El famoso “Torreoncito” que se ubicaba en la Hacienda del Mismo nombre y que dio nombre a nuestra ciudad, todavía existe en el área más céntrica y antigua de la población, el barrio de “La Alianza”, a dos cuadras al poniente del Santuario de Guadalupe.
De hecho, no es el primer torreón que se levantó a mediados del siglo XIX, sino el segundo, y data de la época de la caída del Segundo Imperio Mexicano. El Torreón se encontraba en una de las esquinas del casco de la hacienda.
En la actualidad, la sección superviviente del edificio original, tan emblemático para nuestra población, está convertido en museo, y depende de la Dirección Municipal de Cultura de Torreón.
De hecho, no es el primer torreón que se levantó a mediados del siglo XIX, sino el segundo, y data de la época de la caída del Segundo Imperio Mexicano. El Torreón se encontraba en una de las esquinas del casco de la hacienda.
En la actualidad, la sección superviviente del edificio original, tan emblemático para nuestra población, está convertido en museo, y depende de la Dirección Municipal de Cultura de Torreón.
En su interior hay una pequeña exposición fotográfica, y exactamente en lo que es el centro del torreoncito se encuentra la tumba de Leonardo Zuloaga y de su esposa, la parrense Luisa Ibarra Goríbar, quienes compraron la Hacienda de San Lorenzo de La Laguna en 1848, en la cual crearon el Rancho del Torreón hacia 1850.
En el mismo museo se exhiben algunos restos de loza doméstica encontrados en el interior del Canal de La Perla, un canal de riego que fue embovedado cuando la ciudad crecía tan rápido que literalmente las construcciones urbanas hubieron de pasar sobre él.
En el mismo museo se exhiben algunos restos de loza doméstica encontrados en el interior del Canal de La Perla, un canal de riego que fue embovedado cuando la ciudad crecía tan rápido que literalmente las construcciones urbanas hubieron de pasar sobre él.
Me llamó la atención de manera particular un plato del cual solo se recuperó la mitad, y en el cual los antropólogos pudieron identificar las palabras “Ironstone J & G Me...” “Hnl...” “Engla...” asignándole como período de fabricación el de 1851-1890. El medio plato muestra un sello de fábrica del cual solamente puede verse la mitad.
Para ahondar el conocimiento de los curiosos como yo, mencionaré que el medio sello de fábrica que está visible, corresponde en realidad a los fabricantes de la loza tipo “granito blanco” o “Ironstone”, los ingleses James & George Meakin. El sello con el que distinguían las piezas de su fábrica consistía en un escudo heráldico sostenido por el león y el unicornio de Inglaterra, superado por la corona inglesa de San Esteban. Arriba decía “Ironstone China”, y abajo, “J & G Meakin” “Hanley” “England”.
James y George Meakin fueron manufactureros de vajillas para uso doméstico en Hanley, Stoke-on-Trent (Staffordshire, Inglaterra). En 1851 sucedieron a su padre, James Meakin, también ceramista.
En el siglo XIX, su firma era bien conocida por su “loza granito blanco” (“Ironstone” sin decorar) que imitaban la porcelana francesa de la época. Sus manufacturas se exportaban principalmente a los Estados Unidos.
Un detalle importante en este caso que tratamos, es que James & George Meakin incorporaron la palabra "England" al sello de su loza hasta después de 1890. Por lo tanto, el medio plato recuperado en el Canal de la Perla es de una fecha que oscila entre 1890 y 1907, ya que durante ese período la fábrica J & G Meakin usó en su loza el sello que he mencionado y que ilustro. Este dato es muy significativo, porque entonces el plato recuperado se manufacturó entre 1890 y 1907, período durante el cual nuestra población pasó de Congregación a Villa, y luego a Ciudad.
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