Culpa sin culpables

Leí ayer que, de acuerdo a un informe de Banamex, nueve de cada diez pesos aportados durante el último año por los trabajadores del sector privado a las administradoras de fondos para el retiro, (Afores), se perdieron a raíz de la reciente crisis económica internacional.

Sin embargo, hay algunos detalles que no me quedaron claros. La pérdida reportada ¿corresponde a las aportaciones de los trabajadores durante este último año?, o se trata de la totalidad de los fondos administrados por las Afores durante este último año?. La diferencia en la respuesta puede ser enorme. Si solo se trataba de las aportaciones del último año, hay un gran daño en contra de los ahorradores, pero no se compara con el que resultaría de haber invertido la totalidad de los fondos de retiro de los trabajadores durante el último año. En el primer caso, el ahorrador perdió, cuando mucho, las ganancias de un año. En el segundo, habría perdido el 90% de sus aportaciones totales. Las instituciones que manejan estos fondos deben dar a conocer la situación real, con toda transparencia.

Sin embargo, una cosa queda clara: una buena parte de los mencionados fondos de retiro se invierten en instrumentos de renta variable, las cuales están sujetas a la especulación y a los vaivenes del mercado nacional o internacional. Administrando de esta manera las aportaciones para el retiro, puede haber ganancias enormes (reportadas o no) pero también puede haber grandes pérdidas. ¿Por qué los fondos del retiro, que son sagrados, son invertidos en esta clase de instrumentos?

Pareciera que los mexicanos no tenemos memoria política. Durante el régimen del presidente López Portillo, los fondos de pensiones del Seguro Social se utilizaban, con grande “alegría”, en hacer y sostener teatros, en otorgar préstamos “de regalo” a la “hermana república de Nicaragua”. No mucha gente recordará el apoyo petrolero de México a dicho país, y cómo fue afectada nuestra flota mercante. Sin embargo, a la vuelta de los años (2004) los fondos de pensiones del Seguro Social parecieron haber sufrido, inexplicablemente, una enorme reducción. Sin embargo, no hubo culpables, ni delitos, ni negligencia ni corrupción que perseguir.

En otras palabras, parece que los fondos de retiro o de pensiones han resultado un gran negocio, aunque no precisamente para quienes se retiran ni para quienes se pensionan. ¿No debieran nuestras autoridades proteger el fruto del trabajo de años de los ciudadanos, de los especuladores, sean personas físicas o morales? Un buen indicio, una señal de buena voluntad consistiría en la toma de medidas para garantizar los fondos de retiro. Y si hay delito que perseguir por lo que ya se perdió, que sean llamados a comparecer los culpables.