Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

lunes, septiembre 28, 2015

Un año de preguntas sin respuestas




Se cumplió un año de los hechos de Ayotzinapa, y la nación sigue conmocionada por un caso de desaparición forzada que continúa sin resolver. Aunque desde las altas esferas del poder se decretó una “verdad histórica” sobre lo sucedido para tratar de poner punto final al asunto, la verdad es que esa “verdad histórica” no pasó la prueba científica de la evidencia, y acabó por derrumbarse. Desde el siglo XVII, Descartes dejó muy claro que la única prueba que vale es la evidencia. El papel desempeñado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como grupo de investigación independiente en torno al caso Ayotzinapa fue determinante.

La aparente actitud de negación y silencio de las autoridades acabó por exasperar a la ciudadanía. Con la nueva información obtenida por el GIEI, resultó evidente que no hay manera posible de deslindar al Estado (aún por omisión) de los hechos ocurridos en Ayotzinapa, que además no son hechos que ocurran solamente en Guerrero, sino en todo el país. De ahí la cantidad de actos, marchas y ayunos de protesta que tales desidias y silencios han suscitado en México y en el extranjero a lo largo de un año.

El pueblo mexicano está cansado de la inseguridad en que se vive y del clima de falta de garantías individuales. En esta movilización ciudadana a lo largo de un año —que es la decisión de no olvidar— es muy interesante el papel que han jugado las redes sociales como medios de comunicación no controlados por el gobierno. Los “voceros de la verdad” de los grandes consorcios televisivos mexicanos, antes incuestionables, ahora son vistos con desconfianza. La existencia del Internet, de los noticieros independientes y de las redes sociales ha permitido romper ese monopolio de la información oficialista “ex cátedra”, a la vez que la cuestiona y expone. A veces con consecuencias nefastas para los comunicadores, como es el caso de Aristegui y de otros periodistas menos afortunados.

Los Poderes de la Unión, ejecutivo, legislativo y judicial, y en general la clase política mexicana, requieren estar a la altura de la historia. Sus integrantes fueron elegidos para fungir como servidores públicos. Es tiempo de que desechen viejas inercias y se hagan responsables del efectivo cumplimiento de la ley y de la justicia. Es tiempo de acabar con las impunidades y con las alianzas con los poderes fácticos.

La represión del pueblo ciertamente no era ni es uno de los propósitos ni frutos de la Revolución Mexicana. Precisamente, ese movimiento histórico inició como una lucha contra la represión y los abusos de poder de Porfirio Díaz. El olvido de estos principios revolucionarios ha llevado a México a una situación económica más que angustiosa a causa del derroche, de los malos manejos, del encubrimiento, de la corrupción y del robo descarado. Vivimos tiempos que requieren cambios, si no queremos que la nación naufrague entre los escollos del estado fallido.




viernes, septiembre 18, 2015

Viva la "independencia" nacional




La celebración de las fiestas patrias, aunque siempre es entusiasta, deja mal sabor de boca. El motivo principal de la celebración es la “independencia” de México. Pero al hacer una revisión de la historia financiera del país, lo que viene a la mente es que sin independencia económica, no existe independencia política. 

La intervención francesa por la insolvencia del gobierno mexicano fue en su tiempo, un claro ejemplo de esta situación. La deuda externa de un país puede ser el grillete que lo ate en esclavitud a su amo, sea éste un gobierno extranjero o una institución de crédito de talla internacional. No es posible que un país como México, con deudas interna y externa verdaderamente estratosféricas, celebre su “independencia” como nación “soberana”.

Las reformas aprobadas por el congreso, muestran claramente cómo un país “comparte” sus recursos con otro, por causa de las quiebras causadas por la corrupción. Pemex debería ser la industria insignia mexicana, ejemplo y orgullo de empresa nacionalista. Debería ser una industria generadora de recursos para toda la ciudadanía. Pero pareciera que de verdad esos recursos los hubiera “escriturado el diablo” (como decía López Velarde) para meter “cizaña” entre los mexicanos: corrupción, dilapidación de recursos, impunidad, y finalmente, entreguismo al extranjero.

Si funcionara sin corruptelas ni impunidades, Petróleos Mexicanos podría generar los fondos para las cada vez menores pensiones de los jubilados y elevar el ingreso de las familias, y aún le sobrarían excedentes para crecer como empresa. 

Pero nos encontramos con realidades diferentes. El neoliberalismo extremo ha infectado desde el extranjero a nuestras instituciones. En la práctica, no solo Pemex, sino la nación entera funcionan bajo un esquema patrimonialista empresarial –nacional y extranjero- que para nada contempla a la ciudadanía como una comunidad beneficiaria de la riqueza del país. 

Es decir, pareciera que los gobiernos nacionales aceptan cada vez más la idea de que sólo hay gobernantes y gobernados; que los gobernantes son los “accionistas” de una empresa llamada “México” y los gobernados, simples “trabajadores” a sueldo, legalmente ajenos al capital y a los beneficios (excedentes) de la empresa. 

Y para volver al tema de las fiestas patrias, llama la atención la manera como nuestra bandera nacional ha sido sacralizada. Ha sido convertida en un objeto tan sagrado, que no puede ser lavado, ni remendado, sino destruido conforme a ciertas normas y rituales.

Sin embargo, debemos tomar consciencia de que la bandera mexicana es tan solo un símbolo que representa a todos los mexicanos, y no solamente al territorio nacional o al gobierno.


Sería muy deseable que el mismo respeto que se le profesa a la bandera nacional (porque en efecto es nuestro emblema patrio y lo merece) también se le profesara a la población que dicha bandera representa. El respeto a nuestra bandera debería ser también el respeto a todos los mexicanos por parte de las autoridades: el respeto al derecho de toda la población para gozar de la riqueza nacional, de una buena calidad de vida, de garantías relativas a la integridad física y jurídica -demostrar la culpabilidad y no la inocencia-, derecho a la salud gratuita en establecimientos dignos, derecho a un retiro oportuno y suficiente, derecho a contar con instituciones sanas, productivas y transparentes. Pero claro, es menos comprometedor rendir los honores a la bandera, que honrar a todo el pueblo mexicano. 

martes, septiembre 15, 2015

Ceremonia del "Grito"



En medio de un ambiente de alegría, la ciudadanía de Torreón se volcó a las calles para celebrar la fiesta del "Grito". Da gusto ver cómo la gente ha recuperado espacios años atrás desiertos a causa de la inseguridad. Hoy por la noche, los restaurantes y bares, desde la Plaza Mayor hasta la calle Comonfort, se encontraban repletos y muy animados. Mucha gente transitando en coche y a pie, para ir a cenar, a tomar una copa, un café, o bien, para ir a celebrar en la Plaza Mayor. Seguramente en otros lugares de la ciudad, particularmente sobre el boulevard Independencia, el ambiente era similar.

En esta dicha plaza, la ceremonia del "Grito" se llevó a cabo en punto de las diez de la noche, y fue seguida de la exhibición de fuegos de artificio, que duró entre 10 y 15 minutos.



Imágenes de la avenida Allende, y al fondo, la Plaza Mayor 
en plena ceremonia del "Grito"


Felicitaciones para nuestra población, que hoy cumple 108 años de haber sido erigida como ciudad, hecho que ocurrió durante el último lustro del Porfiriato, el 15 de septiembre de 1907. 

Ciudadanos Distinguidos en 2015



Como es costumbre, el H. Ayuntamiento de la ciudad de Torreón –que por cierto, hoy 15 de septiembre cumple 108 años como tal- condecoró como “Ciudadanos Distinguidos” a algunos individuos notables por sus especiales méritos filantrópicos, científicos, literarios y deportivos.

La ceremonia fue presidida por el alcalde de Torreón, Ing. Miguel Riquelme, y se llevó a cabo en el Museo Arocena.




