Por lectura o por referencias, todos hemos sabido que existe cierta relación entre el espíritu del protestantismo y la búsqueda del éxito económico. Este es un tema que aborda Max Weber en “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. Pero cuando Weber escribía sus textos, de hecho tenía en mente la doctrina de ciertas ramas del protestantismo, como son aquellas que profesan la fe Calvinista.
¿Esta mentalidad de bendición y éxito económico como algo deseable en la vida cotidiana, se encuentra solo en el Calvinismo? La verdad es que no. La encontramos en muchas otras de las ramas del protestantismo histórico, el que tuvo su principio con Lutero. De hecho, Martín era un monje agustino, católico alemán, que, influenciado por las circunstancias de su tiempo y lugar de origen, realizó una nueva lectura sobre el mensaje de los evangelios. Como maestro de Sagradas Escrituras, sabía bien que en el Antiguo Testamento, la riqueza era interpretada como una bendición de Dios, y la pobreza, como una maldición.
En Europa, muchos comerciantes y pequeños empresarios anhelaban una fe más acorde con su forma de vida, una fe que les diera la honorabilidad que el clero medieval no les había proporcionado. Por esta y por otras razones que sería largo explicar aquí, esta idea trascendió Alemania y pasó a las iglesias o denominaciones de Francia, Holanda, Suecia, Inglaterra y Escocia y de los Estados Unidos que a la fecha consideran la Biblia como fuente única de revelación, entre ellas las de inspiración calvinista.
Parece haber una correlación positiva en el hecho de que los Estados Unidos y algunos países del norte de Europa cuenten a la vez con mayoría protestante y con mayor calidad de vida. A finales del siglo XIX o principios del XX, algunos de los habitantes de estos países vinieron a poblar Torreón, y trajeron consigo la expectativa de éxito económico propia de sus credos religiosos. Esta gente creía en el trabajo duro y en el éxito en esta vida. Muchos de ellos se encuentran entre los ilustres forjadores de nuestra ciudad.
Apellidos laguneros de procedencia alemana como Achilles, Aschenbach, Aulenbacher, Billerbeck, Blobaum, Brasch, Bunsen, Christ, Dinkel, Dumke, Feige, Garbrecht, Grave, Groth, Hamm, Hansen, Hedderich, Hichsches, Hoser, Hubner, Kempke, Kientzle, Kinkel, Klostermann, Kuster, Ladwig, Luetke, Menzel, Meyer, Muller, Oelmeyer, Priesemuth, Ramm, Reichle, Reuter, Richter, Rickmann, Riemer, Riess, Ruesch, Schaab, Schereiner, Spar, Spengler, Ude, Wick, Wigand, Witt, Woerner son de origen luterano o protestante.
Entre los apellidos laguneros de procedencia estadounidense y origen luterano o protestante se cuentan, entre otros, los siguientes: Allen, Amos, Arkeketo, Attuell, Avery, Banks, Bell, Bennett, Bird, Blaner, Bledsoe, Boren, Boyle, Bragg, Brewer, Butt, Buttler, Calvin, Carahan, Carrie, Carson, Caudell, Clark, Clarke, Clary, Cope, Crane, Crawford, Creelie, Champney, Dickenson, Dodson, Downs, Duckett, Eager, Evans, Ferguson, Filimore, Fischer, Flynn, Follet, Franke, Giese, Godlieb, Golson, Goodman, Gorham, Graham, Graves, Greenwalt, Hadfield, Halbert, Hancock, Harper, Heirs, Holbrook, Hughes, Hunt, Huthsteiner, Jackson, Jockel, Kalisch, Karnes, Kirklin, Kruger, Lane, Lee, Lewis, Litchfield, Mapp, Marrs, Martin, Mattox, Mc Elvenny, Midgett, Milton, Miller, Milling, Moulton, Mugge, Nelson, Owen, Owens, Parker, Pederson, Pester, Quinn, Reese, Roberts, Rountree, Rowe, Ruffin, Rufus, Schlatterer, Smith, Soper, Sorke, Stewart, Stubblefield, True, Tucher, Ulmer, Vester, Volkhausen, Walker, Watts, Webb, Welmaker, Wesley, Wilson, Williams, Wise, Yeandle, Young.
En vista de la gran cantidad de familias de procedencia extranjera que profesaban la fe cristiana en alguna de las iglesias protestantes, sería oportuno considerar que la mentalidad, la actitud que estas personas tenían hacia el trabajo duro y hacia la creación de la riqueza no era un factor meramente étnico o racial, sino eminentemente cultural. No hemos estudiado el gran impacto que los protestantes pudieron haber tenido en el desarrollo económico de Torreón y de La Laguna.
