Los Iturbide Huarte. El matrimonio formado
por don Agustín de Iturbide y Aramburu y doña Ana María Huarte Muñiz, tuvo una
vasta progenie que se distinguió en el servicio de la Patria Mexicana, lo mismo
en el campo de las armas que en el de la política o la diplomacia. Por tratarse
de información poco conocida, y por estar tan cerca el mes de las fiestas de la
independencia nacional, considero relevante publicar estos apuntes, que están
muy lejos de mostrar la vasta realidad de esta interesante familia. Las fuentes
utilizadas consisten en diversos documentos, y como Cronista, conservo copia de
los mismos para certificar su procedencia. Agradezco a los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días su gentileza al permitirme el acceso a sus archivos.
Pero examinemos primero los datos personales de don Agustín de Iturbide y Aramburu,
libertador de México bajo los esquemas el Plan de Iguala y el Tratado de
Córdoba, de 24 de febrero y 24 de agosto de 1821, respectivamente, consumados
con la solemne entrada a la ciudad de México, el 27 de septiembre de ese año.
Su partida de bautismo, que se encuentra en el sagrario de la catedral de
Morelia, dice a la letra, con la grafía actual:
“Agustín Cosme Damián. En la ciudad de Valladolid [Morelia], en primero de
octubre de mil setecientos ochenta y tres, el Sr. Dr. D. José de Arregui,
canónigo de esta santa iglesia catedral, con mi licencia exorcizó solemnemente,
puso óleo, bautizó y puso crisma a un infante español que nació el día veinte y
siete del próximo pasado septiembre, al cual puso por nombre Agustín Cosme
Damián, hijo legítimo de D. José Joaquín de Iturbide y de Da. María Josefa de Aramburu.
Abuelos paternos: D. José de Iturbide y Da. María Josefa de Arregui; maternos,
D. Sebastián de Aramburu y Da. María Nicolasa Carrillo. Fue su padrino el
reverendísimo padre ministro Fray Lucas Centeno, prior provincial de la
Provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán, a quien amonestó su
obligación, y para que conste, lo firmé. José Peredo. José de Arregui”.
En la Nueva España de la época, y en las partidas parroquiales, se
calificaba como “español” a cualquier individuo de raza blanca, aunque su
familia llevara 200 años de antigüedad en el país. Cuando se quería anotar que
era peninsular de nacimiento, se le llamaba “originario de los Reinos de
Castilla”.
Así que Agustín de Iturbide era lo que llamaríamos actualmente, un
“criollo”, palabra que no se usaba en los registros parroquiales.
Los linajes Iturbide y Arregui procedían de Peralta, en Navarra. Por otra
parte, el abuelo materno de Agustín, Sebastián de Aramburu, nació en el Valle
de Oyarzun, en Guipúzcoa. Era vecino de Pátzcuaro y viudo de Antonia de
Zuloaga, hasta que casó con la abuela de Agustín, Nicolasa Carrillo y Figueroa,
originaria y vecina de Acámbaro, e hija de Joaquín Carrillo y Figueroa y de
María Villaseñor Cervantes y Villegas, estos últimos originarios de
Maravatío.
Como podemos ver, Agustín de Iturbide y Aramburu era un hijo de la Nueva España,
particularmente de Michoacán.
El joven Agustín de Iturbide casó con otra criolla, Ana María Huarte. Su
partida de matrimonio, ubicada en el Sagrario de Morelia (fragmento) aporta
información adicional:
“Casamiento y velación de D. Agustín Iturbide y Aramburu = con Da. Ana
María Huarte. En la ciudad de Valladolid [Morelia] en veinte y siete de febrero
de mil ochocientos cinco años, previas todas las diligencias conciliares…por
licencia concedida por el señor provisor y presentada al señor cura de esta
santa iglesia catedral, en casa particular casó por palabras de presente que
hicieron legítimo y verdadero matrimonio a D. José Agustín Iturbide y Aramburu,
originario y vecino de esta ciudad, alférez de las Milicias Provinciales de
ella, de veinte y un años de edad, hijo legítimo de D. José Joaquín de Iturbide
y de Da. Josefa Aramburu = con Da. Ana María Huarte, española de este mismo
origen y vecindad, de diez y nueve años de edad, hija legítima del regidor
alcalde provincial D. Isidro Huarte y de Da. Ana Manuela Muñiz, difunta, y al
siguiente día los veló según orden de nuestra santa madre iglesia, en el
oratorio de la casa de su morada, siendo testigos con calidad de padrinos el
licenciado D. Isidro Huarte, y Da. Nicolasa Iturbide, el señor Intendente
Corregidor de esta Provincia, D. Felipe Díaz de Ortega, el regidor D. Isidro
Huarte, y D. Domingo Malo, alférez del regimiento de infantería, como consta
por la certificación…”
El primogénito de la que llegó a ser la pareja imperial, Agustín Gerónimo
José de Iturbide y Huarte fue bautizado el 30 de septiembre de 1807 en el
Sagrario Metropolitano de la ciudad de México.
Cuando su padre fue proclamado Agustín I, Emperador Constitucional de
México, el joven de 16 años se convirtió en Príncipe Imperial de México. Tras
la caída de la monarquía, vivió en Estados Unidos y se dedicó a la diplomacia.
Don Agustín Gerónimo murió en diciembre de 1866, apenas a dos semanas de haber
regresado de un viaje por Europa. El deceso ocurrió en el Clarendon Hotel de
Nueva York, y la causa fue una complicación renal del llamado “Mal de Bright”.
No tuvo descendencia.
Ángel de Iturbide y Huarte, el segundo hijo varón de Agustín de Iturbide y
Ana María Huarte, fue bautizado con los nombres de “Ángel María José Ygnacio
Francisco Xavier” en 1816, en Querétaro. Recibió una esmerada educación en la
Universidad de Georgetown, en Washington. En 1854 fue nombrado Secretario de la
Legación Mexicana en los Estados Unidos. Se casó con la señorita Alice Green,
bella jovencita originaria del Distrito de Columbia, hija de un capitán del
ejército estadounidense del mismo apellido. Alice tenía fama de ser una de las
grandes bellezas de los salones de sociedad estadounidense durante la Guerra
Civil Estadounidense. De este matrimonio nació Agustín de Iturbide y Green,
nieto por línea de varón del primer emperador mexicano. Don Ángel de Iturbide
murió el 18 de julio de 1872.
Salvador María de Iturbide y Huarte fue el tercer hijo varón de la pareja
imperial, y fue bautizado el 17 de julio de 1820 en la ciudad de México.
Felipe de Iturbide Huarte fue el cuarto hijo varón del Emperador Agustín I.
De él no tengo información disponible.
Agustín Cosme de Iturbide y Huarte, el quinto y menor de los hijos varones
de la pareja imperial, ingresó al ejército mexicano, donde ostentó el grado de
Teniente Coronel. Durante la guerra de los Estados Unidos contra México,
Agustín estuvo presente en las batallas de Monterrey, Buenavista, Cerro Gordo,
y las que se libraron en los alrededores de la ciudad de México. Acompañó a
Santa Ana a Puebla, desde donde fue enviado con despachos tan solo para caer
prisionero de los rangers del Capitán Walkers en Huamantla, Tlaxcala, en 1847.
En 1854 fue nombrado Ayuda de Campo de Santa Ana. Nunca se casó.
En 1865, la segunda pareja imperial de México, Maximiliano I de Habsburgo y
su esposa Carlota Amalia de Sajonia-Coburgo, en vista de que no podía tener
descendencia propia, adoptó al pequeño Agustín de Iturbide y Green (nacido
hacia 1862) como heredero de todos sus bienes y como sucesor en el trono de
México. A la vez, se le otorgó el título de “Príncipe de Iturbide” con el
tratamiento de “Alteza”. Estos decretos entraron en vigor al ser publicados en
el “Diario del Imperio”, el periódico oficial de Maximiliano, el 16 de
septiembre de 1865. En dichos decretos se menciona también al joven Salvador de
Iturbide Marzán, como sujeto de los mismos privilegios que Agustín, su primo.
Previamente, en el castillo de Chapultepec, con fecha del 9 de septiembre de
1865, Maximiliano y los jefes de la familia Iturbide habían firmado un tratado
de ocho puntos relativos a la adopción, honores y pensiones de los miembros de
la familia. Por el Emperador firmó su Secretario de Relaciones Exteriores y
encargado de la Secretaría de Estado, don José J. Ramírez. Por los Iturbide
firmaron Agustín Gerónimo, Ángel, José y Alice Green de Iturbide.
Cuando Carlota Amalia zarpó rumbo a Europa para buscar apoyo político para
Maximiliano, se llevó consigo al pequeño Iturbide. En La Habana, primera escala
del viaje, lo recuperó su madre, la señora Green de Iturbide, y lo llevó a
Washington, donde residió una buena parte de su vida..
En junio de 1867, poco antes de la caída de Querétaro, algunos diarios
norteamericanos dieron a conocer la existencia de la carta de abdicación de
Maximiliano en favor del infante Agustín de Iturbide y Green. Decían que,
cuando a Márquez no le quedó duda alguna de la traición de López en favor de
los republicanos, para entregarles Querétaro, procedió de inmediato a la
apertura de algunos documentos que le había entregado Maximiliano en persona.
Entre ellos encontró la ya mencionada abdicación del Emperador, firmada de su
puño y letra. Una vez enterado del contenido del documento, Márquez procedió a
proclamar a don Agustín de Iturbide y Green como Emperador de México y sucesor
de Maximiliano, bajo la regencia de la Emperatriz Carlota. La autenticidad de
la carta de abdicación nunca fue impugnada.
En enero de 1877, según una reseña de la época escrita en Nueva Orleans, el
príncipe Agustín de Iturbide y Green, título por el cual se le conocía desde su
adopción por Maximiliano, se encontraba entre los pasajeros del vapor
“Jamaica”, con destino a Liverpool, en Inglaterra. El objeto del viaje era el
de convertirse en alumno de la Academia Militar Woolwich. Se le consideraba un
joven brillante e inteligente, de unos quince años de edad, y hablaba el inglés
con buen acento. Había estudiado en las escuelas públicas de Washington y en la
Universidad de Georgetown, el Alma Mater de su padre. Su discurso de graduación
llamó la atención por haberlo escrito sobre el tema “Democracia”, sistema
político al que se mostró muy favorable, y por ser, a la vez, heredero de dos
emperadores.
En 1888, el príncipe Agustín de Iturbide causó conmoción al aceptar una
comisión de manos del presidente Porfirio Díaz y portar el uniforme de teniente
del ejército mexicano. El todavía influyente Partido Monárquico Mexicano juzgó
de suma importancia el hecho, cuya relevancia radicaba en el acercamiento que
se daba entre monárquicos y republicanos. Hemos visto ya que el príncipe
Iturbide había estudiado en la Academia Militar de México, en Chapultepec, así
como en los Estados Unidos y en Europa. Por orden directa del presidente Díaz,
Iturbide fue destinado al famoso Séptimo Regimiento, comandado por un oficial
que fue coronel del Regimiento de la Emperatriz durante el reinado de
Maximiliano.
A pesar de los buenos augurios políticos, el joven Iturbide expresó en
público algunas críticas contra el gobierno de Díaz, razón por la cual se le
siguió consejo de guerra y prisión. Sus amigos de Washington comentaban que la
crítica era tan solo la de un impetuoso y joven ciudadano a su presidente.
No obstante lo anterior, el príncipe Iturbide fue condenado a un año de
reclusión bajo el cargo de falta de respeto al régimen de Díaz. Su madre, la
señora Alice Green, lo estuvo visitando y apoyando en prisión, hasta que ella
contrajo una enfermedad que le costó la vida en enero de 1892.
El 5 de julio de 1915, el príncipe Iturbide contrajo nupcias con la
señorita Mary Louise Kearney, hija del General Brigadier James E. Kearney.
Ofició el reverendo J. M. Cooper, de la iglesia católica de San Mateo de
Washington.