Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

miércoles, septiembre 26, 2012

El Himno Nacional, un testimonio interesante





Durante el año de 1853, siendo presidente don Antonio López de Santa Anna, y para mayor seña, el 12 de noviembre, el gobierno mexicano convocó a un concurso para premiar el mejor trabajo que pudiera hacer las funciones de “Himno a la Patria”.  A juicio del jurado, el ganador fue el potosino Francisco González Bocanegra. Su “Himno”, de diez estrofas, fue declarado el ganador del certamen en el Diario Oficial de la Federación, el 3 de febrero de 1854.

Ese Himno, al que ahora conocemos como “Himno Nacional Mexicano” es muy interesante, porque manifiesta claramente el sentir de la época sobre los héroes que nos dieron Patria. Muchos protagonistas e innumerables testigos de la gesta libertaria, aún vivían. Y el himno de González Bocanegra fue aclamado por los mexicanos por patriótico y veraz.

Sin embargo, habrá que preguntarse por qué el Himno Nacional Mexicano, compuesto durante la ya mencionada era de Santa Anna, quien fuera enemigo jurado y traidor a Iturbide, menciona precisamente a Iturbide como libertador en su estrofa VII y elogia el Plan de Iguala en la IX, y no dedica una sola palabra a Hidalgo o a Morelos, a Javier Mina ni a Vicente Guerrero. Y cito:

Estrofa VII "Si a la lid contra hueste enemiga, nos convoca la trompa guerrera, de Iturbide la sacra bandera, mexicanos, valientes seguid. Y a los fieles bridones les sirvan las vencidas enseñas de alfombra; los laureles del triunfo den sombra a la frente del Bravo Adalid".

Estrofa IX “Y el que al golpe de ardiente metralla de la Patria en las aras sucumba, obtendrá en recompensa una tumba donde brille de gloria la luz: y de Iguala la enseña querida a su espada sangrienta enlazada de laurel inmortal coronada formará de su fosa la cruz”.

Estas “omisiones” muestran que en los primeros tiempos de la República, nadie le disputaba a Iturbide el honor de ser el Libertador de México. Hidalgo y Morelos seguían siendo recordados como curas de pueblo, rebeldes y bandoleros, promotores de muertes absurdas y de lo que parecía ser una guerra de limpieza étnica (Basta con leer el texto de la excomunión de Abad y Queipo y su comparación con la guerra de independencia de Haití).

Iturbide, en cambio, era percibido como el iniciador y consumador de la Independencia Mexicana en base al Plan de Iguala (24 de febrero de 1821), los Tratados de Córdoba (24 agosto de 1821), la entrada triunfal a la ciudad de México, por fin independiente (27 de septiembre de 1821) y la redacción del Acta de Independencia del Imperio Mexicano (28 de septiembre de 1821). 

Además, a Iturbide se le percibía como un Defensor de la Fe que separó políticamente a México. Y lo hizo para no tener que obedecer los decretos de una España que, desde 1820, se tornó furiosamente jacobina y anticlerical, y que preparaba la legislación para que en Nueva España se desmantelara el poder del clero y los fueros del ejército. Evidentemente ni el clero novohispano, riquísimo y poderoso, ni los grupos de poder, iban a obedecer sumisamente estos decretos. 

Fue entonces que el clero alentó la independencia política de México como medio para mantener su poder y sus privilegios. Mientras que en las monedas de los reyes de Europa se leía “Dei Gratia” (Por la Gracia de Dios), en las de Iturbide, ya asunto al trono imperial, se leía “Dei Providentia” o sea, “por la Providencia de Dios”. Iturbide fue considerado por el pueblo como el “mesías” enviado por Dios para salvar la religión católica en México. 