¿Esta mentalidad de bendición y éxito económico como algo deseable en la vida cotidiana, se encuentra solo en el Calvinismo? La verdad es que no. La encontramos en muchas otras de las ramas del protestantismo histórico, el que tuvo su principio con Lutero. De hecho, Martín era un monje agustino, católico alemán, que, influenciado por las circunstancias de su tiempo y lugar de origen, realizó una nueva lectura sobre el mensaje de los evangelios. Como maestro de Sagradas Escrituras, sabía bien que en el Antiguo Testamento, la riqueza era interpretada como una bendición de Dios, y la pobreza, como una maldición.
En Europa, muchos comerciantes y pequeños empresarios anhelaban una fe más acorde con su forma de vida, una fe que les diera la honorabilidad que el clero medieval no les había proporcionado. Por esta y por otras razones que sería largo explicar aquí, esta idea trascendió Alemania y pasó a las iglesias o denominaciones de Francia, Holanda, Suecia, Inglaterra y Escocia y de los Estados Unidos que a la fecha consideran la Biblia como fuente única de revelación, entre ellas las de inspiración calvinista.
Parece haber una correlación positiva en el hecho de que los Estados Unidos y algunos países del norte de Europa cuenten a la vez con mayoría protestante y con mayor calidad de vida. A finales del siglo XIX o principios del XX, algunos de los habitantes de estos países vinieron a poblar Torreón, y trajeron consigo la expectativa de éxito económico propia de sus credos religiosos. Esta gente creía en el trabajo duro y en el éxito en esta vida. Muchos de ellos se encuentran entre los ilustres forjadores de nuestra ciudad.
Apellidos laguneros de procedencia alemana como Achilles, Aschenbach, Aulenbacher, Billerbeck, Blobaum, Brasch, Bunsen, Christ, Dinkel, Dumke, Feige, Garbrecht, Grave, Groth, Hamm, Hansen, Hedderich, Hichsches, Hoser, Hubner, Kempke, Kientzle, Kinkel, Klostermann, Kuster, Ladwig, Luetke, Menzel, Meyer, Muller, Oelmeyer, Priesemuth, Ramm, Reichle, Reuter, Richter, Rickmann, Riemer, Riess, Ruesch, Schaab, Schereiner, Spar, Spengler, Ude, Wick, Wigand, Witt, Woerner son de origen luterano o protestante.
Entre los apellidos laguneros de procedencia estadounidense y origen luterano o protestante se cuentan, entre otros, los siguientes: Allen, Amos, Arkeketo, Attuell, Avery, Banks, Bell, Bennett, Bird, Blaner, Bledsoe, Boren, Boyle, Bragg, Brewer, Butt, Buttler, Calvin, Carahan, Carrie, Carson, Caudell, Clark, Clarke, Clary, Cope, Crane, Crawford, Creelie, Champney, Dickenson, Dodson, Downs, Duckett, Eager, Evans, Ferguson, Filimore, Fischer, Flynn, Follet, Franke, Giese, Godlieb, Golson, Goodman, Gorham, Graham, Graves, Greenwalt, Hadfield, Halbert, Hancock, Harper, Heirs, Holbrook, Hughes, Hunt, Huthsteiner, Jackson, Jockel, Kalisch, Karnes, Kirklin, Kruger, Lane, Lee, Lewis, Litchfield, Mapp, Marrs, Martin, Mattox, Mc Elvenny, Midgett, Milton, Miller, Milling, Moulton, Mugge, Nelson, Owen, Owens, Parker, Pederson, Pester, Quinn, Reese, Roberts, Rountree, Rowe, Ruffin, Rufus, Schlatterer, Smith, Soper, Sorke, Stewart, Stubblefield, True, Tucher, Ulmer, Vester, Volkhausen, Walker, Watts, Webb, Welmaker, Wesley, Wilson, Williams, Wise, Yeandle, Young.
En vista de la gran cantidad de familias de procedencia extranjera que profesaban la fe cristiana en alguna de las iglesias protestantes, sería oportuno considerar que la mentalidad, la actitud que estas personas tenían hacia el trabajo duro y hacia la creación de la riqueza no era un factor meramente étnico o racial, sino eminentemente cultural. No hemos estudiado el gran impacto que los protestantes pudieron haber tenido en el desarrollo económico de Torreón y de La Laguna.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario