercero de Matrimonios 1788-1827, Tomo I, (copia) en el Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Iberoamericana Torreón. Imagen: Juan Marchena Fernández, "Oficiales y soldados en el ejército de América", Sevilla, 1983.

sábado, enero 02, 2010

Multitudinaria toma de posesión


Gráfica de El Siglo de Torreón


En el recinto del Teatro Nazas, el Lic. Eduardo Olmos Castro rindió anoche la protesta de ley como nuevo alcalde de Torreón. En el acto se contó con la presencia del Gobernador de Coahuila, profesor Humberto Moreira Valdés.

El teatro tuvo un lleno completo, pues nadie quería perderse la ceremonia, Fue lugar de encuentro de representantes de todos los sectores sociales. El flamante alcalde ofreció un discurso optimista, e invitó a todos los torreonenses a sumarse a los esfuerzos para llevar a nuestra ciudad por la senda del desarrollo, de manera semejante a como lo hicieron nuestros antecesores.

Por su parte, el Gobernador de Coahuila ofreció su entusiasta colaboración y apoyo al gobierno municipal que recién inicia, y su apoyo incondicional a la ciudadanía torreonense.

viernes, enero 01, 2010

Cuenta y razón de la Crónica Oficial del 2009





Como cada año, este cronista da cuenta hoy de su quehacer en su calidad de tal. La Crónica Oficial de Torreón para el 2009, consta de 193 artículos en 248 páginas de texto en fuente arial 12, a espacio y medio. Todos ellos menos uno, se encuentran en línea en el sitio habitual, www.cronicadetorreon.blogspot.com Vale la pena mencionar que una cantidad muy significativa de las imágenes que acompañan a los textos, son fotografías originales especialmente tomadas para la Crónica.

La inmensa mayoría de los 193 artículos pertenecen a una de dos categorías: crónica, e historia. En la primera categoría, van aquellos textos que hablan, describen, valoran e interpretan hechos o fenómenos del presente cotidiano bajo una óptica eminentemente antropológica. Son textos con contexto. En la segunda categoría se inscriben los ensayos que requirieron de investigación en fuentes primarias o hemerográficas, antes de su redacción y publicación virtual. En esta categoría podemos contar las series “Familias Centenarias de Torreón”, “Militares Laguneros”, y todos aquellos artículos sueltos basados en fuentes primarias o en la hemerografía del pasado, es decir, en los artículos periodísticos coetáneos a los hechos o fenómenos analizados.

Una tercera categoría especial es el artículo-dictamen, ordinariamente orientado a asesorar a las autoridades en temas y consultas específicas.

Los archivos y fuentes hemerográficas consultados para la investigación y redacción de los artículos que componen una buena parte de la Crónica Oficial de Torreón del 2009 fueron:

Archivo General de la Nación, Archivo General de Indias (Sevilla), Archivo General de Simancas (España), Archivo Histórico de la Compañía de Jesús (Roma), Archivo General del Estado de Coahuila (Ramos Arizpe), Archivo Municipal de Torreón, Archivo Histórico de la Universidad Iberoamericana Torreón, Archivo Municipal de Saltillo. Los periódicos antiguos consultados son diversos, pero destacan la hemeroteca del The New York Times, y de El Siglo de Torreón.

Sobre la relevancia del contenido de la Crónica Oficial de Torreón en los años 2007, 2008 y 2009, la Comisión Municipal de Educación, Arte y Cultura del Cabildo de nuestra ciudad, la calificó como “de gran interés y relevancia cultural para Torreón, con información inédita para la historia de Torreón, así como artículos en torno a los fenómenos y acontecimientos del presente, explicados e interpretados para la ciudadanía” (acta de cabildo No. 100, p. 23, 30 de abril de 2009).

