Una de las características de Torreón es que, a diferencia de Saltillo, el poder ha estado más en manos de la iniciativa privada que en manos de las instituciones gubernamentales. Torreón siempre ha sido una ciudad empresarial antes que una ciudad de carácter administrativo.
Prueba de ello, es la cantidad de cosas que la iniciativa privada de Torreón ha emprendido, cosas que en otras ciudades estarían a cargo de la administración pública.
El periódico sinaloense “El Demócrata”, en su edición del jueves 9 de agosto de 1906, p. 2, nos da un ejemplo de cómo comenzaron las prácticas de asfaltado de las calles en la villa del Torreón.
“Un grupo de conocidos comerciantes de Torreón ha tomado a su cargo la tarea de acabar con el molesto y perjudicial polvo de las calles, que a más de ser bastante desagradable, sobre todo en el verano, produce frecuentes enfermedades de las vías respiratorias, según lo tiene comprobado el Consejo de Salubridad de la misma población. Desde hace mucho tiempo que allá se han venido preocupando en este asunto, pero hasta ahora no se había logrado acertar con el procedimiento eficaz para corregir el mal, a pesar de los frecuentes barridos y regados de las calles.
Prueba de ello, es la cantidad de cosas que la iniciativa privada de Torreón ha emprendido, cosas que en otras ciudades estarían a cargo de la administración pública.
El periódico sinaloense “El Demócrata”, en su edición del jueves 9 de agosto de 1906, p. 2, nos da un ejemplo de cómo comenzaron las prácticas de asfaltado de las calles en la villa del Torreón.
“Un grupo de conocidos comerciantes de Torreón ha tomado a su cargo la tarea de acabar con el molesto y perjudicial polvo de las calles, que a más de ser bastante desagradable, sobre todo en el verano, produce frecuentes enfermedades de las vías respiratorias, según lo tiene comprobado el Consejo de Salubridad de la misma población. Desde hace mucho tiempo que allá se han venido preocupando en este asunto, pero hasta ahora no se había logrado acertar con el procedimiento eficaz para corregir el mal, a pesar de los frecuentes barridos y regados de las calles.
En vista de esto, el grupo de comerciantes de que hemos hablado y que ha tomado la iniciativa de este asunto, va a apelar como un último recurso al método empleado con muy buenos resultados en varias poblaciones de los Estados Unidos, y que consiste en regar las calles con petróleo”.
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