Anoche,
los laguneros se volcaron de nuevo a las calles, haciendo sonar el claxon de sus
vehículos. El Santos Laguna, escuadra deportiva de la cual se afirma que “más
que un equipo, es una familia” obtuvo un brillante y merecido triunfo sobre los
Rayados de Monterrey. Se trataba de la gran final del futbol mexicano de
primera división, y en reñido juego, los guerreros del Santos liquidaron a los
rayados del Monterrey por tres goles a dos, en marcador global. A pesar de ser
ya tarde por la noche, la población se volcó a las principales avenidas de la
ciudad, o bien, a lugares significativos de las colonias, para expresar su
júbilo. Cantos, bailes, tamboras, conjuntos musicales, había de todo.
El lector
no lagunero pudiera pensar que este es un fenómeno puramente torreonense. Pero
no, en lo absoluto. Como le explicaba ayer al señor David Faitelson, en
entrevista televisada por ESPN, La Laguna agrupa 15 municipios, 5 en Coahuila y
10 en Durango. Y el Santos es un equipo Lagunero, con su sede en Torreón. Y no
queda ahí; Santos tiene seguidores en Coahuila, en otros estados de la Federación
Mexicana, e incluso en el extranjero. En Los Ángeles, en California (un simple
ejemplo) hay una extensa comunidad santista, que sigue paso a paso a su equipo
favorito.
Anoche,
los guerreros del Santos se cobraron viejas victorias de Vucetich contra la
escuadra local, como cuando dirigió los equipos Tecos de la UAG 1993-1994;
Monterrey 2010; y Monterrey nuevamente en la Concachampions. Tras 12 victorias
consecutivas de Vucetich en finales, anoche perdió por primera vez. El TSM se
convirtió en el Waterloo de tan brillante estratega deportivo.
Un rasgo
interesante de nuestro equipo local, es la capacidad que tiene para generar
lazos identitarios y sentimientos de pertenencia entre la población. En La Laguna, el equipo del Santos somos todos. Y es que
las viejas lagunas que nos daban gentilicio (laguneros) ya hace tiempo que
desaparecieron, ya no son visibles. El lagunero ya no las percibe como características
de su región. En cambio, tiene a la vista un equipo vigoroso, originario y
representativo de nuestra Comarca. Un equipo de guerreros que compagina bien con
la idea de una ciudad de “grandes esfuerzos”. Un equipo deportivo, una familia de la cual todos queremos ser parte.
Los
guerreros del Santos jugaron anoche con tal determinación, que dejaron en claro
el por qué se les considera como uno de los mejores equipos de México. El
equipo jugó con el corazón, y el corazón de los comarcanos estuvo puesto en ese
juego tan crucial. Felicitaciones a Oribe Peralta, al Hachita Ludueña, a
Osvaldo Sánchez, verdaderos artífices de la victoria. Felicidades a la afición
lagunera, porque tenemos equipo para muchas más y mayores hazañas.