Sin embargo, y a pesar del compromiso que todo municipio tiene para con su Cronista Oficial, la Crónica de Torreón sigue inédita, constituyendo el de 2009 el tercer tomo de esta obra. El primero, la Crónica del 2007 consta de 188 artículos que suman 184 páginas; el segundo, la Crónica del 2008, está compuesta por 210 artículos que corresponden a 167 páginas. El tercero tomo, la Crónica del 2009, es como lo hemos dicho, consta de 193 artículos en 248 páginas. Suman los tres tomos 599 páginas.

Finalmente, presentamos el listado de los 193 artículos correspondientes al año 2009.

ENERO
Estadística Crónica de Torreón 2008; Mal inicio del 2009; Electricidad en Torreón y cambio tecnológico; Presentación de nueva discografía; Invierno benigno; Calenda Maia: textos y música; Lucha en Medio Oriente; Traspaso de cartera vencida; Cortan árboles de paseo peatonal; Militares Laguneros: Juan Reyes Trujillo; Militares Laguneros: Ignacio Cardoza; Futuro de paseo peatonal; La retórica de la fuerza; Fallece Don Ricardo Montalbán Merino; La Segunda Compañía Volante de Parras; Asaltante frustrado; Un último zapatazo; Abusos del oficio; Obama toma posesión; Pisando fuerte
¿Fe sin justicia?; Tres tomos de informes del gobierno municipal.

FEBRERO
Anécdotas torreonenses de 1906; Las hilanderas mexicanas en 1895; Día de la Constitución; Militares Laguneros: Hilario Morales Alvarado; Tiempo de transición; Bicentenario de Charles Darwin; Legionarios: el fin del principio; Marcelo Ayala Izaguirre; Militares Laguneros: Tiburcio de Rocha González; La Sucesión Presidencial; ¿Tenian razón los "globalifóbicos"?; Cambio de medidores; Planes y colores patrios; "Objeto y Narración". Muestra pictórica; El Plan de Iguala en la gastronomía gourmet.

MARZO
Timor, tremor, humor; Retrato por liebre; Discriminación en La Laguna: las ligas "Pro Raza"; Funcionarios incógnitos; El Club Anti-Chino de Torreón; El Río Aguanaval, frontera; Gritos inaudibles; Un entretenimiento llamado "chismorreo"; Militares Laguneros: José María de Nava Meza; San José en la iconografía lagunera; Seminario del Dr. Beuchot Puente; La Historia en gris; La historicidad de la belleza femenina; Autismo vital; Los cementerios y el despojo de la memoria; Tabaquismo de muy viejo cuño.

ABRIL
Inicia la semana santa; El centro y el Mercado Juárez de Torreón; Paso de tortuga; Gringos irrespetuosos; Chiles "Abu Graib"; 20/10: una revista de referencia obligada; Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor; Reminiscencias de la semana mayor; Gripe atípica; Solo por precaución; Suspenden clases en Coahuila; Cancelan clases en todo el país; La vida sigue; Influenza porcina virtual.

MAYO
Sospechas y certezas; Coahuila, libre del A H1N1; Álbum de la Paz y el Trabajo; Más vale prevenir; Primavera calurosa; El virus A/H1N1 en La Laguna; Filtros sanitarios; Día de las madres; Desinformación en Jalisco; Visita presidencial; A la caza de Villa; Miscelánea; Una riña de hace 114 años; Laboratorio de biología molecular; El testimonio hemerográfico; Otro premio para Jaime Muñoz Vargas; Casi listo, laboratorio de biología molecular.

JUNIO
Concurso de Ensayo Histórico; La historia "chafa"; Algodón de Nazas, Durango, en 1817; El testimonio del Comandante Bonavia y Zapata; La Academia Lagunera de la Historia; Dictamen; El XII Seminario, ya próximo; Pandemia por el virus A/H1N1; Congreso Nacional de Cronistas; Don Ángel Urraza Saracho; Fuerte chubasco; Una batalla en Nazas, 1866; Cólera en La Laguna, 1849; Charla sobre vinos en el Arocena.

