sábado, octubre 20, 2007

Justa perspectiva política

Por lo que se puede ver, las relaciones entre el Gobierno del Estado de Coahuila y el Gobierno Municipal de Torreón cruzan por un momento delicado. Es bien sabido que en durante el pasado informe de gobierno del primer mandatario coahuilense, hubo serias y poco fundamentadas acusaciones contra ciertos políticos panistas.

Dar un paso tan delicado sin el debido fundamento, resulta ser una situación que indica el grado de preocupación que con que el Partido Revolucionario Institucional contempla el futuro de Coahuila.

Coahuila ha sido un tradicional bastión del partido tricolor, y con sobrada razón. En Coahuila nació la Revolución Maderista y la Carrancista. Saltillo es una ciudad que está íntimamente ligada a la vieja estructura política del PRI. La asunción de un gobernador panista sería una verdadera catástrofe para la capital del Estado. En este sentido, Saltillo es una comunidad de vocación administrativa más que empresarial, y sumamente conservadora, por su propia seguridad.

Por lo tanto, el conflicto entre los gobiernos estatal y municipal de Torreón no debe ser entendido como un pleito de carácter personal, sino como una lucha por el futuro político de la entidad. Se trata de generar campañas de propaganda y descrédito. En años recientes, el panismo ganó mucho terreno en Coahuila, mientras el priísmo lo perdía en todo el país. No podemos dudar de que los políticos del revolucionario institucional ven con alarma y marcado nerviosismo como ha ascendido la estrella de Guillermo Anaya, ex-alcalde de Torreón y compadre del Presidente de la República.

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