En días pasados hemos sido testigos de una confrontación entre el Municipio de Torreón y el Gobierno del Estado de Coahuila.
El Municipio de Torreón presentó una controversia constitucional ante la Suprema Corte contra la Secretaría de Desarrollo Regional, porque, según se dice, ésta no ha informado —a satisfacción del Municipio— sobre ciertas obras de beneficio común.
De acuerdo con algunos medios informativos, el día de ayer el Gobernador del Coahuila y el Alcalde de Torreón, aprovechando la visita del presidente Felipe Calderón, se pusieron a dialogar con el fin de resolver lo que parece ser una de las mayores fricciones entre el gobierno estatal y el municipal en mucho tiempo.
Para el ciudadano promedio, es muy difícil de entender lo que sucede en los ámbitos político y administrativo, y porqué sucede. Pero, sin duda alguna, lo que sí le resulta muy evidente son todas las molestias que ocasionan las obras públicas que se eternizan a medio construir, sea el distribuidor vial o el nudo mixteco. Y alguien perderá popularidad a causa de ello.
Por el bienestar de la ciudadanía, es muy conveniente que nuestro gobernador y nuestro alcalde lleguen al consenso y al acuerdo en un clima de cordialidad sincera. Estamos seguros de que así sucederá, y el torreonense promedio quedará agradecido.
El Municipio de Torreón presentó una controversia constitucional ante la Suprema Corte contra la Secretaría de Desarrollo Regional, porque, según se dice, ésta no ha informado —a satisfacción del Municipio— sobre ciertas obras de beneficio común.
De acuerdo con algunos medios informativos, el día de ayer el Gobernador del Coahuila y el Alcalde de Torreón, aprovechando la visita del presidente Felipe Calderón, se pusieron a dialogar con el fin de resolver lo que parece ser una de las mayores fricciones entre el gobierno estatal y el municipal en mucho tiempo.
Para el ciudadano promedio, es muy difícil de entender lo que sucede en los ámbitos político y administrativo, y porqué sucede. Pero, sin duda alguna, lo que sí le resulta muy evidente son todas las molestias que ocasionan las obras públicas que se eternizan a medio construir, sea el distribuidor vial o el nudo mixteco. Y alguien perderá popularidad a causa de ello.
Por el bienestar de la ciudadanía, es muy conveniente que nuestro gobernador y nuestro alcalde lleguen al consenso y al acuerdo en un clima de cordialidad sincera. Estamos seguros de que así sucederá, y el torreonense promedio quedará agradecido.
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