JULIO
ITESM ¿mera coincidencia?; Carro completo tricolor; A una semana del XII Seminario Iberoamericano; "Investigación sin ataduras"; Rueda de prensa; La "etiqueta" cotidiana torreonense; "La Rochelle" en La Laguna; Finaliza Seminario Internacional; 40 años desde el primer alunizaje; Un proyecto absurdo; La gangrena de las costumbres; Tercer informe del diputado Carlos Bracho; Familias Centenarias de Torreón: los Herrera Canales; Familias Centenarias de Torreón: los González Yescas; Familias Centenarias de Torreón: los Lerma Sosa; Sincretismo arquitectónico; Nuevo temporal sobre Torreón.

AGOSTO
Escepticismo; Familias Centenarias de Torreón: los Castañeda Porras; Lectio Brevis 2009-2010; El fenómeno ovni, los alcances de la percepción; La percepción colectiva del 6 de agosto de 1967; Un proyecto sin precedentes: Familias Centenarias de Torreón; Familias Centenarias de Torreón: los Arteaga Villalón; Crónica de un repudio anunciado; Torreonense de nacimiento; Novela sobre un brigadier insurgente; La Compañía Vinícola del Vergel; ¿Intérprete o propietario?; El primer bombardeo aéreo de Torreón: 16 de marzo de 1929; El segundo bombardeo aéreo de Torreón: 17 de marzo de 1929.

SEPTIEMBRE
Bombardeos de 1929: recuento de daños; Bombardeos de 1929: el epílogo; La "reliquia" en Matamoros, 1927; Influenza: ¿verdad o mito?; Los Flores de Valdés; La Avenida Agustín de Iturbide; Embellecimiento de la ciudad en 1928; Racismo de Estado en Torreón: las pruebas; Ciudadanos distinguidos del 2009; Un general "incómodo"; Vuelve la influenza A/H1N1; El avestruz y la influenza; La obesidad en México ¿problema espontáneo?; Refranes castellanos; 189 aniversario; Cien mil visitas.

OCTUBRE
"Apuntes sobre la educación..." en la Feria del Libro de Saltillo; Nueva bibliografía sobre la colonia china de Torreón; La Nación se lo demanda, señor ex presidente; 80 años del Teatro Martínez; Mes de La reforma; El "no lugar" del Cronista; Un año de "La Voz del Tiempo"; La mujer-caballo del Cañón del Huarache; Inéditas, las Crónicas Oficiales de 2007 y 2008; Renovación de ayuntamientos en Coahuila; Claro triunfo del Partido Revolucionario Institucional; Campañas amateurs; Lluvias causadas por "Rick"; Medidas preventivas en Estados Unidos; Plática en la librería Gandhi Torreón; Degustación en el Parque España.

NOVIEMBRE
Salvamento de chinos en 1911; Adiós al Estadio Corona; Visita del alcalde electo a la UIA-Torreón; El dengue y la influenza A/H1N1 en La Laguna; Monopolio del diagnóstico médico; Metástasis social; Júbilo y esperanza; Noche de fiesta; Locke y las revoluciones políticas; Festejos Revolucionarios en la UIA-Torreón; A 99 años del levantamiento; La Revolución Mexicana ¿anacrónica?; La diversidad lingüística en la prehistoria lagunera; La leyenda del perro fiel; Los "neocristianos" y el Escudo Nacional; Peregrinaciones 2009.

DICIEMBRE
Matachines, "tradición antiquísima"; Frío de cuerpo y alma; El cometa de 1607 y las epidemias en La Laguna; Cuarto y último informe municipal; El Instituto de Vacunación de Torreón; Los viejos agricultores del algodón; Militares Laguneros: Lorenzo de Almonte; Próxima, la transición política; 1612 y 1613 en la historia hidrológica lagunera; 93 aniversario de la Toma de Torreón en 1916; Tierra de oportunidades; Protesta formal y toma de posesión; Arrendamiento del Rancho del Torreón 1885-1886; Militares Laguneros: Juan Esteban Solís Portillo; Militares Laguneros: Manuel de Riaño Martínez; La percepción ciudadana.