Con motivo de la aparente falta de discernimiento que agobia a los más altos miembros del gobierno estadounidense sobre la naturaleza de la tortura, y su infantil pregunta de si hay torturas buenas y malas, un ex instructor de la marina estadounidense declaró a secas, que la discutida tortura del ahogamiento paulatino por agua (waterboarding) es tortura, sin que haya más que averiguar o discutir.
El artículo de Josh White, aparecido en el Washington Post de fecha de hoy mismo, cita las palabras de Malcolm Wrightson Nance, quien es un especialista en contraterrorismo, y quien fungió como instructor en la Escuela Naval de Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape, en California. Este ex instructor le dijo ayer a los miembros del Congreso de los Estados Unidos que tan controvertida práctica debe ser considerada, simple y llanamente, tortura. Agregó que tal método nunca formó parte de los métodos de interrogatorio de los estadounidenses, porque se le considera una reliquia de los gobiernos abusivos totalitarios.
El artículo de Josh White, aparecido en el Washington Post de fecha de hoy mismo, cita las palabras de Malcolm Wrightson Nance, quien es un especialista en contraterrorismo, y quien fungió como instructor en la Escuela Naval de Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape, en California. Este ex instructor le dijo ayer a los miembros del Congreso de los Estados Unidos que tan controvertida práctica debe ser considerada, simple y llanamente, tortura. Agregó que tal método nunca formó parte de los métodos de interrogatorio de los estadounidenses, porque se le considera una reliquia de los gobiernos abusivos totalitarios.
Como es ampliamente sabido, el gobierno de Bush hijo no se ha caracterizado por el respeto a los derechos humanos, y muchos estadounidenses se preguntan por qué su presidente ha tolerado prácticas de tortura que llevaron a los nazis de la Segunda Guerra Mundial a los tribunales de Nuremberg y a la horca.
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