A finales del año 1883, apenas a 15 días del paso del Ferrocarril Central Mexicano, un peluquero nacido en Mapimí y residente de Villa Lerdo, Durango, fue a establecerse en lo que dio en llamarse Estación Lerdo, un lugar completamente deshabitado.
El objeto del cambio de residencia era el de aprovechar la demanda de alimentos que los viajeros querían satisfacer entre dicha estación y Villa Lerdo. Para ello, el peluquero y pequeño comerciante construyó algunas chozas de madera de mezquite para resguardarse de los elementos.
Este emprendedor duranguense se llamaba Epigmenio Rodallegas. Le fue tan bien con su agreste restaurant, que a principios de 1894 ya había construido una finca en toda forma, la primera que se levantó en lo que ahora es la ciudad de Gómez Palacio, Durango, y que Epigmenio destinó a hotel, billar y cantina. Este mismo edificio, a principios del siglo XX, se llamaba el “Gran Hotel Unión” del señor Vicente Reynoso.
Junto al hotel, el señor Rodallegas continuó con las tareas de construcción, y levantó un edificio que llamó “La India”, tienda de abarrotes, que puso a cargo de su padre, Jesús Rodallegas. Epigmenio continuó con su manía de construir, al punto que muchos comerciantes de Lerdo, al ver que le iba muy bien, decidieron emigrar a la Estación Lerdo y construir ahí sus negocios.
El objeto del cambio de residencia era el de aprovechar la demanda de alimentos que los viajeros querían satisfacer entre dicha estación y Villa Lerdo. Para ello, el peluquero y pequeño comerciante construyó algunas chozas de madera de mezquite para resguardarse de los elementos.
Este emprendedor duranguense se llamaba Epigmenio Rodallegas. Le fue tan bien con su agreste restaurant, que a principios de 1894 ya había construido una finca en toda forma, la primera que se levantó en lo que ahora es la ciudad de Gómez Palacio, Durango, y que Epigmenio destinó a hotel, billar y cantina. Este mismo edificio, a principios del siglo XX, se llamaba el “Gran Hotel Unión” del señor Vicente Reynoso.
Junto al hotel, el señor Rodallegas continuó con las tareas de construcción, y levantó un edificio que llamó “La India”, tienda de abarrotes, que puso a cargo de su padre, Jesús Rodallegas. Epigmenio continuó con su manía de construir, al punto que muchos comerciantes de Lerdo, al ver que le iba muy bien, decidieron emigrar a la Estación Lerdo y construir ahí sus negocios.
Santiago Lavín, al ver el éxito del espontáneo fenómeno de colonización, comisionó al señor Epigmenio Rodallegas para que determinara la traza de una nueva población, a la que Lavín decidió llamar “Gómez Palacio” en honor de su amigo, Francisco Gómez Palacio. Epigmenio Rodallegas murió el 10 de septiembre de 1909 en Douglas, en los Estados Unidos.
Fuente: “El Eco de La Comarca” Semanario Independiente, Gómez Palacio, Dgo. 29 de noviembre de 1909.
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