Las preseas otorgadas fueron las siguientes:


La Paca de oro para Yolanda Jaramillo Rodríguez; la Medalla de Oro para Luis Rey Delgado; la Medalla Magdalena Mondragón para Gerardo Moscoso; el Trofeo Cristal para Katia Alvarado Guerrero; el Trofeo Cristal Capacidades Diferentes para Jesús Salvador Montoya Escalera; el Trofeo Oribe Peralta mérito olímpico, para Verónica Saucedo Miranda; el Trofeo Niños Héroes de Chapultepec para Alejandro Boheringer Ortiz; el Trofeo Niños Héroes de Chapultepec Capacidades Diferentes para Patricia Crispín García. Hubo un Reconocimiento Postmortem, para Ramón Sotomayor Woessner.

El Teatro Isauro Martínez



El teatro más representativo de la ciudad, lo es sin duda, el Teatro Martínez, el cual cumplió -el 7 de marzo de 2015- ochenta y cinco años de servicio a la comunidad lagunera como magnífico foro de arte, entretenimiento, y también como sitio de reuniones académicas, políticas y civiles. Sin duda su historia está llena de versatilidad en sus funciones. En la actualidad, la Plaza Mayor favorece su vista, para apreciar su estampa, arquitectura inconfundible y plena de identidad.

El recinto fue inaugurado en 1930, y su primera función teatral se efectuó la noche del 7 de marzo de ese año. Una nota periodística del 25 de febrero de 1930, nos describe la expectación que causaba la inauguración y apertura del teatro, a la vez que nos describe su programa inicial:

“Verdaderamente imponente y solemnísima será la velada inaugural del Teatro “Isauro Martínez”. A ella son invitados de honor el señor general Juan Andréu Almazán, Secretario de Comunicaciones; el C. Gobernador del Estado, señor Nazario S. Ortiz Garza; el C. Alberto Terrones Benítez, Gobernador del vecino Estado de Durango; las principales autoridades civiles y militares de la ciudad; todos los señores gerentes de las Casas Alquiladoras de Películas de México, así como todos los señores empresarios de espectáculos del país”.

“La función inicial del Nuevo Coliseo tendrá verificativo la noche del viernes 7 de marzo próximo, y será cubierta con un magnífico programa formado por atracciones de gran prestigio internacional, ex profesamente contratadas para tan excepcional festividad, que será marcada con letras de oro en la historia del teatro en Torreón”.
“QUIEN TE QUIERE A TI” preciosa y afiligranada comedia moderna, sorprendente y espléndida es la obra que llevará al palco escénico esa noche, la Gran Compañía de Comedias selectas del ilustre primer actor MANUEL TAMÉS, en donde figura la simpatiquísima MARUJA GRIFFEL. 

El gran Tamés logra hacer en esta obra su creación de creaciones, hábilmente secundado por la pléyade de artistas de verdad que le acompañan. ESPARZA OTEO, el popular compositor y GUTY CARDENAS, laureado cancionero yucateco, deleitarán al selectísimo auditorio de esa noche con sus últimos éxitos artístico-musicales, y la Orquesta Sinfónica de Torreón ejecutará maestramente estupendas selecciones, al principio e intermedios de la función”.

“A medida que transcurren los días, aumenta el entusiasmo entre todas las clases sociales, por asistir a la referida velada de inauguración; la verdad de esto queda reflejada en la relativa rapidez con que se están expendiendo los boletos de admisión para tan espectacular festividad. Diariamente y a toda hora, se ven grupos de personas adquiriendo sus localidades para esta función, en la taquilla del Teatro Princesa”.

  
Fay Wray


El cine sonoro resultaba ser una gran atracción. Para el año nuevo, el 1 de enero, de 1931 la cartelera del Teatro Martínez incluia una película sonora, “Las cuatro plumas” (“The four feathers” título original) descrito como “ultramaravilloso espectáculo sonoro con música y sonidos admirabilísimos” con la “suprema actuación de los famosos artistas Richard Arlen y Fay Wray, secundados por lo más selecto de cinelandia. Romance. Tragedia. Emoción. Arte”. 


Richard Arlen

Esta era una novela escrita por A.E.W. Mason, adaptada por Hope Loring y protagonizada por Richard Arlen, Fay Wray y Clive Brooke. Esta película de Paramount fue estrenada en junio de 1929 en Estados Unidos.

lunes, septiembre 07, 2015

Nuestro Himno Nacional



Francisco González Bocanegra


Durante el año de 1853, siendo presidente Antonio López de Santa Anna, y para mayor seña, el 12 de noviembre, el gobierno mexicano convocó a un concurso para premiar el mejor trabajo que pudiera hacer las funciones de “Himno a la Patria”.  A juicio del jurado, el ganador fue el potosino Francisco González Bocanegra. Su “Himno”, de diez estrofas, fue declarado el ganador del certamen en el Diario Oficial de la Federación, el 3 de febrero de 1854.

Ese Himno, al que ahora conocemos como “Himno Nacional Mexicano” es muy interesante, porque manifiesta claramente el sentir de la época sobre los héroes que nos dieron Patria. Muchos protagonistas e innumerables testigos de la gesta libertaria, aún vivían. Y el himno de González Bocanegra fue aclamado por los mexicanos por patriótico y veraz.

Sin embargo, habrá que preguntarse por qué el Himno Nacional Mexicano, compuesto durante la ya mencionada era de Santa Anna, quien fuera enemigo jurado y traidor a Iturbide, menciona precisamente a Iturbide como libertador en su estrofa VII y elogia el Plan de Iguala en la IX, y no dedica una sola palabra a Hidalgo o a Morelos, a Javier Mina ni a Vicente Guerrero. Y cito: 

Estrofa VII "Si a la lid contra hueste enemiga, nos convoca la trompa guerrera, de Iturbide la sacra bandera, mexicanos, valientes seguid. Y a los fieles bridones les sirvan las vencidas enseñas de alfombra; los laureles del triunfo den sombra a la frente del Bravo Adalid".

Estrofa IX “Y el que al golpe de ardiente metralla de la Patria en las aras sucumba, obtendrá en recompensa una tumba donde brille de gloria la luz: y de Iguala la enseña querida a su espada sangrienta enlazada de laurel inmortal coronada formará de su fosa la cruz”.

Estas “omisiones” muestran que en los primeros tiempos de la República, nadie le disputaba a Iturbide el honor de ser el Libertador de México. Iturbide era percibido como el iniciador y consumador de la Independencia Mexicana en base al Plan de Iguala (24 de febrero de 1821), los Tratados de Córdoba (24 agosto de 1821), la entrada triunfal a la ciudad de México, por fin independiente (27 de septiembre de 1821) y la redacción del Acta de Independencia del Imperio Mexicano (28 de septiembre de 1821).  

Además, a Iturbide se le percibía como un Defensor de la Fe que separó políticamente a México. Y lo hizo para no tener que obedecer los decretos de una España que, desde 1820, se tornó furiosamente jacobina y anticlerical, y que preparaba la legislación para que en Nueva España se desmantelara el poder del clero y los fueros del ejército. Evidentemente ni el clero novohispano, riquísimo y poderoso, ni los grupos de poder, iban a obedecer sumisamente estos decretos.

Este cronista no es en lo absoluto un clerical, y cree firmemente en la primacía del Estado sobre las iglesias. Sin embargo, como historiador imparcial hay que reconocer que fue el clero quien alentó la independencia política de México como medio para mantener su poder y sus privilegios. Por esta razón, el Acta de Independencia de México es un documento poco difundido. “Dice demasiado” por quienes lo firman.


Los otros héroes posteriormente conocidos como forjadores de la independencia, adquirieron relevancia cuando Vicente Riva Palacio, nieto de Vicente Guerrero, escribió la versión oficial y liberal, de la historia Patria, en la cual su abuelo era el heredero directo de una estafeta imaginaria que comenzaba con Hidalgo.