Hotel de D. Carlos González. Fotografía en el Archivo Municipal de Torreón
En 1905, dos años antes de ser erigida como ciudad, Torreón bullía por la fiebre de construcciones de edificios dignos, no de una villa como era entonces, sino más bien de una gran ciudad. Por la apariencia de la urbe, los mismos corresponsales de los diarios de México olvidaban que nuestra población era, legalmente, una villa.
El corresponsal de “La Patria, Diario de México” cuyo director era don Ireneo Paz, abuelo de Octavio, publicó en la edición del sábado 5 de diciembre de 1905, la siguiente nota:
“Antes de un mes, a más tardar, darán principio, en Torreón, los trabajos de construcción del moderno edificio destinado para mercado de la población, y el cual quedará instalado en el espacio comprendido en el cruzamiento de las avenidas Hidalgo y Juárez, con las calles de Acuña y de Falcón (sic por “Blanco”).
Al efecto, han comenzado a ser quitadas de dicho sitio las insalubres barracas en que estaba establecido el llamado “mercadito””.
Ese mismo año, en el apunte del 23 de noviembre, el corresponsal de “La Patria” alababa la dinámica de construcción en que se encontraba sumergida nuestra entonces villa. Decía así:
“Va prosperando grandemente esa ciudad (sic) por la construcción de hermosos edificios en las principales avenidas. Citaremos algunos. En la Avenida Hidalgo se ha terminado el palacio de D. Carlos González, destinado a Hotel, y cuyo gasto ha subido a la cantidad de doscientos mil pesos.
En la Avenida del Ferrocarril el Dr. Dutel está terminando otro Hotel, y su valor se eleva a ciento cincuenta mil pesos.
Frente a la estación, el señor Wolf está construyendo un hermoso y elegante Hotel para su residencia.
La Colonia China ha comprado terreno junto a la Plaza, para elevar un edificio, en cuya construcción empleará cien mil pesos.
El señor ingeniero Andrés Farías ha terminado su hermoso chalet.
Finalmente, se están demoliendo antiguos edificios para construir, en el terreno que ocupan, modernos edificios”.
El corresponsal de “La Patria, Diario de México” cuyo director era don Ireneo Paz, abuelo de Octavio, publicó en la edición del sábado 5 de diciembre de 1905, la siguiente nota:
“Antes de un mes, a más tardar, darán principio, en Torreón, los trabajos de construcción del moderno edificio destinado para mercado de la población, y el cual quedará instalado en el espacio comprendido en el cruzamiento de las avenidas Hidalgo y Juárez, con las calles de Acuña y de Falcón (sic por “Blanco”).
Al efecto, han comenzado a ser quitadas de dicho sitio las insalubres barracas en que estaba establecido el llamado “mercadito””.
Ese mismo año, en el apunte del 23 de noviembre, el corresponsal de “La Patria” alababa la dinámica de construcción en que se encontraba sumergida nuestra entonces villa. Decía así:
“Va prosperando grandemente esa ciudad (sic) por la construcción de hermosos edificios en las principales avenidas. Citaremos algunos. En la Avenida Hidalgo se ha terminado el palacio de D. Carlos González, destinado a Hotel, y cuyo gasto ha subido a la cantidad de doscientos mil pesos.
En la Avenida del Ferrocarril el Dr. Dutel está terminando otro Hotel, y su valor se eleva a ciento cincuenta mil pesos.
Frente a la estación, el señor Wolf está construyendo un hermoso y elegante Hotel para su residencia.
La Colonia China ha comprado terreno junto a la Plaza, para elevar un edificio, en cuya construcción empleará cien mil pesos.
El señor ingeniero Andrés Farías ha terminado su hermoso chalet.
Finalmente, se están demoliendo antiguos edificios para construir, en el terreno que ocupan, modernos edificios”.
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