No deja de ser tan gratificante como revelador que en esta columna virtual se haya señalado hace un año (el martes 19 de junio de 2007) lo que ayer lunes 19 de mayo de 2008 se discutía en el “Coloquio Nacional de los Museos” (Museo Franz Mayer, ciudad de México). En él se ha puesto de relieve la importancia del museo como agente de cambio social.
Sin gastar un centavo de origen público ni privado, municipal, estatal ni federal, y sin tener que ir a ningún otro lugar (como si en La Laguna no hubiera gente capaz), en esta columna mostramos entonces que el museo es un lugar desde donde se perpetúa o se impulsa una visión de la realidad, para bien o para mal.
Mencionábamos el 19 de junio de 2007 que los museos pueden perpetuar discursos sociales e ideologías, visiones racistas, elitistas y malinchistas. Pueden ser agentes del pasado, o agentes de cambio hacia el futuro. Como doctor en Historia, como comunicólogo y como asesor museográfico, me consta que, en cierto sentido, un museo es solamente un medio de comunicación al servicio de un discurso social, económico y/o político. Es el museo el que debe manejar al discurso, y no a la inversa. El museo no es un fin en sí mismo, es tan solo un medio. Con los museos podemos educar para crear un mundo mejor, o con los museos podemos perpetuar las ataduras del pasado.
Para quienes se interesan en leer el artículo del 19 de junio de 2007, ir a
http://cronicadetorreon.blogspot.com/2007/06/el-museo-como-deformador-de-la-realidad.html
Sin gastar un centavo de origen público ni privado, municipal, estatal ni federal, y sin tener que ir a ningún otro lugar (como si en La Laguna no hubiera gente capaz), en esta columna mostramos entonces que el museo es un lugar desde donde se perpetúa o se impulsa una visión de la realidad, para bien o para mal.
Mencionábamos el 19 de junio de 2007 que los museos pueden perpetuar discursos sociales e ideologías, visiones racistas, elitistas y malinchistas. Pueden ser agentes del pasado, o agentes de cambio hacia el futuro. Como doctor en Historia, como comunicólogo y como asesor museográfico, me consta que, en cierto sentido, un museo es solamente un medio de comunicación al servicio de un discurso social, económico y/o político. Es el museo el que debe manejar al discurso, y no a la inversa. El museo no es un fin en sí mismo, es tan solo un medio. Con los museos podemos educar para crear un mundo mejor, o con los museos podemos perpetuar las ataduras del pasado.
Para quienes se interesan en leer el artículo del 19 de junio de 2007, ir a
http://cronicadetorreon.blogspot.com/2007/06/el-museo-como-deformador-de-la-realidad.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario