Escudo de Torreón

Escudo de Torreón

viernes, octubre 31, 2008

Día del Inmigrante



Como es usual, una buena cantidad de “altares de muertos” han sido o serán colocados en colegios, escuelas y universidades. Se trata de cumplir con una recomendación de la Secretaría de Educación Pública.

Desde luego, en La Comarca Lagunera, esta es una costumbre impuesta desde el Centro, y se le atribuye un valor puramente folclórico, a diferencia de lo que puede suceder en Michoacán, donde esta costumbre es percibida como una verdadera y eficaz evocación de los muertos. Y por supuesto que la conjunción de esta evocación de origen prehispánico con el calendario litúrgico católico (día de los Fieles Difuntos) implica un fenómeno de sincretismo religioso, de superposición de creencias paganas y cristianas.

Ni entre los pueblos autóctonos de la Comarca Lagunera (los indios laguneros) ni entre los pobladores tlaxcaltecas, existió la costumbre de erigir altares de muertos. El único caso documentado de erección de altar de muertos (en el siglo XVIII) corresponde al de un presbítero español, que lo levantaba cada año, en honor a sus padres ya difuntos. Cabe mencionar que esa costumbre la adquirió en su estancia en el sur de Nueva España.

Con la construcción de altares de muertos, la Secretaría de Educación Pública trata de contrarrestar la invasión cultural del “halloween” estadounidense. Muchos torreonenses miran con agrado esta costumbre —que lleva varias generaciones de establecida— porque les parece interesante y “de buen tono”, como todo lo extranjero en nuestro xenófilo Torreón.

Torreón tiene una fuerte personalidad como para necesitar de esos préstamos culturales. Nuestra historia, colonial o reciente, es única. Sólo se requiere de un poco de creatividad y de liderazgo, un poco de amor a nuestra propia identidad, para hacer surgir una festividad original, nuestra y de nadie más. Si a Torreón le caracterizan sus orígenes cosmopolitas, pues entonces festejemos la diversidad étnica y cultural el 31 de octubre. Sustituyamos el halloween por el “Día del Inmigrante”. Que nuestros hijos se diviertan con los dulces y con el uso de disfraces de tlaxcaltecas, vaqueros, griegos, ingleses, alemanes, españoles, chinos, palestinos, franceses, estadounidenses, o de cualquiera de las cuarenta y nueve nacionalidades registradas en el Archivo Municipal de Torreón, Fondo de Extranjeros.

Correspondería a la Dirección Municipal de Cultura de Torreón el liderazgo para la implementación de un festejo como éste. Historia propia, la tenemos para dar y repartir. Torreón es una ciudad que merece tener festividades propias, acordes con su tradición. ¿Quién quiere que Torreón sea una mala copia de la ciudad de México, de Guadalajara, o de Monterrey?

martes, octubre 28, 2008

San Judas y "la reliquia"


En el santoral católico, el 28 de octubre corresponde a la fiesta de San Judas Tadeo. Este es un santo extremadamente popular en Torreón. Como cada año, multitud de hogares laguneros celebrarán este día mediante el rezo del rosario, la danza de matachines y la confección y reparto de “la reliquia”.

El 27 de noviembre de 2006 escribí en esta misma Crónica Virtual de Torreón el origen y significado de esa costumbre popular llamada “reliquia”. Para no repetir todo lo que comentaba en aquella ocasión, resumiré diciendo que “la reliquia” es una promesa o manda hecha a un santo, y que consiste en celebrar anualmente su fiesta con los rezos, con una comida especialmente hecha para la ocasión. Esta comida votiva consta de un guisado, asado de puerco (“asado de boda”) y siete sopas diferentes. Este alimento se reparte entre los asistentes al rezo, e incluso entre quienes lo soliciten, sean vecinos o no. Su propósito es filantrópico.

“La reliquia” es una costumbre de origen zacatecano, y llegó a La Laguna con los primeros migrantes que venían de Zacatecas, seguramente en el ferrocarril. En aquel estado, la reliquia es una costumbre antigua, la hay dulce y salada, y además, existen restaurantes especializados en “reliquia”.

Artículo relacionado:

http://cronicadetorreon.blogspot.com/2006/11/la-reliquia-y-sus-orgenes.html

lunes, octubre 27, 2008

La "Tinaja Lagunera"



El pasado 21 de octubre, durante la comida con el alcalde de Torreón, Lic. José Ángel Pérez, tuve oportunidad de platicar con algunos de los integrantes de la Comisión Asesora del Museo del Algodón, es decir, con Alberto González Domene, Germán González Navarro, Ramón Iriarte Maizterrena y José Fernández Torres. Sus familias han sido tradicionalmente algodoneras, o han tenido fuertes nexos con el cultivo y el aprovechamiento del algodón, como sucede con el alcalde mismo.
Una de las cosas que yo traía en mi agenda de investigación, era la composición exacta de la bebida que los algodoneros laguneros arrojaban al Río Nazas a la llegada de sus aguas, tema que ya he tocado en otros dos artículos previos, aunque sin profundizar. Tras un refrescante desfile de recuerdos, los comensales llegaron al consenso en lo que a continuación se refiere:

Cuando las aguas del Nazas estaban próximas a brincar los vertedores e iniciar así la distribución del agua de riego en La Laguna de Coahuila, los terratenientes se juntaban en un lugar para celebrar el inicio del ciclo algodonero. Ahí se colocaban mesas para el banquete, y sobre las mesas había poncheras. En estas poncheras se vertía hielo frappé, champaña, vino blanco, cuadritos de manzana y un toque de kirsch. Tanto al recipiente como a la bebida preparada se le conocía como “la tinaja lagunera”. Con esta bebida se festejaba la llegada de las aguas. Por su parte, la tradición oral conservada en el seno de la familia Eppen confirma la mezcla de champaña y vino blanco, sin afirmar ni negar el resto de la fórmula.

Las poncheras servían para contener la bebida que se preparaba tradicionalmente para los banquetes de bienvenida de las aguas del río, aunque también servían para arrojar su contenido a las aguas del Nazas, haciéndolo así partícipe de la alegría general.

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sábado, octubre 25, 2008

"El Torreón que vivimos"



Anoche, en el Museo de la Revolución, a partir de las 20 horas, fue presentado el libro “El Torreón que vivimos. El viento y la arena del desierto, forjaron nuestro carácter”. Los autores y comentaristas del mismo fueron los señores Nicolás Zarzar Charur, Belarmino F. Rimada Peña, Marco Antonio Morán Ramos y Germán Froto y Madariaga, quienes demostraron un gran poder de convocatoria, pues el lugar estuvo abarrotado. Tuve el honor de ser invitado por ellos para escribir el prólogo y para acompañarlos en la presentación.

La recepción del nuevo libro fue excelente. Así lo demostraron los comentarios de los presentes, y la crecida cantidad de personas que solicitaron a que su ejemplar del libro fuera autografiado por los autores.

Tras el evento, la Directora del Museo, Mtra. Silvia Castro Zavala, ofreció el tradicional vino de honor.

A continuación transcribo el texto con el que participé en la presentación, y que de hecho constituye el prólogo del nuevo libro.

“Cierto día, no hace mucho, el Lic. Marco Antonio Morán Ramos, amigo a quien mucho aprecio y respeto, me solicitó con cierta timidez si querría yo escribir el prólogo para la publicación de unas memorias escritas por sus amigos y por él mismo. Le comenté que sería un honor para mí poder hacerlo, pues, en efecto, ese era, y es, mi sentir.

Al leer el manuscrito, me di cuenta de que se trataba de algunas experiencias y anécdotas autobiográficas juveniles de cuatro destacados laguneros, que son, por orden de aparición, Nicolás Zarzar Charur, Belarmino Rimada Peña, Marco Antonio Morán Ramos y Germán Froto Madariaga.

A medida que fui leyendo el texto, la narración me fue cautivando más y más. Con una prosa clara, precisa y de marcado sabor regional, los autores expresaban vivencias que iban desde lo cómico hasta lo doloroso. Pero lo hacían de una manera tan atractiva, tan auténtica, tan llena de veracidad y de fuerza vital, que me resultó imposible dejar de leer hasta que hube terminado la última línea del manuscrito.

Adelantaré al lector algunos de los rasgos característicos que hacen de estos autores —y lógicamente de este texto— algo tan sabroso como atractivo.

El nombre que los escritores acuñaron para el texto es “El Torreón que Vivimos. El viento y la arena del desierto forjaron nuestro carácter”, con lo cual ya denotan una intención claramente testimonial para los habitantes de un Torreón que, de alguna manera, ya no es aquél que los autores recuerdan. A través de la sucesión de párrafos que se engarzan y dan cuerpo al libro, surge una clara consciencia de la temporalidad, de lo inevitable del cambio, de un mundo que se hunde lentamente en el ocaso mientras amanece otro diferente.

Ante esta sensación de pérdida del Torreón que fue y no será más, la estrategia asumida por los autores es la de encomendar a la memoria y a la escritura la tarea de preservar lo irrepetible de cada experiencia personal. Cada autor ocupó un lugar único desde el cual actuó y padeció la vida cotidiana torreonense. Así, cada uno nos ofrece su propia lectura de la vida diaria. No obstante, los textos no son individualistas en lo absoluto. Algo que llama la atención es que hay en las anécdotas una constante referencia a la vida gregaria, a la vida colectiva, aunque el narrador sea uno solo. La niñez y la juventud torreonense de la segunda mitad del siglo XX se vivía y se disfrutaba en grupo. En los relatos de los cuatro autores, la ciudad de Torreón y el barrio, esa patria mínima y entrañable, aparecen como actores mudos, aunque no menos relevantes. Ritmos vitales diferentes, espacialidades diferentes, necesidades diferentes y valores diferentes van apareciendo mientras la ciudad se nos revela como era, y ya no es más. Son estas remembranzas textos cuyo contexto era una ciudad que dejó de existir hace tiempo.

En el caso de Nicolás Zarzar Charur, la descripción es valiosa herramienta para lograr sus fines. Con precisa narrativa nos regala descripciones que van forjando imágenes en nuestra mente, hasta que nos encontramos inmersos en otro tiempo y espacio. Así, la descripción de los orígenes de un linaje peregrino, y la percepción del propio nacimiento, de los juegos infantiles, del béisbol, de las misas dominicales y de la vida religiosa, de las cartas, es decir, de la comunicación interpersonal escrita en papel, de los carros y la tecnología que los caracterizaba, la descripción de la feria de Torreón.

Belarmino Rimada Peña, nos presenta un “Baúl de los recuerdos” repleto con anécdotas que relatan experiencias compartidas, mismas que a veces implicaban complicidades. Con una prosa ágil y muy eficaz, el autor nos cuenta sobre la mar de cosas no tan castas que presenció “el árbol de la Leandro Valle” y las travesuras de quienes subían a sus ramas para presenciarlas. Nos relata las regatas de barquitos en las acequias de la Alameda Zaragoza, del abusivo sastre de las cachuchas, de las playitas del llano, apartado éste que nos muestra una manera diferente de relacionarse con el entorno físico urbano, porque entonces el entorno físico de la ciudad era otro. Dar cuenta del cambio es historiar.

Marco Antonio Morán Ramos, en su texto “De aquí y de allá” nos regala los recuerdos del mundo escolar de la época. Como actual docente y defensor de los derechos del universitario, toma nota de la violencia física que se ejercía sobre los estudiantes como una forma aceptada y aceptable de disciplina escolar. En ese primer apartado, “La escuela”, nos narra de la alegría (y de los peligros) de los festivales organizados por las instituciones educativas. Otros apartados donde deja clara memoria de sus vivencias se refieren a los juegos, la “doctrina” (religiosa), el Pentatlón, la bicicleta, la alberca Esparza, los aparadores, los juegos mecánicos y el circo, el tren, los viajes (imaginarios), los perros, un secuestro fallido, y los deberes familiares. La corrección de su relato es prueba fehaciente de que la vida se percibe de acuerdo al perceptor. La sensibilidad ante la agresión y la injusticia inquietaba el alma del joven Morán Ramos desde su juventud. No debe extrañar, pues, que se haya convertido en abogado.

Germán Froto y Madariaga, con el estilo reflexivo de un comunicador erudito y pensador nato, nos ofrece su participación, intitulada “De sueños y quimeras”. En “La magia recurrente” hace un verdadero ejercicio memorístico para recordar con el corazón. Para el autor, el corazón es verdadero cofre de aquellas cosas que valen la pena ser recordadas, con el corazón se convocan las vivencias del pasado a la vida del presente. Su texto muestra una siempre juvenil capacidad de asombro ante el estímulo que impacta los sentidos: la luz de las estrellas, de las series de foquitos navideños, los adornos, el aroma de los pinos y la gobernadora, la temperatura ambiente, la sensación acogedora de la pertenencia al propio barrio, las ceremonias familiares y el niño Dios.

En el capítulo “A los que vienen detrás” Froto Madariaga escribe un legado sobre la percepción y el significado de algunas cosas y valores propios de los torreonenses de mediados del siglo XX, como la tecnología televisiva, los transportes y comunicaciones, el amor romántico, la santidad de la palabra empeñada, la verdad, la mentira y el honor, la amistad, la familia y la mujer. En “Cosas del pasado y del futuro” el autor se convierte en Jano, el numen romano que miraba hacia el pasado y el futuro a la vez, en un puente de comunicación dialógica entre los torreonenses del pasado y los del futuro. A través de “Una vuelta al pasado” hay una remembranza de experiencias relativas a la niñez y juventud en el seno de la comunidad representada por el barrio. El discurso de la vida cotidiana y la convivencia con los vecinos, seres próximos de carne y hueso, con nombres y apellidos. En “Sueños y quimeras” se nos manifiesta la perenne necesidad de escapar de la telaraña mortal del pragmatismo de los adultos, para ejercer esa cualidad del niño, soñar. Y así, soñando, crear nuevos y significativos vínculos con el mundo que nos rodea, y con nosotros mismos.

En suma, se trata de un libro que todos los torreonenses debemos leer. Los adultos descubriremos en él, mucho de nosotros mismos. Este es un libro hecho a semejanza de un cristal azogado con letras, un espejo que nos devuelve nuestra imagen de años ya pasados. Los jóvenes encontrarán en él un Torreón que quizá no imaginan, pero que resulta sumamente atractivo, porque el espíritu juvenil que lo inspira siempre ha sido el mismo, por mucho que cambien los escenarios y las formas de relación e interacción.

Felicito calurosamente a los autores de este excelente libro, que sin duda alguna, refleja, desde la autobiografía y el lenguaje pulcro y sabroso, las diferentes formas como Torreón cobró vida y sentido para cada uno de ellos.

Sergio Antonio Corona Páez
Cronista Oficial de Torreón”

miércoles, octubre 22, 2008

Utopía tangible


Mapa de la Comarca Lagunera en 1769-1772


Muro de monitores y materiales didácticos


Panel de proyección sobre temas agrícolas


Panel de proyección sobre el agua y los sistemas de riego

Para volver a lo mucho que podría mencionarse del nuevo Museo del Algodón, comentaremos que la señora Judith Alanís F. es la Directora General de la empresa “Sueños y Quimeras”, que fue la que diseñó y realizó la museografía. Esta empresa se dedica a la gestoría, investigación, producción, difusión cultural. Su lema “Utopías tangibles” dice mucho de sus actividades, metas y objetivos.

El Director de Planeación y Desarrollo Estratégico de dicha empresa es el señor Víctor Vázquez D´Aprano. Innumerables veces viajó de la ciudad de México a Torreón, y viceversa, con el objeto de coordinar las actividades de investigación, recolección de objetos, diseño de materiales visuales, audiovisuales, muchos de ellos para interactivos didácticos, cronologías, pabellones, etc.

Víctor coordinaba a más de veinte personas, (entre ellas Bárbara, Oliver, Gabriel y muchos otros) algunas de las cuales estuvieron de visita en los archivos Municipal y el Histórico de la Universidad Iberoamericana Laguna, recolectando información durante un año por lo menos. Todos ellos personas muy calificadas en sus respectivas áreas académicas.

El nuevo Museo del Algodón es mucho más que una exhibición de objetos inertes. Es un espacio que se abre a innumerables dimensiones de la percepción, del conocimiento, del arte, del juego y de la interacción individual y colectiva. ¿Quién iba a decir que la vieja hacienda del Torreón iba a recibir un homenaje de esa categoría?

martes, octubre 21, 2008

Es inaugurado el Museo del Algodón


Detalle de la comida ofrecida por el alcalde


La botarga y los tamborileros divertían al público


La concurrencia comenzó a llegar con anticipación


Pronto no cabía un alfiler en la explanada


Tesoros de cultura en las vitrinas


Artefactos auténticos relacionados con la agricultura

Hoy a las seis y media de la tarde, y con gran concurrencia, el alcalde de Torreón, Lic. José Ángel Pérez Hernández, inauguró el “Museo del Algodón”. Este nuevo museo se encuentra situado en lo que fuera el casco de la Hacienda del Torreón, en el antiguo barrio de “La Alianza”. Anteriormente se encontraba ubicado un museo de sitio llamado “del Torreoncito”.

Previamente, el alcalde y la titular de la Dirección Municipal de Cultura ofrecieron una comida a los integrantes de la Comisión Asesora de este museo, conformada por los señores Germán González, Alberto González Domene, Ramón Iriarte Maizterrena, Jorge Rodríguez Pardo, Juan José Fernández Torres y este cronista en su calidad de doctor en Historia.

A las cinco de la tarde ya había una buena cantidad de curiosos esperando el momento de la inauguración. A las puertas del museo, unos tamborileros en zancos tocaban mientras una botarga de capullo de algodón bailaba “salerosamente” al ritmo de las percusiones, para diversión de la concurrencia.

Para el evento estuvieron presentes el alcalde, funcionarios municipales, ex alcaldes, diputados, el Jefe de la Zona Militar, el obispo de Torreón, el enviado del gobernador de Coahuila, funcionarios del Icocult Saltillo, los miembros de la empresa “Sueños y Quimeras”, quienes realizaron la museografía del nuevo centro de cultura.

El museo es muy interesante, y es un reconocimiento al valor de los laguneros, del agua, de la tierra y del algodón. Se recomienda su visita.

lunes, octubre 20, 2008

Torreón optó por el PRI


Los resultados de las elecciones para diputados en Coahuila no pudieron ser más elocuentes, particularmente por lo que se refiere a la ciudad de Torreón.

Nuestra ciudad, llamada “el principal bastión del panismo en el Estado” votó a favor de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional, de tal manera que de cinco distritos que hay en Torreón, el PRI ganó los cinco.

Este resultado debe entenderse como un deseo de la ciudadanía por hacer escuchar sus reclamos. La generalizada inseguridad social, el secuestro y el asesinato cotidiano son los factores que vencieron al Partido Acción Nacional en Torreón. Los torreonenses le han entregado el poder de acción legislativa a los diputados priistas, porque la ciudadanía espera una pronta y eficaz respuesta a sus demandas. Esto no lo olviden los candidatos electos.

Por esta razón, felicitamos a los torreonenses que cumplieron con su obligación democrática y sufragaron. Han entendido bien que la vía del voto es el mejor camino para hacer escuchar sus demandas.

sábado, octubre 18, 2008

Domingo de comicios en Coahuila



Mañana domingo 19 de octubre se celebrarán en el Estado de Coahuila los comicios para la elección de diputados locales. A Torreón le corresponden cinco distritos que representan otros tantos escaños en el Congreso Estatal, en Saltillo.

Los candidatos a diputaciones torreonenses por el Partido de Acción Nacional son Florencio Javier Pérez Valenzuela, por el distrito VIII; José Miguel Batarse Silva por el distrito IX; Jorge Hamdan Hernández por el distrito X; José Manuel Villegas González, por el distrito XI y Pedro Ávila Aguilera por el distrito XII.

Los candidatos por el Partido Revolucionario Institucional son Salomón Juan Marcos Issa por el distrito VIII, Jaime Russek por el distrito IX, Verónica Martínez García, por el distrito X, Salvador Hernández Vélez por el distrito XI, y Eduardo Olmos Castro por el distrito XII.
Los candidatos del Partido de la Revolución Democrática son, por el distrito VIII, Raúl Puentes Díaz; por el IX, José Iván Rivera Esquivel; Juan Manuel Zapata Escobar por el X; Esperanza Rodríguez Lomas por el XI; y Miroslava Sánchez Galván, por el distrito XII de Torreón.

viernes, octubre 17, 2008

Nuevo progrma en "Radio Torreón"



La estación radiofónica “Radio Torreón” (“La voz de la ciudad”, XHTOR, 96.3 F.M.) recién ha iniciado un nuevo programa que se transmite en la mencionada frecuencia los viernes, de 9 a.m. a 10 a.m.

Este es un programa con un formato dinámico y ágil. Cuenta con la experta conducción de Marcela Armendáriz y de Antonio Valquier.

Hoy viernes 17 de octubre salió al aire la segunda emisión de dicho programa. Fuimos invitados a participar el Lic. Francisco Hernández del Río, con el tema “Programación neurolingüística”, el Dr. Rafael Argüello con el tema “Medicina genómica”, y este Cronista (doctor en Historia) con el tema “El cronista como historiador y notario, la verdad y la leyenda”.

Las transmisiones de Radio Torreón se pueden escuchar vía Internet, en la siguiente dirección: www.radiotorreon.org

jueves, octubre 16, 2008

El correo en la Hacienda del Torreón


Aunque las nuevas generaciones no lo pueden apreciar debidamente, es impresionante la evolución que ha sufrido el sistema postal y de telecomunicaciones. En el presente, las cartas llegan a su destino de manera instantánea. Un correo electrónico, o “e-mail” puede cruzar el planeta en una fracción de segundo, llegar a su destino, y ser respondido de manera inmediata. Los sistemas de conversación, o “Chat”, con o sin “Web Cam”, mantienen abierto un flujo de comunicación instantánea, audiovisual y/o escrita, doble o múltiple (entre dos o más personas) sustituyendo con enorme ventaja a los viejos radios de onda corta.

No es necesario decir que las cosas no siempre fueron así. Todavía en 1884, las cartas viajaban desde Lerdo, Durango, hasta Saltillo, Coahuila, en burro.

La llegada del ferrocarril significó una revolución en el sistema postal mexicano. La Hacienda del Torreón participó de esa revolución desde 1888.

En el discurso pronunciado por el Gral. Porfirio Díaz, Presidente de la República, al abrirse el cuarto período de sesiones del 13º Congreso de la Unión, el día 1 de abril de 1888, puntualizó, entre muchas otras cosas:

“Enlazados los ferrocarriles Nacional e Internacional en la Hacienda llamada “El Torreón”, se hizo necesario cambiar todo el sistema postal entre los Estados de Nuevo León y Coahuila. Oportunamente se dictaron las medidas necesarias para el establecimiento de administraciones locales, agencias y administraciones ambulantes, y se contrató la conducción de correspondencia entre las respectivas estaciones y los pueblos situados fuera de la línea; de manera que al ponerse en explotación el trayecto del Torreón a Piedras Negras, el 1º de Marzo próximo pasado (1888), el servicio postal comenzó a hacerse con toda regularidad bajo una combinación nueva”.

“Las medidas hasta ahora adoptadas en este ramo han producido resultados favorables, pues el movimiento de correspondencia aumenta con suma rapidez. En mi informe del 16 de Septiembre último, manifesté que, según los datos hasta entonces recogidos, en el año terminado en junio habían circulado por las oficinas postales mexicanas, más de diez y ocho millones de piezas, y ahora es satisfactorio rectificar que, recogidas las noticias que faltaban entonces, el resumen definitivo acusa un total de muy cerca de veinticuatro millones de piezas circuladas en el año referido”.

Ver “La Convención Radical Obrera” semanal dominical de la Ciudad de México, edición del 8 de abril de 1888, pp. 1-2.

Artículos relacionados:

http://cronicadetorreon.blogspot.com/2007/08/en-saltillo-el-correo-andaba-en-burro.html

martes, octubre 14, 2008

Torreón: un río y una laguna


El boulevard Independencia: única salida al N.E. de la ciudad


Calzada Cuauhtémoc: imposible poner un pie


Calle González Ortega: la misma historia de siempre

Aunque ya pasó la tradicional fecha del “cordonazo de San Francisco”, esta mañana llovió en Torreón de una manera bastante intensa, poco antes del amanecer. Y como es costumbre, las calles, avenidas , calzadas y bulevares se convirtieron en rutas acuáticas. El problema es que en nuestra ciudad, no hay góndolas.

Ya es hora de que el municipio, el Estado y la Federación, si es necesario, asigne los fondos necesarios para que Torreón cuente con un drenaje pluvial que sea eso y no una mera alcantarilla, como la que se construyó en tiempos del alcalde Cepeda a un costo de miles de millones de pesos, y que no sirvió para nada. Pareciera que Torreón es la ciudad de las obras fallidas: drenajes pluviales y distribuidores viales.

Señores gobernadores de Coahuila y Durango, ahí tienen una buena causa para asignar una partida para la Zona Metropolitana: un drenaje pluvial, por favor…

lunes, octubre 13, 2008

El boulevard Río Nazas, dañado


El boulevard Río Nazas, a la derecha, paralelo al río, hace tres semanas.


El boulevard Río Nazas con daños visibles (primer plano) hace tres semanas.


El mismo boulevard, hace una semana (esta foto es cortesía del Siglo de Torreón)

Durante las semanas que ha corrido el agua del Río Nazas por su lecho, la corriente y la creciente humidificación del suelo ha deteriorado algunos lugares que son importantes para la contención de las aguas.

Tal es el caso del boulevard Río Nazas, que parte desde el puente plateado en dirección al oriente, bordeando el río. Fue durante la gran avenida de 1968 cuando, para evitar la entrada de las aguas del Nazas a las zonas bajas del centro de la ciudad, se tuvo que construir este bordo de contención. Posteriormente se pavimentó y se convirtió en un boulevard muy transitado (si Torreón fuera costa, este boulevard sería el malecón).

El asunto es que este boulevard ha venido presentando grandes deterioros, y literalmente, se está cayendo a pedazos. Esta vialidad se encuentra cerrada al tráfico vehicular, y sujeta a reparaciones mediante la construcción de secciones de concreto que lo refuercen. Sin embargo, aún para los caminantes y curiosos que lo transitan, es muy peligroso. El simple peso de una sola persona puede hacer la diferencia entre la estabilidad del terreno humedecido, o un derrumbe.

domingo, octubre 12, 2008

Ser americano en América



Como lo comentaba en la transmisión del jueves pasado desde la UIA-Laguna y Radio Torreón, durante el programa radiofónico “Qué significa ser americano”, este es un calificativo que tiene historia, es decir, su significado ha cambiado con el tiempo.

Cuando los españoles llegaron a las islas del Mar Caribe en 1492, llamaron a sus aborígenes “indios” porque los navegantes iberos pensaron que estaban en algún lugar de las Indias Orientales. Posteriormente, a partir de 1507, el nuevo mundo o continente fue llamado “América” en honor del cartógrafo florentino Américo Vespucio, el primer europeo que pareció darse cuenta de que las tierras descubiertas no pertenecían a las Indias Orientales.

Durante toda la era colonial, que podemos acotar entre 1492 y 1821, el nombre de “América” se aplicó a todas las posesiones españolas y lusitanas en el Nuevo Mundo. La Nueva España se encontraba en la América Septentrional (o del norte). De entonces data el considerar a México, desde el punto de vista geográfico, como parte integral de la América del Norte.

Los españoles europeos reservaban el término “americano” para los españoles nacidos en el Nuevo Mundo. Los españoles nativos de España eran designados en todo documento oficial como “español originario de los Reinos de Castilla”. Al americano se le designaba simplemente como “español”, aunque hubiera nacido en Nueva España y descendiera de muchas generaciones de novohispanos. En cambio, los indios nunca fueron llamados “americanos”.

A finales de la era colonial, el término “americano” no solamente designaba a los súbditos de la Corona española, blancos y nacidos en América. El término ya había adquirido connotaciones políticas. El “americano” comenzaba a pensar en Nueva España ( en el caso mexicano) en términos de nación por derecho propio. La Virgen de Guadalupe era generadora de identidad, desde el momento que hablaba a “los moradores de esta tierra” y que el clero sentenció que esta virgen “no había hecho cosa igual con ninguna otra nación”.

Así, durante las guerras de independencia, el periódico insurgente “El Despertador Americano” (1810-1811, Francisco S. Maldonado y José A. de la Sierra) llamaba a los criollos al movimiento armado, dada la ocupación napoleónica de la madre patria.

Posteriormente, el creciente imperialismo de los estadounidenses anglosajones dividió la América en dos grandes sectores. La primera, la única y legítima sería la de los Estados Unidos de América (en inglés, simplemente “América”). La otra, la América española, sería atomizada y reducida a “Las Américas”, y desde el intento de Napoleón III por fundar en México un imperio latino, todo el territorio al sur del Río Grande o Bravo fue rebautizado como “Latinoamérica”.

Esta pérfida división se encontraba claramente enunciada en la “Doctrina Monroe” y en la del “Destino Manifiesto”. Por la primera, los estadounidenses declaraban que “América era para los americanos”, es decir, que la América Española debía estar bajo la “protección” y “al servicio” de los “americanos”, es decir, de los estadounidenses. Por la segunda doctrina se decía que los americanos anglosajones tenían el derecho divino de tomar lo que quisieran del territorio de la América española, ya que como católicos, los mexicanos y los latinoamericanos en general eran infieles y abominables al Dios de los puritanos. Bajo esta “justificación ideológica” barata, los Estados Unidos declararon una guerra de agresión contra México y le quitaron más de la mitad de su territorio.

Por último, diremos que los españoles modernos (de 100 años a la fecha) reservan el término despectivo “indiano” a todo español que viene a “hacer la América”, es decir, a enriquecerse, sin importar si su fortuna es legítima o ilegítima. El “indiano” es socialmente mal visto en España, por muy rico que sea. Por esa razón, la mayoría de los españoles con fortuna hecha en México, o en algún país latinoamericano, prefiere quedarse aquí para siempre. Nunca serán tratados en España tan bien como pueden ser tratados aquí.

De esta manera, hemos visto que “ser americano” realmente ha significado muchas cosas diferentes, dependiendo del lugar y de la época en que se haya usado el término.

martes, octubre 07, 2008

Museo del Algodón


Una vieja rueca para hilar fibras


Un antiguo modelo de tractor


Recursos audiovisuales para el aprendizaje

El día de hoy tuve oportunidad de visitar las instalaciones del Museo del Algodón. Este se encuentra integrado a la estructura del “Torreoncito” original, en La Alianza. Aunque todavía no abre al público, pude darme cuenta de la importancia didáctica que tendrán los recursos museográficos empleados.