Toda esta visión la plasmaba el Himno Nacional Mexicano, antes de que le quitaran estrofas “políticamente incómodas”. Era muy cuesta arriba para los posteriores gobiernos republicanos, liberales y masónicos de la época de Juárez, reconocer que la fundación del Estado Mexicano, cualquiera que fuera la forma que asumiera, monarquía o república, había sido fundado con la bendición directa y patrocinio del clero novohispano, conservador y monárquico. Por esta razón, el Acta de Independencia de México es un documento poco difundido. Dice “demasiado”.

Hidalgo, Morelos, Allende, Mina, Guerreo y los otros héroes posteriormente conocidos como forjadores de la independencia, adquirieron relevancia cuando Vicente Riva Palacio, nieto de Vicente Guerrero, escribió la versión oficial y liberal, de la historia Patria, en la cual su abuelo era el heredero directo de una estafeta imaginaria que comenzaba con Hidalgo.

Este Cronista no es un clerical. Tampoco milita en partido político alguno. Es un simple académico, un investigador que busca y difunde la verdad de los hechos. No tiene compromisos ni banderas ideológicas. Para él, los documentos son los únicos garantes de la verdad.

lunes, septiembre 24, 2012

Los colores de la Patria

Bandera de la Nación Mexicana con los colores de las Tres Garantías 



No deja de ser algo notable que el primero y el último de los movimientos mexicanos por la independencia, tuvieran su origen en situaciones de carácter internacional.

El primero, el de 1808, se originó en la invasión y ocupación de España por los franceses. Algunos regidores del ayuntamiento de la ciudad de México, como Francisco Primo Verdad Ramos y Juan Francisco de Azcárate, aprovecharon el momento para proponer la independencia de la Nueva España. Los reyes Carlos IV y Fernando VII se habían entregado mansamente a Napoleón Bonaparte, y habían puesto a sus pies la corona española.

Los mencionados regidores de la ciudad de México, que eran criollos, consideraban que en esas circunstancias, Nueva España debería separarse de la madre patria. Por supuesto, los españoles peninsulares abortaron este plan y asesinaron a Francisco Primo Verdad mediante un pretendido suicidio. Así, tristemente, acabó este primer movimiento independentista ( o autonomista) de 1808.

Doce años después, se presentó una nueva coyuntura política internacional: en 1820, el coronel Rafael del Riego, de ideología liberal, dio un golpe de estado en España, y obligó al rey Fernando VII a jurar de nuevo la Constitución de Cádiz, que era liberal. En virtud de lo establecido por esta constitución, se eligieron diputados liberales a las Cortes (las cámaras legislativas) y comenzaron a dictar leyes que amenazaban seriamente, no solamente los intereses del clero novohispano, sino su misma existencia. La aristocracia novohispana y buena parte del ejército consideraron que, dadas las circunstancias de La Península y al ver en peligro sus intereses, había llegado el momento de separarse políticamente de España.

Este último movimiento de independencia, apoyado por obvias razones por el clero institucional y las altas esferas de poder novohispano, como lo han indicado Lucas Alamán y Francisco de Paula Arrangoiz, entre muchos otros historiadores, tuvo su comienzo y fin en 1821. Su promotor visible fue don Agustín de Iturbide,  por medio del Plan de Iguala, proclamado el 24 de febrero de 1821. Este plan fue ratificado mediante los Tratados de Córdoba, el 24 de agosto de 1821 por el mismo Iturbide y el último virrey capitán general de Nueva España, don Juan de O´Donojú. 

El plan surgido en Iguala, obedecía a las necesidades del momento, y no tenía vínculos históricos con los anteriores movimientos de Hidalgo, ni Morelos. Al igual que el de 1808, este plan se originó también en las circunstancias internacionales prevalecientes en sus respectivos años.

El Plan de Iguala le garantizaba a los novohispanos tres cosas. Nótese bien que si se usaba el término “garantía”, es porque se consideraba que había cosas que estaban amenazadas, en peligro. ¿Cuáles eran estas cosas amenazadas? En primer lugar, el Plan de Iguala garantizaba el libre ejercicio de la religión católica (color blanco). Se consideraba que los españoles habían sucumbido a la locura napoleónica, que iban a destruir al catolicismo y al clero para adorar a la “diosa razón”.

Para poder cumplir la primera garantía, se requería necesariamente de la independencia política de España. Había que garantizar esta separación para anular las amenazas de la nueva legislación española, pues Nueva España ya no estaría más bajo el dominio de La Península ni tendría por qué obedecer sus nuevas leyes (verde).

Para evitar cualquier desorden social en Nueva España al proclamar su independencia, se garantizaba que todos sus habitantes serían iguales ante la ley, sin esclavitud, ni distinción racial. Todos tendrían los mismos derechos, indios, negros, españoles o criollos, y se respetarían las propiedades de todos (color rojo).

Así, con este Plan de Iguala del 24 de febrero de 1821, su bandera verde, blanca y roja, y el reconocimiento de O´Donojú, Iturbide y los firmantes del Acta de Independencia, se convirtieron en los fundadores del Estado Mexicano. Desde 1821, México es una nación libre. Los colores del Plan de Iguala se convirtieron en nuestra enseña nacional. 

Agustín de Iturbide

El 27 de septiembre de 1821, el Ejército de las Tres Garantías entró triunfante y aclamado a la ciudad de México. Al día siguiente, el 28 de septiembre, se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. No existe otra acta de independencia de la Nación Mexicana, y ésta es la única a la que se le reconoce eficacia y validez internacional. Esta independencia trigarante fue la que, finalmente, tuvo que reconocer España. En otras palabras, México comenzó a existir como nación soberana hace 191 años, que se cumplirán este jueves 27 de septiembre. 

Entre los signatarios del Acta, se encuentran nombres muy prominentes del ejército regular, de la nobleza mexicana y del clero. Me llaman la atención los de Juan Francisco de Azcárate, que participó en el movimiento de independencia mexicana de 1808; Anastasio Bustamante, quien fuera otro miembro del ejército regular, y a quien Iturbide designó Capitán General de las Provincias Internas (Los estados norteños, entre ellos Coahuila). Bustamante luego fungió como Presidente de la República en varias ocasiones, y el de José María de Echeverz y Valdivieso, quinto heredero del lagunero título de marqués de Aguayo.

Se transcribe a continuación el texto del Acta (sin las firmas)


“Acta de independencia del Imperio. La nación Mexicana, que por trescientos años ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido = Los heroicos esfuerzos de sus hijos han sido coronados y está consumada la empresa eternamente memorable, que un genio superior a toda admiración, elogio, amor y gloria de su patria, principió en Iguala, promovió y llevó al cavo arrollando obstáculos casi insuperables Restituida pues esta parte del septentrión al ejercicio de cuantos derechos le concedió el Autor de la Naturaleza, y reconocen por inenajenables y sagrados las naciones cultas de la tierra, en libertad de constituirse del modo que más convenga a su felicidad y con representantes que puedan manifestar su voluntad y sus designios, comienza a hacer uso de tan preciosos dones y declara solemnemente por medio de la Junta Suprema del Imperio que es nación soberana, independiente de la antigua España con quien en lo sucesivo no mantendrá otra unión que la de una amistad estrecha en los términos que prescribieren los tratados; que entablará relaciones amistosas con las demás potencias ejecutando respecto de ellas cuantos actos pueden y están en posesión de ejecutar las otras Naciones soberanas; que va a constituirse con arreglo a las leyes que en el Plan de Iguala y Tratado de Córdova estableció sabiamente el Primer Jefe del Ejército Imperial de las tres garantías; y en fin, que sostendrá en todo trance y con el sacrificio de los haberes y vidas de sus individuos, si fuere necesario, esta solemne declaración hecha en la Capital del Imperio a 28 de septiembre de 1821, primero de la Independencia Mexicana".


Este Cronista sabe muy bien que esta versión de la historia de la Independencia de México es muy poco conocida, y quizá aún menos popular. Ciertamente no corresponde con la versión que ofrece la Historia Oficial. Sin embargo, se encuentra perfectamente sustentada con documentos. 

México es uno de esos países donde la historia se ideologiza y hasta se cambia de manera radical: héroes y traidores, buenos y malos, blanco y negro. Los héroes históricos, como Hidalgo, Morelos, Guerrero, Iturbide, sin la menor duda todos ellos grandes hombres en sus propias circunstancias, no son estudiados en sus contextos vitales. Antes bien, son presentados como banderas de movimientos o ideologías antagónicas que surgieron posteriormente. 

Era obvio que el Estado Liberal y Republicano, jamás reconocería que el origen de la Nación Mexicana Independiente se debía a un movimiento patrocinado y bendecido por el clero conservador y monárquico. Así que Hidalgo y Morelos fueron convertidos en banderas de los liberales, mientras que Iturbide, sin duda alguna el principal fundador del Estado Mexicano y de su división en tres poderes, se convirtió en bandera de monárquicos y sinarquistas.

En los Estados Unidos, los héroes militares yanquis y confederados tienen sus respectivos monumentos. Lucharon entre sí por diferentes proyectos de nación, y sin embargo, se les reconocen sus méritos a todos. ¿Será tan difícil de aceptar nuestra propia historia, libre de ideología política?

domingo, septiembre 16, 2012

Altitud relativa del asta de la Plaza Mayor



La bandera de la Plaza Mayor, ondea a plena asta en su primer 16 de septiembre. Nótese su tamaño en relación al Teatro Martínez, el cual se encuentra unos 100 metros más cercano a la cámara fotográfica, y que por lo tanto, daría la impresión de relativa mayor altitud. Sin embargo, no es así. El asta es mucho más alta que el teatro. 



Oribe Peralta, Ciudadano Distinguido de Torreón



Oribe Peralta recibe el "Trofeo de Cristal" anexo al nombramiento de Ciudadano Distinguido



Oribe Peralta otorga su nombre a una nueva presea al mérito deportivo

El día de ayer, 15 de septiembre, el Museo Arocena de Torreón fue constituido como recinto oficial con el objeto de celebrar la sesión solemne de cabildo, en la cual se entregaron los nombramientos de "Ciudadano Distinguido" a diversos individuos. Entre ellos, fue condecorado un personaje del deporte muy querido en la Comarca Lagunera, el torreonense Oribe Peralta, jugador que resultó clave para la obtención de la medalla olímpica de oro de la selección mexicana de fútbol en los juegos de Londres 2012. 

No solamente se le entregó el "Trofeo de Cristal" al mejor deportista torreonense del año, sino que también se le entregó un reconocimiento especial por la creación de una nueva medalla al mérito deportivo que será denominada "Oribe Peralta". En el evento estuvieron presentes las familias de los galardonados, y  entre diversas personalidades, el alcalde de Torreón y el Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdés. 




Por la noche, como es costumbre, muchos laguneros se reunieron en lo que fue el primer "Grito" celebrado en la recién inaugurada Plaza Mayor de Torreón. Y aunque caía una ligera llovizna, el ánimo de la gente estaba muy alto. Como dicta el protocolo, el alcalde vitoreó a los héroes que nos dieron patria. Los fuegos de artificio fueron numerosos y muy lucidos. Al terminar el espectáculo de pólvora y luz, la fiesta continuó con el popular grupo musical "Banda del Recodo", para alegría de quienes se encontraban ahí. La plaza mayor, por sus dimensiones y características, servirá para ofrecer recitales, conciertos, representaciones teatrales, entre otros eventos de carácter cívico, cultural y de entretenimiento. 

Nota: Las imágenes son cortesía del diario El Siglo de Torreón










sábado, septiembre 15, 2012

Fue inaugurada la Plaza Mayor de Torreón



El alcalde Eduardo Olmos Castro en el discurso de inauguración














Hoy por la mañana, 15 de septiembre de 2012, amaneció como una típica mañana torreonense del mes patrio. Tras días de lluvia, el cielo estaba muy nublado, el ambiente muy limpio, y el suelo mojado. Se respiraba un aire delicioso, carente por completo del molesto y cotidiano polvo.

Torreón estaba de fiesta desde temprano, no solamente por conmemorarse hoy el 202 aniversario del “Grito de Dolores”, y también el 105 aniversario de la elevación al rango de ciudad de nuestra población, sino porque a las 8 horas se inauguraría la recién construida Plaza Mayor de la ciudad.

Este Cronista recibió en días previos, la invitación para estar presente en esa ceremonia de solemne inauguración. Y en efecto, a las ocho de la mañana de este día nublado y ligeramente lluvioso, se encontraba ya presente en la Plaza Mayor una multitud de ciudadanos interesados en presenciar el evento.

Se encontraban instalados una serie de pabellones para protección de la lluvia, en caso de que arreciara, y no solamente para la sección de invitados especiales, entre los que me encontraba en mi calidad y funciones de Cronista Oficial y Notario Histórico, sino también para el público que acompañaba la ceremonia. Estaban presentes distinguidas personalidades del mundo empresarial, político, militar, académico y cultural.

A las ocho de la mañana y diez minutos comenzó el maestro de ceremonias su alocución, dando la bienvenida al publico asistente, así como noticias del significado del evento.

Posteriormente, tocó su turno al alcalde de la ciudad de Torreón, el Lic. Eduardo Olmos Castro, hablar sobre el significado que la Plaza Mayor tiene para su gestión como alcalde, para la necesidad de mejoras urbanísticas y espacios públicos de grandes dimensiones, y para la vida social de Torreón.

En seguida, el Gobernador del Estado de Coahuila, Rubén Moreira Valdés, felicitó al alcalde Olmos Castro y comunicó su satisfacción por el hecho de que Torreón cuente con esta nueva gran plaza, haciendo votos por un mejor futuro para los mexicanos, los torreonenses y los laguneros.

Acto seguido, una fila de 22 soldados llevaron en hombros la enorme bandera nacional que había de ser izada, por vez primera, en la Plaza Mayor. Se trata de una bandera de aproximadamente treinta metros de largo, para la enorme asta de más de 60 metros de altura, que se encuentra situada en el medio de la nueva plaza, casi sobre la avenida Matamoros. El Alcalde Olmos y el Gobernador Moreira activaron el mecanismo que elevó y puso a ondear este enorme lábaro patrio.

Finalmente, la plaza fue recorrida por cuerpos militares en desfile, el primero de este tipo, los cuales contaron con la ovación unánime de la concurrencia.  
     

domingo, septiembre 09, 2012

Anécdotas del "Hotel Francia" de Torreón

Fachada del Hotel Francia de Torreón


Hoy mencionaremos algunas de las anécdotas relacionadas con uno de los antiguos hoteles torreonenses, el Hotel Francia, que se encontraba situado frente a la vieja estación de ferrocarril, en la avenida Ramos Arizpe. 

Torreón había sido, desde 1888, una población “de paso” y de trasbordo ferroviario, por lo cual, era importante contar con esta clase de servicios de hospedaje. En 1907, la flamante ciudad contaba con los hoteles Salvador, París, Torreón, Hotel de las Estaciones, Hotel Internacional, Hotel Francia (de Julio Doucet), Iberia, El Modelo, Del Mónico, Carlos Sternau, Universal, y el Plaza. Para mediados de los novecientos veintes, la alegre época del Charlestón y de las “pelonas”, permanecían en Torreón varios establecimientos dedicados a la hotelería, como lo eran  el Hotel Española, Hotel Iberia, Hotel Salvador, Hotel San Carlos, el Hotel Barcelona y el ya mencionado Hotel Francia. 

Muchas anécdotas podrían contarse sobre los personajes que pernoctaron en el Hotel Francia, tenido por uno de los más cosmopolitas de la Comarca Lagunera. Quizá uno de esos personajes relevantes haya sido el señor Jorge Martínez Morton, socio del señor Hipólito Villa en negocios petroleros. Resulta que estas personas tenían un proyecto de inversión para la explotación de los yacimientos del oro negro en Coahuila y Nuevo León. El 18 de mayo de 1922, reporteros locales tuvieron la oportunidad de entrevistar al señor Martínez Morton, precisamente en la habitación que ocupaba en el Hotel Francia. 

Este señor mostró a los reporteros locales, un minucioso informe realizado por dos geólogos de la prestigiosa compañía petrolera  Royal Dutch Shell Co. Dicho informe se refería a los estudios geológicos que en esos años realizaban los científicos en el norte de México. Esos estudios mostraban que en los estados de Tamaulipas, Nuevo león y Coahuila existe un riquísimo yacimiento petrolífero, que es como la continuación del de Texas. Según dicho estudio, la faja petrolera que entra a nuestro país por Del Río, Texas, es la “Faja Balcones” siendo del tipo de formación llamada por los peritos “Pensilvania” y Cretácico Bajo. Esta faja pasa de Texas a Coahuila, y de aquí, a Nuevo León y Tamaulipas. Esta “Faja Balcones” va en la dirección siguiente: entra por Del Río y sigue hacia Cuatro Ciénegas; Paredón, Sabinas Hidalgo, Linares y Tampico, para perderse en puntos intermedios y aparecer más delante. Se considera que el petróleo se encuentra a entre una profundidad de 2 mil 500 pies (unos 800 metros) hasta mil pies (unos 300 metros). De acuerdo al mismo estudio, una de las bifurcaciones de la “Faja Balcones” parte de Zaragoza hacia Sierra Mojada, bajando después y viniendo con dirección a La laguna, cruzando el Bolsón de Mapimí. 

El señor Martínez Morton manifestó también que integró una sociedad con el señor Hipólito Villa, para explotar diversas zonas petroleras en los estados de Coahuila, Nuevo León, Veracruz y Tabasco, para lo cual se formó una compañía con capital netamente mexicano, ascendiendo este a un millón de pesos. 

Es muy verosímil pensar que la firma de los Tratados de Bucareli, celebrados entre el presidente Álvaro Obregón y los Estados Unidos, por medio de los cuales y entre otras cosas, México se comprometió a no extraer petróleo de los estados norteños, echó a perder por completo este lucrativo proyecto. Como en muchas otras ocasiones ha sucedido, “complacer” a los Estados Unidos ha mermado nuestra soberanía nacional, y vulnerado nuestra economía y desarrollo. (“Las perspectivas de hallar petróleo en el Estado de Coahuila. Una fuerte compañía de capital mexicano, iniciará serios trabajos de perforación, con buenos informes geológicos”. 19 mayo 1922, pp. 1 y 8.) 

¿Realmente era este Hotel Francia tan cosmopolita como se decía? ¿Qué ofrecía a la clientela en su comedor? Demos un breve vistazo a la publicidad del año de 1924, apenas a dos años de la estancia del señor Martínez Morton, siendo el propietario el señor José V. Gómez.  Era la costumbre ofrecer la comida corrida. Ese verano, sus menús eran diversos. 

El menú del del 2 de mayo, consistía de sopa juliana, arroz mixto, “arietu” de carnero, ejotes a la crema, milanesa de puerco en salsa criolla, frijoles refritos, flan de vainilla, café con leche. El precio de la comida: un peso y cincuenta centavos. Una ganga. Me llama la atención el uso de la palabra “arietu” en el menú, ya que es una palabra latina para el carnero, precisamente. Se lee en la Biblia “oboedientia quam victimae et auscultare magis quam offerre adipem arietu”, es decir, “el obedecer y prestar atención es mejor que el sebo de los carneros”. (1 Samuel 15:22). También se puede referir a la presentación, ya que “arietatus” es una cosa batida. En fin, el significado de esta palabra en este contexto, queda para ser resuelto por los especialistas. 

El menú del 13 de junio de ese mismo año, incluía sopa juliana, arroz a la caballo [o sea, con un huevo frito montado sobre el arroz], albóndigas a la mexicana, ensalada de ejotes, pierna de carnero al jugo, frijoles refritos, flan de vainilla, café o té. 

El menú del 15 de junio ofrecía caldo gallego, macarrón a la francesa, Huachinango frito en salsa tártara, filete mechado con “champignons” [pronunciación a la francesa], ensalada mixta, mole poblano, frijoles refritos, nieve de fresa, café o té. 

El menú del 22 de junio, incluía sopa crema de tomate, macarrón al gratén, bacalao a la vizcaína, pollo Marengo, ternera a las finas hierbas, ensalada mixta, frijoles refritos, nieve de piña, café o té. El pollo a la Marengo es una receta internacional de 1800, y recuerda una de las victorias de Napoleón en Italia. Es el equivalente de los chiles en nogada, dedicados al triunfo del general Agustín de Iturbide y su Plan de iguala, receta elaborada por vez primera en 1821. 

El menú del Hotel de Francia del 2 de julio ofrecía sopa juliana, arroz montado, “turnedor” [corte de solomillo] con “champignons”, elotes al natural, ´pierna de cerdo al jerez, frijoles refritos, manzanas al horno, café o té.  

Por lo que podemos ver, en el verano de 1924, la comida del Hotel Francia contaba con platillos de carácter internacional, principalmente de comida española y francesa, así como de la nacional. El menú ofrecía dos sopas de entrada, una aguada y otra seca, un platillo de carne (res, puerco o pescado) a escoger de entre dos o tres alternativas; una ensalada, frijoles refritos (infaltables) y un postre. La bebida era café o té, pero no se ofrecía vino ni cerveza en el menú. El precio de la comida corrida era de lo más accesible, y equivalía a un milésimo y medio de nuestro peso actual.




Comedor del Hotel Francia













miércoles, septiembre 05, 2012

Programas Sectoriales Especiales 2011-2017




Mañana jueves 6 de septiembre, se llevarán a cabo los trabajos relativos a la presentación de los Programas Sectoriales Especiales 2011-2017, a cargo del Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza. 

El evento, sin duda de gran interés, tendrá por sede el Paraninfo del Ateneo Fuente de Saltillo, Coahuila, en punto de las once horas. 

martes, septiembre 04, 2012

Miente el "Consejo de la Crónica"


















Un artículo de Milenio Diario de hoy, menciona que soy miembro activo del llamado "Consejo de la Crónica" de esta ciudad. Mienten los integrantes de este "Consejo", pues este Cronista Oficial jamás ha sido invitado a participar en la constitución de ese grupo, selección de miembros, elaboración de estatutos ni reunión alguna. Al contrario, este "Consejo" ha rehusado innumerables veces el diálogo público, frontal y transparente. Este es un "Consejo" absolutamente anómalo, construido deliberadamente sin la menor participación del Cronista Oficial de Torreón. Es un absurdo, un "Consejo de la Crónica" sin Cronista que le dé validez.

Al usar mi nombre sin autorización alguna de mi parte, este "Consejo" cae en la usurpación de funciones, y engaña deliberadamente a la población torreonense con el objeto de lograr sus muy particulares intereses personales y corporativos. Este Cronista Oficial se deslinda por completo de sus actividades y propósitos, los cuales desconozco por completo.