Con objetos reales, imágenes fijas y en movimiento, textos, espacios, colores, ritmos, texturas, y en general, con todos los recursos de la comunicación, el museo ofrece una visión de la Comarca Lagunera que se remonta a finales del siglo XVI. Es decir, pone la producción y el beneficio del algodón de los siglos XIX y XX en perspectiva, en contexto histórico. Los procesos económicos que ha vivido nuestra comarca en más de 400 años se hacen evidentes y cobran sentido.

Aunque llevará el nombre de Museo del Algodón, también podría decirse que es el museo del lagunero, de su identidad, de sus recursos, de la tierra, del agua. Sin duda alguna, nos hará conscientes de quienes hemos sido, quiénes somos y quiénes seremos. Un museo como éste, nunca estará de más. Siempre enriquecerá nuestro bagaje cultural e identitario.

lunes, octubre 06, 2008

Presentación de libro



A las veinte horas de mañana martes 7 de octubre, en el foyer del Teatro Martínez, será presentado el libro “Apuntes sobre la educación jesuita en La Laguna: 1594-2007” cuyo autor es este Cronista Oficial de Torreón.

Los comentarios en torno a este nuevo texto de historia regional estarán a cargo del Mtro. Felipe Espinosa Torres, S.J., Rector del Colegio Carlos Pereyra; del Mtro. Jaime Muñoz Vargas, (Icocult), y el autor (Universidad Iberoamericana Laguna).

Tras los comentarios de rigor, se ofrecerá el vino de honor, como es costumbre.

Este libro constituye una monografía que escrudiña los orígenes de la Comarca Lagunera como resultado de los consensos y acuerdos del rey Felipe II, el virrey de México, el obispo de Guadalajara, la Compañía de Jesús, y los colonizadores españoles y tlaxcaltecas.

En su primera parte, el texto repasa el significado de la colonización regional como una reproducción del mundo occidental en la que el rey de España llamó “Provincia de La Laguna” en 1594, y que posteriormente fuera conocida como “País de La Laguna”, nombres con los cuales fue conocida nuestra comarca. Estudia la espacialidad lagunera como creación de los jesuitas al implantar el sistema de “reducciones”, tal y como lo hicieron pocos años después en las reducciones del Paraguay.

En su segunda parte, el texto ofrece una crónica de las principales efemérides de la Compañía de Jesús en Nueva España, México y en la Comarca Lagunera hasta el 2007.

jueves, octubre 02, 2008

40 años de impunidad




Hoy se cumplen 40 años de los abominables sucesos que ensangrentaron la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. El 2 de octubre de 1968 se llevó a cabo una terrible matanza de civiles, cuyo recuerdo horroriza a los afortunados que sobrevivieron a ella.

¿Cuáles fueron esos delitos tan terribles, que merecieron el asesinato a sangre fría de jóvenes estudiantes, maestros y ciudadanos que prestaban atención a las manifestaciones? ¿No hubiera sido lo más lógico detenerlos y fincarles responsabilidades, si las había, conforme a Derecho?

¿Por qué, si la nación demanda castigo (conforme a la vieja fórmula de toma de posesión de los presidentes mexicanos), el presunto responsable de todos estos delitos de lesa humanidad, sigue impune? No se ha demostrado su culpabilidad, pero él tampoco ha demostrado su inocencia. Esta culpabilidad es un secreto a cien millones de voces.

¿Cómo puede creer la ciudadanía que existe una campaña real contra la impunidad, cuando el presunto responsable de la masacre del 68 sigue libre, e “indispuesto” para cualquier acción procesal?

miércoles, octubre 01, 2008

Grandes celebraciones


Mezquita de la Roca y Muro de los Lamentos

Dos grandes fiestas coincidieron con el fin del mes de septiembre. Por una parte, en el contexto de la cultura y calendario judío (que es lunar, no solar) el lunes 29 de septiembre se celebró el Rosh Ha Shaná, o Roshashaná, que es el año nuevo. El lunes iniciáron los diez días que existen entre el año nuevo y el muy solemne “Yom Kippur” o Día de la Expiación (o del perdón).

Por otra parte, en el contexto de la cultura y calendario musulmán, el martes 30 de septiembre fue el último día del mes sagrado de “Ramadán”. Así que hoy, miércoles 1 de octubre, es el “Id Al Fitr” o fiesta del fin del ayuno. Es un día de regocijada oración y de visitas a vecinos y amigos.

De la manera más respetuosa y cordial, felicitamos a los torreonenses y laguneros de ambos credos, y les deseamos concordia, paz, bienestar y mucha alegría con motivo de sus respectivas fiestas.